CHINA: De oportunidad a amenaza

La teoría de la «amenaza china» preocupa a las autoridades de este país, quienes desmintieron que el fortalecimiento militar del gigante de Asia ponga en riesgo la estabilidad regional, como acusó el secretario de Defensa estadounidense Donald Rumsfeld.

Asimismo, Beijing teme que las permanentes disputas con socios comerciales internacionales por políticas que abarcan desde los tipos de cambio hasta las exportaciones de textiles agreguen más peso a esa teoría.

Las consecuencias del surgimiento de China como gran potencia mundial se están volviendo evidentes tanto para países ricos como pobres. Hasta ahora, la mayoría de los países consideraban ventajosa para el comercio internacional la voraz demanda china de materia prima, tecnología y capital.

Pero la negativa de Beijing a cambiar sus políticas en materia monetaria (Estados Unidos se queja de su inundación por importaciones chinas debido al mantenimiento de un tipo de cambio fijo del yuan con el dólar) y en sectores de exportación sensibles crea preocupación en sus socios comerciales y hace que el país más poblado del mundo sea considerado una amenaza en lugar de una oportunidad.

El Diario del Pueblo, periódico insignia del gobernante Partido Comunista, analizó esa posibilidad en un artículo de tapa, después que el secretario de Defensa estadounidense Donald Rumsfeld acusara la semana pasada a China de poner en riesgo la estabilidad regional mediante su fortalecimiento militar.

"Al promover en el exterior la 'teoría de la amenaza china', Rumsfeld trata de sembrar dudas en los vecinos de China, para perturbar las relaciones con nuestros vecinos de Asia oriental", acusó el diario.

"Pero parece que esa estrategia no va a prosperar, porque las personas libre de prejuicio pueden ver claramente que el desarrollo pacífico de China es una oportunidad, no una amenaza", agregó.

Liu Jianchao, portavoz de la cancillería, advirtió también esta semana que "cualquier exageración de la amenaza militar china dañará la paz y la estabilidad regional".

Liu defendió las políticas de defensa de su gobierno y señaló que el gasto militar de Estados Unidos asciende a 455.900 millones de dólares, 17,8 veces más que el de China. Si se calcula por habitante, el gasto estadounidense es 77 veces el chino, agregó.

Beijing admitió que su gasto militar está en aumento, pero arguyó que el objetivo es la modernización del ejército y el aumento de los sueldos del personal militar.

China aprobó un presupuesto de defensa nacional equivalente a 29.500 millones de dólares para 2005, un aumento de 12,6 por ciento sobre el presupuesto del año pasado.

"Junto con su crecimiento económico, China ha aumentado su gasto en defensa nacional en los últimos años", declaró el general Ding Jiye, director de la oficina de finanzas del Departamento de Logística General del Ejército de Liberación del Pueblo, citado este viernes por la agencia estatal de noticias Xinhua.

"Sin embargo, China no tiene intenciones de una expansión militar en gran escala", aclaró.

Ding respondió así a las declaraciones de Rumsfeld, quien sostuvo que la inversión de China en misiles y otras tecnologías militares no sólo amenaza a Taiwan e intereses estadounidenses, sino también a vecinos asiáticos que se consideran socios comerciales de Beijing, no rivales.

"Dado que ningún país amenaza a China, ¿por qué este aumento de la inversión?", preguntó Rumsfeld en una conferencia sobre seguridad asiática, en Singapur.

Pese a esta visión, Beijing mejoró sus relaciones con la mayoría de sus vecinos en los últimos cuatro años.

En noviembre de 2002, Beijing y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) acordaron crear una zona de libre comercio entre China y los seis miembros originales de esa asociación: Brunei, Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur y Tailandia.

Un año después, ASEAN y China lanzaron la Asociación Estratégica para la Paz y la Seguridad. En 2004, firmaron dos acuerdos más, uno sobre resolución de disputas comerciales y otro que compromete a todas las partes a resolver las diferencias sobre el mar de China Meridional "sin amenazas ni uso de la fuerza".

En este marco, no sorprende que el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, haya dicho que "cualquier intento por contener a China tendrá poco respaldo en la región".

Aunque los vecinos de Asia han temido históricamente la dominación China, esa percepción ha cambiado a nivel popular. Una encuesta internacional de la cadena de noticias británica BBC reveló en diciembre de 2004 que la tasa de aprobación hacia China en sus seis países vecinos varía desde 70 por ciento en Filipinas hasta 49 por ciento en Corea del Sur, y sólo en Japón cae a 22 por ciento. (

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