En la conferencia de la ONU sobre desarme nuclear en curso, Estados Unidos se concentra en las actividades sospechosas de Irán y Corea del Norte, pero otros países destacan el impacto del arsenal israelí en los esfuerzos por establecer una zona libre de armas nucleares en Medio Oriente.
Los diplomáticos del mundo árabe y de países en desarrollo coinciden con las preocupaciones del presidente estadounidense George W. Bush sobre las ambiciones nucleares de Teherán y Pyongyang.
Pero en las dos semanas de debate ya transcurridas, un negociador detrás del otro urgió a la comunidad personal a colaborar con un Medio Oriente libre de armas nucleares presionando a Israel para que abandone su programa de desarrollo en la materia.
La presencia de armas nucleares no es solo un impedimento para la paz en la región, sino para todo el mundo, dijo el diplomático qatarí Nasr Al Alí en la conferencia en Nueva York para evaluar el Tratado de No Proliferación de Armas Nuclares, que se celebra cada cuatro años.
Estas armas son un gran obstáculo para la paz y la seguridad en la región, declaró, por su parte, el representante saudita Naif Bin Bandar Al-Sudairy.
Las demandas por el establecimiento de una zona libre de armas nucleares consta en varias resoluciones de la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y otras aprobadas por consenso en pasadas conferencias de revisión del Tratado.
Con entre 200 y 300 bombas nucleares, Israel, que no es parte del Tratado, anunció que lo firmará sólo después de la consagración de un acuerdo de paz definitivo con sus vecinos árabes, a muchos de los cuales considera hostiles.
El ingeniero israelí Mordechai Vanunu salió en libertad en abril de 2004, después de purgar una condena de 18 años de cárcel por revelar al público la existencia de un programa de desarrollo de armas nucleares
Una zona libre de armas nucleares en Medio Oriente sería vista muy favorablemente por Israel una vez que tengamos una paz completa en el área y no haya peligro de ataques o deslegitimación por parte de otro país, dijo el embajador israelí Daniel Ayalon.
Funcionarios israelíes afirmaron que sus armas nucleares no representan una amenaza contra otros países, y que solo sirven como disuasivo contra una invasión de sus vecinos.
El riesgo real de la proliferación nuclear en Medio Oriente emana de países que, a pesar de ser parte de tratados internacionales, no los cumplen, dijo Alan Bar, director del Departamento de Control de Armas de la cancillería israelí.
Estos países están comprometidos en gestiones para adquirir armas de destrucción masiva y misiles balísticos con un efecto desestabilizador, no solo a escala regional sino mundial, agregó Bar.
El funcionario aseguró que su país nunca amenazó a sus vecinos ni incumplió sus obligaciones bajo ningún tratado de desarme.
Diplomáticos árabes rechazaron esas afirmaciones.
La paz no se basa sobre la posesión de armas de destrucción masiva. La paz real debe consolidarse sobre la confianza y las buenas intenciones. Se basa sobre liberar la región de la injusticia, la ocupación y la agresión, sostuvo Sudairy.
Los defensores de la política armamentística israelí consideran que Irán es el mayor potencial desestabilizador nuclear en Medio Oriente.
La pregunta es si lo amenazado por Irán es el régimen de no proliferación nuclear como un todo, no si la creación de una zona libre de armas nucleares es inmediatamente factible, dijo a IPS Ariel Cohen analista de la Fundación Heritage, institución académica estadounidense.
Sería factible en cierto modo, pero en este momento la amenaza procede de India, Pakistán y Corea del Norte, explicó Cohen.
India y Pakistán, rivales y vecinos en Asia meridional, probaron sus armas nucleares en 1998 y se han negado a firmar el tratado de no proliferación. Por su parte, Corea del Norte desafió la presión de Estados Unidos y se retiró de esa convención internacional hace dos años.
Si Irán viola el tratado, habrá un efecto dominó que involucraría a Turquía, Arabia Saudita y Egipto. Eso significa que Israel no deberá ocultarse más detrás de su creativa ambigüedad, sino que tendrá que amartillar sus armas. Ésa será la contribución de Irán a un Medio Oriente más inestable, sostuvo el experto.
Muchos expertos comparten el temor a la inestabilidad nuclear, pero desde una perspectiva radicalmente diferente.
El mundo hace bien en recordar que la mayoría de los programas armamentistas de Medio Oriente comenzaron como respuesta a las armas nucleares de Israel, dijo Joseph Cirincione, del Fondo Carnegie para la Paz Internacional.
Todos sabemos que Israel esconde bombas en el armario. Llevarlas a la mesa como parte de un acuerdo regional podría ser el único modo de impedir que otros fabriquen las suyas en el sótano, consideró.
Mientras, los representantes de Estados Unidos no indicaron movimientos significativos en esa dirección.
Nuestra posición no cambió. Hemos presionado a Israel para que se una al tratado. Estamos preocupados hace mucho tiempo por la seguridad de sus instalaciones nucleares, dijo un integrante de la misión estadounidense en la ONU.
En los años 90, Estados Unidos, Israel y el mundo árabe manifestaron su apoyo a la meta de la no proliferación, pero no lograron avanzar por el estancamiento del proceso de paz.
Numerosos delegados subrayaron que la política nuclear estadounidense se basa en el doble discurso y en la hipocresía.
Algunos estados que hacen la guerra contra el armamentismo nucleares defienden a Israel y perjudican así las iniciativas de establecer una zona libre de esas armas en Medio Oriente, idjo el embajador de Siria, Fayssal Mekdad, en obvia referencia a Washington, que acusa a Damasco de apoyo a grupos terroristas.
Egipto ha tenido un rol de liderazgo en esta conferencia, en representación del Movimiento de Países No Alineados, bloque que reúne a 115 naciones en desarrollo integrantes de la ONU.
El Cairo urgió a la conferencia a crear un organismo a cargo de implementar sus pasadas resoluciones sobre zonas libres de armas nucleares. (