ARGENTINA: Energía patagónica a puro viento e hidrógeno

Un laboratorio situado en la austral Patagonia argentina produce hidrógeno a partir de energía eólica para abastecer a una aldea y demostrar que se puede sustituir combustibles contaminantes derivados del petróleo.

El proyecto tiene como centro a la comunidad Nuestra Señora de Koluel Kaike, de 200 habitantes, a partir de una tecnología que combina la energía del viento y del hidrógeno. La meta es llegar a 2008 con capacidad para abastecer la demanda energética de 500 personas.

”El objetivo es que la comisión de fomento, las viviendas, escuelas, los automóviles, la maquinaria agrícola, todo en Koluel Kaike funcione a hidrógeno”, dijo a Tierramérica el ingeniero Juan Carlos Bolcich, presidente de la Asociación Argentina del Hidrógeno y promotor de este proyecto.

La Planta de Generación de Hidrógeno se ubica a 23 kilómetros de Koluel Kaike, en Pico Truncado, provincia de Santa Cruz, 2.000 kilómetros al sur de Buenos Aires, donde viven 15.000 personas, un tercio de las cuales ya se abastece de electricidad generada con el viento, a pesar de la riqueza petrolera y gasífera de la zona.

La Patagonia tiene un extraordinario potencial de energía eólica debido a sus vientos fuertes y constantes. Con esa potencia, los aerogeneradores de la Planta de Generación producen electricidad que alimenta un electrolizador.

Mediante electrólisis, se rompen las moléculas de agua y se obtiene hidrógeno y oxígeno. Este procedimiento permite el almacenamiento de hidrógeno, ya probado con éxito como combustible de motores, tanto para ser utilizado cuando el viento merma, como para distribuirlo dentro y fuera del país.

”El hidrógeno va camino a sustituir al petróleo. Los combustibles fósiles contaminan, son caros y se acaban, esto es inagotable”, destacó el experto.

El proyecto es candidato para ingresar a la lista de Mecanismos de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kyoto sobre cambio climático, destinado a tecnologías que no emitan gases que recalientan la atmósfera.

El proyecto ”Viento-Hidrógeno” es el capítulo americano de un programa más vasto del International Center for Hydrogen Energy Technologies de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Unido, por sus siglas en inglés).

El plan se lleva a cabo en pequeña escala en cinco continentes.

En China se produce hidrógeno a partir de energía hidráulica, en Libia la experiencia se propone completar el ciclo con energía solar, en Turquía se ensayará la utilización del nuevo combustible en el transporte público, y en Oceanía se generará hidrógeno a partir de biomasa (materia orgánica).

El hidrógeno es el elemento más básico y abundante en la naturaleza, y su combustión es totalmente limpia. El problema es que no se lo encuentra aislado, y su producción, mediante electrólisis, requiere gasto de energía.

”El debate está en la energía que se utilice para producirlo”, dijo a Tierramérica Juan Carlos Villalonga, experto en energía de la organización ecologista Greenpeace.

”Si el hidrógeno es cooptado por los productores de energía nuclear o de petróleo, entonces será hidrógeno sucio”, advirtió Villalonga. En cambio, la combinación con energía eólica resulta ideal, opinó.

”El hidrógeno tiene un potencial enorme por su capacidad de almacenaje. Permitiría dar el salto para que la matriz energética (de Argentina) que hoy tiene a las renovables en posición marginal, pase a ser totalmente dependiente de estas energías”, manifestó.

Pero, ¿cuánto más caro que el combustible fósil resultará producir hidrógeno a partir de fuentes limpias? Por el momento sigue siendo costoso, aunque el aumento de los precios del petróleo contribuye a reducir la brecha.

Bolcich cree que el aumento del precio del crudo y el virtual agotamiento de las reservas están generando un escenario en el cual la energía eólica será más competitiva. ”Para 2009 las dos energías estarán compitiendo en toda la Patagonia”, vaticinó.

Pero ese futuro requiere trabajo local y cooperación internacional.

El objetivo de la planta de Pico Truncado es producir hidrógeno bajo todas las normas de seguridad, probarlo como generador de energía para equipos electrógenos, vehículos, cocinas y maquinas industriales, y evaluar los costos de su utilización masiva.

Asimismo, el laboratorio optimizará cada etapa de la producción, experimentará el manejo del combustible con fines de almacenamiento y transporte, y formará personal especializado en esta técnica y en la fabricación de sus insumos.

El proyecto también busca difundir la utilidad del hidrógeno. ”La producción de petróleo está muy concentrada, pero en este caso sería más democrático porque esta energía es de todos”, dijo Bolcich.

* La autora es corresponsal de IPS. Publicado originalmente el sábado 7 de mayo por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica. (

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