DESARROLLO: El crecimiento urbano como oportunidad

La población de las ciudades crece a un ritmo de 180.000 habitantes por día, pero esto no es necesariamente algo negativo, advirtieron expertos en desarrollo.

El rápido crecimiento urbano puede producir pobreza, inequidad y otros problemas sociales, pero las ciudades son también centros de crecimiento económico y una oportunidad de desarrollo para las sociedades, señalaron..

”La humanidad se encuentra sólo a medio camino en su transformación hacia la vida urbana”, señaló Shigeo Katsu, vicepresidente del Banco Mundial, en la sesión inaugural en Berlín del octavo congreso mundial de Metrópolis, una asociación de grandes ciudades.

Para 2030, habrá 2.000 millones de nuevos residentes urbanos. Muchos de ellos terminarán en asentamientos precarios, en los ”cinturones de pobreza” de las ciudades.

Uno de cada 10 residentes urbanos ya viven en asentamientos; en África, esa proporción asciende a siete de cada 10. En total, 900 millones de personas viven en barrios precarios, según el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Habitat).

”Esta es una de las manifestaciones más visibles de pobreza”, dijo a la reunión Anna Tibaijuka, directora ejecutiva de Habitat. La urbanización caótica es el problema mundial más importante a atacar después de la pandemia de VIH/sida, exhortó.

El rápido crecimiento de las ciudades presenta un enorme desafío para las autoridades municipales y nacionales en cuanto al abastecimiento de agua potable, educación y vivienda.

Aunque 80 por ciento de los pobres del mundo todavía viven en zonas rurales, tienden a trasladarse a las ciudades porque éstas ofrecen mejores oportunidades en materia de educación, salud empleo e ingresos.

”La gente se muda a las ciudades en la esperanza de una vida mejor, y normalmente la obtienen, aunque sea en asentamientos precarios”, dijo a IPS Reiner Klingholz, del Instituto de Berlín para la Población y el Desarrollo.

Los alcaldes participantes del congreso, del 11 al 15 de este mes, perciben al rápido crecimiento urbano como amenaza, pero Klingholz observa el lado positivo del fenómeno. ”Es una consecuencia lógica de la intensificación de la agricultura”, dijo.

A medida que la agricultura se vuelve más eficiente, se precisan menos trabajadores para producir alimentos, y esto otorga a la gente más libertad para convertirse al trabajo en la producción indusgtrial. ”Todos los países que escaparon de la trampa de la pobreza lo hicieron de esta forma”, explicó.

Aunque la mayoría de los habitantes de los asentamientos no tienen accso a agua potable, saneamiento ni manejo de residuos, su situación es mejor que en zonas rurales.

”Las ciudades tienen la gran ventaja de proveer servicios a poca distancia”, destacó Klingholz, y agregó que el suministro de alimentos suele ser mejor en las ciudades que en el campo.

Habitat estima que antes de 2015 habrá 27 megaciudades, con una población superior a 10 millones de dólares cada una, en su mayoría en Asia.

Las mujeres residentes de esas ciudades tendrán un papel clave, resaltó Ashok Kumar Walia, ministra de Desarrollo Urbano de Nueva Delhi.

”Si la mujer se educa, toda la familia se educa, la salud es atendida y la población no crece tan rápidamente”, observó.

Pero a medida que las ciudades crecen, precisan del apoyo de agencias internacionales y gobiernos nacionales, advirtieron expertos en la reunión..

El Banco Mundial debe trabajar directamente con gobiernos locales y alcaldes, opinó Patrick Ramiaramanana, alcalde de la ciudad de Antananarivo, Malasia. ”Los problemas sólo pueden resolverse de abajo hacia arriba”.

Las ciudades representan cerca de 60 por ciento del crecimiento económico mundial, según datos del Banco Mundial.

Por ese motivo, el crecimiento urbano ordenado es clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio acordados por los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas en 2000.

Los objetivos incluyen la reducción de la pobreza extrema y el hambre a la mitad, la educación primaria universal, la promoción de la igualdad de género, la reducción de la mortalidad materna en tres cuartos, de la mortalidad infantil en dos tercios, y el combate al sida, la malaria y otras enfermedades.

Las metas específicas deben cumplirse antes de 2015 y tienen como referencia los niveles de 1990.

El objetivo número siete, ”lograr la sustentabilidad ambiental”, implica una mejora de vida significativa para la vida de al menos 100 millones de habitantes de asentamientos urbanos antes de 2020. ”Pero es vital que no observemos esa situación en aislamiento”, exhortó Tibaijuka.

En 2003, las mayores ciudades del mundo eran Tokio (35 millones de habitantes), Ciudad de México, Sao Paulo y Nueva York (cerca de 19 millones cada una), y Mumbai (17 millones), según la ONU.

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