PAKISTÁN: Privatización compulsiva reaviva protestas

Primero, las promesas. Después, la violación del pacto, el arresto de sindicalistas y la privatización y ocupación militar de la principal empresa de telecomunicaciones de Pakistán.

De este modo, la venta de Pakistan Telecommunication Company Limited (PTCL) reavivó al alicaído movimiento sindical nacional y generó numerosos grupos de protesta de la sociedad civil contra las privatizaciones.

El ganador de la licitación de la mayor y más rentable empresa pública del país fue Etisalat, de Emiratos Árabes Unidos, cuya oferta de 1,96 dólares por acción fue aceptada oficialmente el lunes 20. Otros oferentes fueron SingTel, de Singapur, y China Mobile.

Las acciones que Etisalat adquirió, 26 por ciento del total, le darán 58 por ciento de los votos en el directorio de PTCL.

Muchos señalan que el gobierno vendió demasiado barato el más valioso de sus activos.

”Sólo los inmuebles que posee PTCL valen miles de millones de rupias”, dijo Wahajus Siraj, director de Micronet Broadband, una de los principales proveedores de conexión a Internet.

Siraj comparó el fruto de la venta este año de dos terrenos en la capital, Islamabad, por 10.000 millones de rupias (166 millones de dólares), con el precio total de la venta de la empresa de telecomunicaciones, 160.000 millones de rupias (2.600 millones de dólares)..

PTCL posee inmuebles de alto valor en las principales ciudades y localidades de este país de Asia meridional.

Aunque Siraj no calculó el valor de PTCL, los sindicatos de la empresa estimaron que asciende al doble del precio que recibió el gobierno. Aun así, se trata de la mayor venta de un bien público en la historia del país.

El gobierno ya había vendido algunas firmas deficitarias que habían sido nacionalizadas en los años 70. Pero la desinversión de bancos del sector público no generó mucha controversia debido a las atractivas ventajas que se ofrecieron a sus empleados.

En cambio, la venta de PTCL generó gran agitación. Los nueve sindicatos que representan a más de 65.000 trabajadores de la empresa protestaron durante meses y amenazaron con cortar la red nacional de telecomunicaciones.

Ahora, la sensación de pérdida personal entre los funcionarios podría crear problemas a la nueva administración de la empresa.

Bajo presión de los trabajadores, el gobierno postergó la fecha de la venta este mes y persuadió a los sindicatos de levantar su huelga y sus amenazas de sabotaje asegurándoles que sus demandas serían satisfechas, incluida la revaloración de la empresa.

Pero inesperadamente, el gobierno reprogramó la venta para el 18 de junio, en violación de su pacto con los sindicatos, y ordenó al ejército que ocupara las instalaciones de la empresa, que tiene más de cinco millones de suscriptores de telefonía fija y 10,5 millones de usuarios de celulares.

Además, hizo detener hasta 400 líderes sindicales y funcionarios activos en todo el país, para que la privatización pudiera realizarse sin inconvenientes.

Aunque la mayoría de los trabajadores detenidos fueron liberados tras la licitación, los líderes sindicales permanecen bajo custodia para lo que funcionarios de gobierno llaman ”negociaciones”.

La detención de los sindicalistas también permitió al gobierno frustrar una manifestación de protesta de los empleados de PTCL y sus familias frente al parlamento, en Islamabad, el día de la venta.

Sin embargo, los empleados de PTCL lograron realizar pequeñas manifestaciones en todo el país. ”PTCL se extiende por 2.000 ciudades y pequeñas localidades del país. No hay un solo lugar donde los empleados no hayan protestado el día de la privatización o en la jornada anterior”, dijo Asim Sajjad Akhtar, presidente del Movimiento por los Derechos del Pueblo, que agrupa a sindicatos y habitantes de asentamientos precarios.

La ocupación militar de las instalaciones de PTCL impidió que los trabajadores cortaran los servicios de la empresa.

Sin embargo, personas no identificadas cortaron el fin de semana el cable de fibra óptica que une la Provincia de la Frontera Noroccidental a la red nacional. El corte duró más de cuatro horas. En Balochistán ocurrieron dos incidentes similares.

La relativa normalidad podría terminar junto con la guardia militar de las instalaciones.

”Aunque el gobierno hizo todo lo posible para aplastar la resistencia a la privatización, la gran mayoría de los trabajadores mantiene su oposición a la privatización y su hostilidad a la nueva administración, y por tanto tratará de obstruir sus operaciones”, advierte una carta de la Alianza Antiprivatización, que agrupa a sindicatos, partidos políticos y otros grupos.

El gobierno recurrió a métodos antidemocráticos y represivos para vender la empresa, acusó Riaz Ahmed, presidente de la Alianza.

Ahmed dijo a IPS en un mensaje electrónico que el gobierno está privatizando activos públicos a muy bajo precio y sometiendo al país a las instituciones multilaterales de crédito.

Para gran parte de los 65.000 empleados de PTCL, la privatización de la empresa es una pérdida personal.

”Trabajamos duro para que la empresa llegara a dar ganancias al gobierno. Ahora tenemos que entregarla a una empresa extranjera”, lamentó Mohammad Salim, quien trabajó como celador de línea más de 10 años.

PTCL ganó 29.000 millones de rupias en el año fiscal finalizado en junio de 2004. Salim, que gana 6.000 rupias al mes, no sabe qué le deparará el futuro, aunque el gobierno aseguró a los empleados que no tienen nada que temer. (

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