El ex primer ministro portugués, el socialista Antonio Guterres fue seleccionado por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, para ejercer el cargo de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), venciendo presiones de varios países.
La decisión del secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) fue divulgada simultáneamente este martes en la sede del foro mundial en Nueva York y en Lisboa, donde el canciller Diogo Freitas do Amaral convocó a los periodistas para regocijarse por este reconocimiento internacional de Portugal en la sociedad de las naciones.
En términos similares se expresaron destacados líderes portugueses cuando en julio de 2004, el entonces primer ministro conservador José Manuel Durão Barroso fue invitado a presidir la Comisión de la Unión Europea (UE), el ejecutivo federado de la unión de 25 países.
Al elegir al ingeniero electrónico Antonio Manuel de Oliveira Guterres, nacido hace 56 años en Santos-o-Velho, Lisboa, Annan descartó a otros cuatro candidatos que hacían parte de la lista para la selección final, desoyendo presiones de países poco proclives a que el político que preside la Internacional Socialista (IS) encabezara el Acnur.
La IS reúne a partidos socialdemócratas, socialistas y laboristas de unos 140 países.
Guterres, secretario general del Partido Socialista (PS) desde 1992 a 2002 y jefe del gobierno entre 1995 y 2002, reemplazará al holandés Ruud Lubbers, forzado a renunciar por acusaciones de asedio sexual a una funcionaria de esa agencia especializada da la ONU.
En el camino quedaron el francés Bernard Kouchner y el danés Soren Jensen-Petersen, respectivamente, anterior y actual representante especial de la ONU en la provincia autónoma serbia de Kosovo, el australiano Gareth Evans, presidente del no gubernamental International Crisis Group, con sede en Bruselas y el tunecino Kamel Morjane, alto comisionado adjunto para los refugiados.
Además de la experiencia de Guterres en derechos humanos, cooperación y refugiados y en su perfecto dominio del inglés y el francés, y su buen nivel en español e italiano, otros factores parecen haber influido en la decisión de Annan.
Guterres no contó inicialmente con la simpatía de Estados Unidos, cuya opinión era considerada fundamental, pero poco a poco Washington reconoció que estaba muy impresionado con los apoyos internacionales que recogía la postulación del portugués.
Otro factor que parece haber influido en la postura de Washington fue el trabajo de promoción que efectuaron dos políticos socialistas declaradamente pro estadounidenses, el presidente del parlamento portugués Jaime Gama y del ex consejero especial del gobierno provisorio de Iraq, José Lamego.
En los sectores más conservadores del ámbito internacional, jugó a favor de Guterres su probado catolicismo militante, con un pasado juvenil de trabajo voluntario en obras sociales de la Iglesia y su decisivo apoyo al triunfo del no en el referendo portugués sobre la despenalización del aborto en 1997.
En el grupo de países más poderosos, Guterres contó con el apoyo declarado de Rusia y de China, miembros permanentes del Consejo de Seguridad del foro mundial, con la neutralidad de Gran Bretaña, debido a la presencia de un candidato francés, y con la no hostilidad de Estados Unidos.
En el ámbito de la Unión Europea, Alemania y España se inclinaron por el presidente de la IS, en la que son miembros fuertes el Partido Social Demócrata del canciller alemán Gerhard Schroeder y el Partido Socialista Obrero Español del presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
Fuera de Europa, Guterres contó con respaldo abierto de la comunidad de naciones lusófonas, en un concierto dirigido por la batuta brasileña.
Angola, Mozambique, Guinea-Bissau, Cabo Verde y Santo Tomé y Príncipe se movilizaban para obtener apoyos entre sus vecinos, y en Asia, pese a su reducido peso político, Timor Oriental apeló al gran prestigio personal de su presidente José Alexandre Xanana Gusmão para promover la candidatura de Guterres.
Resultó fundamental en los países del Sur, y en especial en América Latina, el empeño diplomático de Brasil, que no escatimó esfuerzos para lograr sustanciales apoyos al candidato.
Pese a ser un representante del mundo rico, la trayectoria y el pensamiento de Guterres marcan una cierta ruptura en una tendencia de nombramientos en organismos multilaterales y agencias de la ONU efectuados en los últimos meses.
Los más resonantes fueron el proteccionista francés Pascal Lamy como director general de la Organización Mundial del Comercio y el neoconservador estadounidense Paul Wolfowitz (uno de los arquitectos de la guerra contra Iraq) al frente del Banco Mundial.
Pero también la secretaria (ministra) de Agricultura del primer gobierno de George W. Bush, Ann Veneman, como directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
El Acnur tiene 6.000 funcionarios desplegados en 115 países. Creado en 1950 por la Asamblea General de la ONU, el organismo especializado ha ganado dos premios Nobel de la Paz y asistido a más de 50 millones de personas, según un comunicado divulgado este martes por el foro mundial.
Tras la aprobación por la Asamblea General del foro mundial, que se descuenta, Guterres comenzará su mandato de tres años el 15 de junio, con el aplauso de portugueses de todos los sectores políticos, que no esconden un profundo orgullo nacional ante la opción lusitana de Annan.
Aplaudieron sin reservas la decisión de Annan dirigentes históricos de la izquierda y la derecha portuguesas ya retirados de la política activa, pero con un enorme peso en la sociedad, como el ex presidente socialista Mario Soares y el ex primer ministro conservador Anibal Cavaco e Silva.
Desde Bruselas llegó el apoyo de su enemigo de ayer. La Comisión Europea continuará prestando un apoyo sustancial a la organización que Antonio Guterres va a encabezar, dijo Durão Barroso en una declaración escrita.
Se trata de una importante misión, en un momento igualmente importante, subraya la misiva, al estimar que los 17 millones de refugiados del mundo representan desafíos enormes para a Europa, para el mundo y para los propios refugiados a los que Guterres llevará su competencia y su sincero empeño en esta causa.
El primer ministro José Sócrates expresó que esta es una clara victoria para Antonio Guterres, pero también de la diplomacia portuguesa, que realizó una intensa actividad internacional a favor de la postulación.
Pero Guterres, según Sócrates, es también una excelente noticia para el sistema de Naciones Unidas, que se verá reforzado con un nuevo dirigente, dotado de elevada competencia profesional, gran experiencia gubernativa y de fuerte sentido de solidaridad y vocación humanitaria.