La irrupción del empresario Sebastián Piñera en la carrera para las elecciones presidenciales del 11 de diciembre en Chile provocó un sismo político, cuyo impacto más trascendental fue el retiro de la precandidata del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Soledad Alvear.
La renuncia de Alvear, conocida en la noche del martes, canceló los comicios primarios del 31 de julio en la gobernante Concertación por la Democracia, y dejó como candidata única de esa coalición de centroizquierda a Michelle Bachelet, del Partido Socialista (PS), respaldada por los partidos Por la Democracia (PPD) y Radical Socialdemócrata (PRSD).
La junta nacional del PDC será convocada para formalizar la nominación de Bachelet como abanderada única del conglomerado gobernante, anunciaron este miércoles el senador Adolfo Zaldívar y el diputado Jaime Mulet, presidente y secretario general de ese partido, respectivamente.
El presidente Ricardo Lagos dijo también este miércoles que estaba contento con el importante gesto y la generosidad de Alvear. Es una muestra más de la gobernabilidad que la Concertación (por la Democracia) le da a Chile, al agrupar a todos sus partidos en torno a Bachelet, agregó el mandatario.
La opción de Alvear, superada siempre en las encuestas por Bachelet, se diluyó en forma acelerada desde que el 14 de este mes el Partido Renovación Nacional (PRN) proclamara candidato presidencial a Piñera, como alternativa al hasta entonces solitario aspirante de la oposición derechista Joaquín Lavín, de la Unión Demócrata Independiente (UDI).
Piñera, un empresario liberal, se lanzó como político capaz de atraer votos del centrismo más moderado proclive a Alvear, y dos sondeos de opinión del pasado fin de semana le dieron la razón, al situarlo en tercer lugar, detrás de Bachelet y Lavín, desplazando al cuarto puesto a la ex canciller.
Alvear, quien fue ministra de Relaciones Exteriores, y de Justicia y de la Mujer, anunció en un breve comunicado su decisión de retirarse de la competencia presidencial por el bien de la Concertación y del país, a fin de fortalecer la candidatura de Michelle Bachelet.
De esta forma Michelle Bachelet es la candidata única de la Concertación y la futura presidenta de Chile, señaló Alvear. Me siento orgullosa de contribuir a que una mujer se convierta (por primera vez) en presidenta de Chile, subrayó la ex canciller, quien se abstuvo de responder preguntas de los reporteros.
Bachelet, ex ministra de Defensa y de Salud, agradeció como un gesto de grandeza la decisión de Alvear, mientras sus partidarios llamaron a fortalecer la coalición de centroizquierda y consideraron que el llamado factor Piñera está sobredimensionado como potencial amenaza para la ahora candidata única del oficialismo.
La Concertación, integrada por el PDC, el PS, el PPD y el PRSD, gobierna Chile desde la restauración de la democracia en 1990, primero con los democristianos Patricio Aylwin (1990-1994) y Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000), antecesor de Lagos, líder del bloque PS-PPD, cuyo mandato finaliza el 11 de marzo de 2006.
El fuerte deterioro de la precandidatura de Alvear fue reflejado en una encuesta telefónica del diario El Mercurio y la consultora Opina, los días 17 y 18, en la que la aspirante del PDC apareció apenas con 12,8 por ciento de apoyo para las primarias de la coalición oficialista, mientras Bachelet alcanzó 81 por ciento.
En el mismo sondeo, un hipotético escenario de comicios internos en la opositora Alianza por Chile, que conforman la UDI y el PRN, mostró un respaldo de 58,5 por ciento para Lavín y de 32,4 por ciento para Piñera, quien se mostró muy satisfecho con el resultado, considerando que su candidatura apenas se está posicionando.
Desde su sorpresiva proclamación, el abanderado del PRN puntualizó que no competiría en primarias con Lavín y que su propósito era llegar al 11 de diciembre, con el argumento de que dos candidatos derechistas impedirían el triunfo del oficialismo en la primera vuelta de las presidenciales.
