Es imperativo establecer una alianza de civilizaciones para evitar un conflicto entre Occidente y el mundo islámico que tendría un alcance global, dijo este martes el diplomático paquistaní Iqbal Riza, asesor especial del secretario general de la ONU, Kofi Annan.
Riza participó en el seminario Alianza de civilizaciones, seguridad internacional y democracia cosmopolita, iniciado en la víspera y finalizado este martes en la capital española, y organizado por la Universidad Complutense de Madrid y la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior.
El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, propuso a la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), en septiembre de 2004, crear una alianza de civilizaciones entre Occidente y el mundo árabe y musulmán para combatir el terrorismo internacional por otra vía que no sea la militar.
Como la peste el terrorismo carece de justificación, pero se puede y se deben conocer sus raíces para combatirlo racionalmente, añadió Zapatero.
El asesor especial del gobernante en este asunto, Máximo Cajal, dijo en el seminario que 19 países ya manifestaron su respaldo político a esa iniciativa, aceptada por la ONU, que ha dispuesto constituir un grupo especial de trabajo para abordarla, integrado por académicos, políticos, periodistas y representantes de varias culturas y religiones.
Ese grupo comenzará a trabajar en las próximas semanas, y tiene previsto concluir un documento para fines de 2006, con el propósito de que Annan lo presente en la ONU.
El proyecto deberá ir acompañado de una reflexión global, con una red de instituciones que trabaje sobre esto y logre una coordinación efectiva, dijo Cajal.
Entre los 19 países están Jordania, Egipto, Túnez, México, Costa Rica, Irán, Indonesia, Malasia, Tailandia y Tanzania. Además recibió el apoyo expreso de la Liga Árabe y de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI).
En cuanto a los medios de comunicación, el experimentado diplomático subrayó que se habla mucho de Al Jazeera y muy poco de la Fox, refiriéndose a la cadena de televisión árabe y a su similar estadounidense.
Otro de los participantes, el libanés Georges Corm, ex ministro de Finanzas de su país, dijo a IPS que el terrorismo es el peligro número uno, pero que identificar con éste a las religiones, musulmana o no, es un error. Porque, prosiguió, también se recurre a lo religioso para consolidar un dominio imperial, aludiendo a Estados Unidos.
Al respecto, recordó que durante la guerra fría en la segunda mitad del siglo XX enfrentó a ese país y sus aliados con la hoy disuelta Unión Soviética, Estados Unidos manipuló los tres monoteísmos (judío, cristiano y musulmán) en su favor.
También cuestionó que se hable de terrorismo internacional porque, se preguntó, ¿Acaso la guerra no es también terrorismo internacional?..
Además cuestionó que se hable de alianza de civilizaciones, definición que parece presentar una fortaleza militar contra otra. Por eso prefiere que se hable de alianza o diálogo de culturas.
En especial, Corm rechazó la definición de Occidente. En la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), liderada por Estados Unidos, está Turquía, que es un país de raíces islámica, mientras que Israel es considerado por Washington como un país occidental cuando está ubicado en medio del mundo árabe.
Por último cuestionó el término de terrorismo y propuso en la reunión que en su lugar se emplee violencia irreflexiva, se pronunció por restablecer el derecho internacional y que se impulse el cosmopolitanismo, lo que sería un verdadero impulso hacia la paz.
En el seminario también destacaron varios ponentes la necesidad de impulsar una democracia cosmopolita, entendiendo por ésta un sistema de representación participativo, con el individuo en el centro de ella y con una relación directa entre las organizaciones interestatales y las no gubernamentales.
El palestino Bichara Khader, profesor en la Universidad Católica de Lovaina, también se pronunció en contra de hablar a diestra y siniestra de guerra de religiones pues, argumentó, no hay religiones de la espada y religiones de la paz. Lo malo es el uso que hacen los hombres de ellas, lo que las convierte en guerras o pacíficas.
Por ello, prosiguió, afirmar que el cristianismo ensalza la tolerancia es hacer alarde de una gran amnesia histórica, como lo es afirmar que el Islam no es más que fanatismo y violencia.
Entre otras cosas, puntualizó, eso es injuriar siglos en los que el Islam brilló en todo su esplendor por su creatividad y su tolerancia.
Khader culminó su intervención con una cita del poeta mexicano Octavio Paz: Toda cultura nace de la mezcla, del encuentro, de los choques. Por el contrario, a raíz del aislamiento mueren las civilizaciones.
También participaron como panelistas Andrea Amato, presidenta del romano Instituto por el Mediterráneo, la profesora de la Universidad de París Monique Chemillier-Gendreau, Gema Martín Muñoz, de la Universidad Autónoma de Madrid, Pedro Martínez Montávez, catedrático de la misma universidad, y Richard Youngs, de la británica Universidad de Warwick.