Más de un millón de niños y niñas son víctimas de maltrato en internados de Europa y Asia Central, advirtió este jueves el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Esa cifra es una estimación conservadora. Hay grandes huecos de información por los que muchos niños y niñas, así como sus problemas, son invisibles para nosotros, dijo a IPS la portavoz de Unicef, Angela Hawke.
La agencia calculó que, del total, 605.000 niños y niñas viven en instituciones escolares o correccionales de Europa oriental y Asia, y el resto en Europa occidental. Muchos de ellos son inmigrantes, infractores de la ley o pertenecen a familias solicitantes de asilo.
Pero también hay menores abandonados por sus padres o que han recurrido a las instituciones para huir de la pobreza o del maltrato en sus propias familias.
Hawke expresó preocupación por el hecho de que Unicef aun no tiene datos completos, y señaló que el problema podría ser mucho mayor.
Si no sabes de cuántos niños y niñas estás hablando, ¿cómo puedes atender los problemas que enfrentan? ¿Cómo puedes calcular cuántos son víctimas de violencia?, preguntó.
Unicef presentó estos datos en vísperas de una conferencia sobre violencia contra la infancia, que se celebrará en Esolvenia el mes próximo. En la reunión se propondrá realizar un amplio estudio de la situación para 2006.
Pero la agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no sólo detectó un vacío de información, sino también una gran falta de atención al problema de parte de las autoridades durante varias generaciones.
Una comisión gubernamental creada en Irlanda para investigar el maltrato a niños y niñas en instituciones recopiló tantas denuncias que decidió postergar la publicación de su informe final para 2008, indicó Hawke.
De las primeras 3.000 denuncias, 60 por ciento fueron formuladas por personas que ahora tienen más de 50 años. Eso demuestra que éste es un problema que ha estado invisible por mucho tiempo, dijo Hawke.
La agencia de la ONU trata de detectar también cuáles son las circunstancias en que los niños y niñas corren un mayor riesgo.
Al parecer, el momento más peligroso es cuando el niño es arrestado por primera vez. Conforme ingresan al sistema, se corren menos riesgos, pero no estamos completamente seguros de esto, indicó la portavoz de Unicef.
Los niños y niñas en instituciones residenciales, desde orfanatos hasta centros de detención, son terriblemente vulnerables, dijo la directora regional de Unicef para Europa oriental y central y la Comunidad Británica de Naciones (Commonwealth), María Calivis.
Son terriblemente vulnerables porque están separados de la sociedad en un ambiente cerrado, y cuanto más cerrado es el ambiente, mayor es el riesgo de violencia y más escasas las posibilidades de denunciarla, indicó.
Tenemos que recordar que los niños y niñas que terminan en instituciones han pasado ya por cosas muy duras. Ya han escapado de los problemas de la familia y eso sólo aumenta su vulnerabilidad, añadió.
Unicef señaló que, mientras los maltratos continúan, muchos países carecen de sistemas para constatarlos y detenerlos.
La agencia de la ONU expresó especial preocupación por la falta de expresas prohibiciones al castigo físico en instituciones de Bélgica, Francia, Kirguizstán, Moldova y República Checa.
También señaló que 80 por ciento de los niños y niñas en escuelas de internado en Kazajstán son maltratados, e informó que 62 de 71 niños en instituciones británicas entrevistados por expertos dijeron haber sido alguna vez víctimas de violencia a manos de sus propios compañeros. La mitad de ellos fueron atacados con cuchillos o palos.
En la reunión de julio, Unicef llamará a los gobiernos a prohibir explícitamente en sus leyes toda forma de violencia contra los niños y niñas en cualquier ámbito, así como para dejar en claro que la reclusión de un menor de edad es una medida de último recurso.
También hará un llamado a lanzar un plan para recopilar información regional sobre la situación de los niños y niñas en instituciones de menores, así como a brindar mejores sueldos a los funcionarios de esos centros y garantizar que estén calificados para enfrentar tensiones y conflictos.
Además, Unicef pedirá que se creen los canales adecuados para que los niños y niñas puedan presentar denuncias en casos de abusos y permitir que tengan acceso regular a sus familiares, a menos que eso también los ponga en riesgo.