La Constitución de 1980, aprobada en referéndum bajo la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), introdujo el mecanismo del balotaje presidencial, en caso de que ningún candidato alcance mayoría absoluta en la primera votación, aplicado por primera vez en enero de 2000, luego del empate técnico de Lagos y Lavín en la primera vuelta de diciembre de 1999.
El sondeo de El Mercurio-Opina estableció, en una competencia de cuatro candidatos, una votación de 35,1 por ciento para Bachelet, de 21,5 por ciento para Lavín, 14,1 por ciento para Piñera y solo 7,2 por ciento para Alvear. Según esta encuesta, 20,5 por ciento de los consultados aún estaban indecisos.
Otro sondeo, del diario La Tercera y la consultora Feedback, dio 9,1 por ciento de preferencias a Alvear, detrás de Piñera, con 16,4 por ciento, de Lavín, con 20,9 por ciento, y de Bachelet, con 44 por ciento de intención de voto.
Además de las encuestas, el elemento desencadenante de la renuncia Alvear fue el escaso apoyo político y el nulo aporte financiero a su campaña de su propio partido, el PDC, lo cual dio motivo a una dura carta de la precandidata a Zaldívar, que trascendió a la prensa el fin de semana.
Ningún miembro de la directiva del PDC acompañó a Alvear en el anuncio del retiro de su precandidatura la noche del martes, lo cual alentó la impresión de que el partido dejó morir la postulación que la ex canciller ganó en enero, derrotando precisamente a Zaldívar en una reunión de la junta nacional.
El presidente del PDC está más interesado en negociar la lista común que la Concertación por la Democracia llevará en las legislativas simultáneas a la presidencial del 11 de diciembre, donde se renovarán los 120 cargos de la Cámara de Diputados y 19 de los 38 sillones del Senado.
El sistema binominal impuesto por Pinochet, que implica la elección de solo dos cargos en cada distrito de diputados y en cada circunscripción senatorial, obliga a acuerdos de bloques políticos y beneficia a la Concertación y a la alianza derechista, marginando del Poder Legislativo a los partidos Comunista, Humanista y a otras fuerzas menores de izquierda.
El PDC aspira a retener 10 de las 19 bancas del Senado que se renuevan en diciembre y a mantenerse a través de las legislativas como la primera fuerza política de Chile, condición que perdió en las parlamentarias de 2001 a favor de la UDI, pero que recuperó en los comicios municipales de octubre de 2004.
Que nadie se equivoque con lo acontecido, dijo Zaldívar en su declaración de este miércoles a propósito del retiro de Alvear.
La Democracia Cristiana como partido mayoritario de Chile mantendrá inalterable su compromiso con la clase media y los más desposeídos, impulsando a través de sus parlamentarios, alcaldes y concejales, la corrección del modelo económico que defienden Joaquín Lavín y Sebastián Piñera, agregó.
Analistas locales coinciden en que la irrupción de Piñera, un empresario de perfil moderno que, al contrario de Lavín nunca se identificó con el ex dictador Pinochet, dio un renovado aliento a la derecha liberal que está en condiciones de disputar terreno tanto a la UDI como al PDC.
Piñera, hijo de uno de los fundadores del PDC, es a los 53 años uno de los empresarios más ricos de este país. Es inversionista mayoritario de la aerolínea Lan Chile y de otras empresas, como el centro comercial Parque Arauco, la administradora de tarjetas de crédito Bancard, la clínica Las Condes y la editorial Los Andes.
Piñera preside la Fundación Futuro y hace un mes se asoció con el millonario estadounidense Douglas Tompkins para crear un santuario de protección de la ballena azul en el sur del país. Ésta fue su última operación empresarial, luego de la compra al grupo venezolano Cisneros de la televisora Chilevisión. (