DESARROLLO: Cuando la asistencia conduce al suicidio

Las políticas de asistencia al desarrollo de Gran Bretaña, con las que a su vez predica la liberalización del mercado, llevaron a más de 4.000 granjeros pobres del meridional estado indio de Andhra Pradesh a quitarse la vida, señaló la organización benéfica internacional Christian Aid.

En su informe ”El daño causado: ayuda, muerte y dogma”, el grupo señala que las políticas de libre comercio sin restricciones ”causaron una crisis en la agricultura india y aumentaron la deuda del sector rural, lo que derivó en una epidemia de suicidios entre los granjeros pobres”.

El estudio, divulgado el lunes, en particular acusa a la prédica liberalizadora del Departamento para el Desarrollo Internacional (DFID, por sus siglas en inglés) del gobierno británico, contenida en sus planes de asistencia.

”No estamos diciendo que fue una situación causa y efecto, como si fuera algo negro o blanco. Es una situación compleja resultante de las reformas llevadas a cabo por (el ex gobernador de Andhra Pradesh, Chandrababu) Naidu con dinero y apoyo del DFID”, dijo a IPS John Mcghie, de Christian Aid.

El informe documenta varias historias personales de endeudamiento y desesperación que condujeron al suicidio a hombres y mujeres que vivían de la agricultura, e incluye sus fotografías y las de sus familias.

El gobierno británico financió ”el diseño de un esquema privatizador para India, a cargo del Instituto Adam Smith, fundamentalista del libre mercado, que le costó el empleo a unos 45.000 funcionarios públicos” de ese país, indicó la organización.

El derechista Instituto Adam Smith tiene sedes en Gran Bretaña y Estados Unidos, y su objetivo es promover el libre comercio en el mundo. Se opone al estado de bienestar y apoya la aplicación de los mismos impuestos para ricos y pobres.

Este instituto propuso reestructurar 42 empresas del sector público indio, entre ellas la Corporación para el Desarrollo de la Semilla y la Corporación para el Desarrollo de la Irrigación, ambas de Andhra Pradesh, indicó Mcghie.

Esto provocó deudas generalizadas en el sector agrícola y una ola de suicidios que aún continúa, añadió.

El Instituto Adam Smith se negó a dialogar con IPS sobre el informe de Christian Aid.

El estudio subraya el devastador impacto que tuvo el libre comercio irrestricto también en Ghana y Jamaica.

En el país caribeño, ”un gran número de mujeres han sido arrastradas a la prostitución y al narcotráfico luego de que la liberalización acabara con sus posibilidades de trabajo”.

En Ghana, las instituciones democráticas han cedido ante las presiones para liberar el mercado, y las pocas leyes que protegían a los granjeros más pobres fueron enmendadas por recomendación del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial.

Pero Andhra Pradesh es el lugar donde las políticas liberales han causado más perjuicios.

”Este informe demuestra en detalle el daño hecho a los pobres cuando se invoca el dogma del así llamado 'libre' mercado para reducir la pobreza”, dijo el director de Christian Aid, Daleep Mukarji.

”Es un escándalo que el gobierno de Gran Bretaña haya respaldado esas políticas y utilizado el dinero de sus contribuyentes para elaborar esquemas que han contribuido al suicidio de los granjeros indios y hecho que un gran número de trabajadores de ese país sean despedidos”, afirmó.

El informe de la organización humanitaria también analizó el cambio mostrado en los últimos meses por el gobierno del primer ministro británico Tony Blair en asuntos vinculados al desarrollo y a la liberalización comercial.

A inicios de este año, tanto el DFID como la Comisión para África creada por Blair señalaron que los países en desarrollo no debían ser sometidos a más presiones para que abrieran sus mercados como condición para recibir ayuda.

La Comisión para África presentó en marzo un plan que pide a los países ricos destinar 25.000 millones de dólares anuales a ese continente hasta 2010.

Además propuso la cancelación de 100 por ciento de la deuda externa de las naciones africanas y sugirió que los países ricos cumplan con su promesa de destinar 0,7 por ciento de su producto interno bruto a la asistencia oficial al desarrollo (ODA).

El plan prevé también una ayuda extraordinaria por otros 25.000 millones de dólares anuales hasta 2015, bajo la condición de que para ese período se constate en el continente una ”buena gobernanza”.

La Comisión también llamó al Norte industrializado a brindar una ”ayuda unificada” las naciones de África y a levantar las barreras comerciales a sus productos, en especial los agrícolas.

Sin embargo, Christian Aid señala que la política de asistencia británica, así como las del Banco Mundial y del FMI, aún se basan en principios liberales.

La retórica de Blair se debe traducir en hechos concretos a través de un cambio en la legislación sobre asistencia internacional, señaló la organización.

Christian Aid exige al gobierno británico que reforme la Ley para el Desarrollo Internacional, de 2002, que condiciona la asistencia a la apertura del mercado de los países beneficiados.

”Antes de las elecciones (británicas a principios de este mes, en las que Blair fue reelegido), el gobierno anunció que había cambiado de opinión sobre las exigencias de liberalización y privatización. Esto fue elogiado. Pero, como demuestra el informe, las políticas y principios básicos aún deben ser modificados en forma drástica para que tengan un impacto positivo en la vida de los pobres”, dijo Mukarji.

Blair debería aprovechar su lugar en el Grupo de los Ocho (países más poderosos del mundo, Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia) para presionar una reforma en el FMI y el Banco Mundial, sostuvo.

”Los escándalos contenidos en este informe no deben repetirse”, añadió.

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