Los tres partidos que disputaron las elecciones en la comunidad autónoma de Galicia, España, se consideran triunfantes, aunque sólo se sabrá cuál de ellos formará gobierno dentro de una semana.
Al concluir el escrutinio de los votos emitidos en Galicia, en el extremo noroccidental de la península ibérica, el gobernante y derechista Partido Popular (PP) se ubicó como el más votado, logrando 37 bancas, una menos de las necesarias para lograr mayoría absoluta y designar al presidente del gobierno autónomo.
El Partido Socialista de Galicia (sección del Partido Socialista Obrero Español, PSOE, que ejerce el gobierno nacional), con 25 escaños, y el Bloque Nacionalista Gallego (BNG), con 13, suman los 38 requeridos y en esas condiciones podrían formar gobierno, ya que acordaron previamente una coalición.
Pero el escenario podría variar el lunes 27, cuando se escrutarán los sufragios emitidos en el exterior, en especial quienes residen en Argentina y Uruguay, donde vive la mayoría de los emigrantes gallegos.
Los votos del exterior podrían modificar el panorama de diputados electos en Pontevedra, una de las cuatro provincias gallegas, además de La Coruña, Lugo y Orense.
Para lograr mayoría, el PP debería aventajar a los socialistas en por lo menos 8.160 sufragios del exterior para el distrito de Pontevedra. Líderes del PP ya cantan victoria pues en los comicios anteriores, en 2001, el partido obtuvo en ese segmento del electorado 8.733 más votos que el PSOE.
Pero la situación ha variado, en primer lugar porque, en términos generales, el domingo se comprobó un cambio favorable al PSOE, que en las elecciones de 2001 había obtenido 17 diputados y en éstas tuvo 25, en tanto que el PP bajó de 41 a 37. Además, los primeros datos llegados de ultramar indican un aumento en el porcentaje de votantes.
Quizás por eso el gallego José Blanco, secretario de Organización del PSOE, manifestó este lunes en Madrid que su partido mejorará con el voto de los residentes ausentes de Galicia. La Junta Electoral de Pontevedra ya recibió unos 30.000 votos de emigrantes y prevé que arriben entre 5.000 y 10.000 más.
Con esos números, Blanco consideró una misión imposible el triunfo el PP y se manifestó convencido de que el cambio es irreversible y de que el candidato socialista Emilio Pérez Touriño sería el futuro presidente de Galicia.
A pesar de haber perdido cinco escaños que lo ponen al borde de perder el gobierno que ejerce desde 1989, el actual presidente de Galicia y fundador del PP, Manuel Fraga, no vaciló en alzar una copa de champán junto a sus colaboradores.
El presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, habló de derrota socialista y justificó la caída en votos recordando que las cuatro mayorías absolutas consecutivas en Galicia, lo que hace difícil volver a ganar absolutamente. Pero esta vez también se obtuvieron mejores resultados que en 1989, en los primeros comicios que llevaron al PP al gobierno gallego, adicionó.
En la misma línea se ubicó Ángel Acebes, secretario general del PP y ex ministro del Interior, quien entendió el resultado de lo escrutado como una gran victoria para el PP y un gran fracaso para (José Luis Rodríguez) Zapatero, el presidente socialista del gobierno español.
Si los votos del exterior dieran el triunfo al PP, el PSOE podrá argumentar que ha ganado votos y escaños y considerar el resultado como un avance que ayudará a consolidar al partido. Si los socialistas y los gallegos nacionalistas ganan, estallaría la crisis del PP, hasta ahora casi silenciada, aunque en los últimos meses hayan trascendido fuertes enfrentamientos internos.
El PP gobernó España entre 1996 y 2004, cuando perdió los comicios tres días después de un sangriento ataque terrorista aparentemente perpetrado por islamistas radicales que buscaban cobrarse así la participación española en la invasión estadounidense de Iraq.
Fraga ya anticipó que en caso de no lograr la banca faltante en el parlamento gallego, encabezaría la oposición parlamentaria, aunque a sus 82 años de edad tropieza con varios problemas de salud.
Fraga fue ministro de la dictadura de Francisco Franco (1939-1975) y de los primeros momentos de la transición democrática, tras la muerte del dictador.
El PP ha postulado a Fraga en Galicia desde 1989, obteniendo siempre mayoría absoluta.