Las elecciones municipales de Uruguay trazan un mapa político en que el gobernante e izquierdista Frente Amplio retiene el control de la capital y triunfa por primera vez en todos los distritos más poblados y ricos.
Según los resultados del escrutinio primario divulgados oficialmente este lunes, la coalición gobernante Encuentro Progresista-Frente Amplio-Nueva Mayoría retuvo en los comicios de la víspera el gobierno del departamento de Montevideo y ganó por primera vez en los meridionales Canelones y Florida, en los occidentales Salto y Paysandú y en los orientales Maldonado, Rocha y Treinta y Tres.
Después de la capital, Maldonado es el municipio más rico del país y Canelones es el de mayor cantidad de habitantes.
El territorio uruguayo, dividido en 19 departamentos, queda marcado por un nuevo bipartidismo, que comenzó a delinearse en las elecciones generales de octubre de 2004, con el triunfo de la izquierda y la caída al tercer lugar del Partido Colorado, que había gobernado casi todo el siglo XX, hasta el 1 de marzo de este año.
Del resto, 10 municipios corresponden al tradicional y opositor Partido Nacional, perdiendo tres de los distritos que gobernaba.
A pesar de que han sido escrutados todos los circuitos, la Corte Electoral no proclamará los triunfos de la izquierda en Treinta y Tres y Florida hasta que se cuenten los votos observados (emitidos fuera de distrito), pues esos suman más que la diferencia que le lleva al Partido Nacional. Empero todos los expertos no dudan en que la tendencia ganadora se mantendrá.
El opositor Partido Colorado solamente triunfó en el norteño departamento de Rivera, perdiendo cuatro de los cinco gobiernos locales ganados en 2000. Pero mejoró algo su votación, en gran medida por haber triplicado su caudal en Montevideo, bastión tradicional de la izquierda desde 1989, donde vive casi la mitad de la población del país.
Uruguay, con 3,2 millones de habitantes, contaba el domingo con 2.474.676 ciudadanos habilitados para votar, de los cuales 1.044.380 correspondían a Montevideo.
La gran novedad de estos comicios son las primeras victorias de la coalición izquierdista en departamentos del interior del país, que le habían sido esquivos hasta ahora.
Estos resultados determinan asimismo la casi desaparición de los ámbitos de poder político y administrativo del Partido Colorado, la fuerza de centroderecha casi hegemónica durante 178 años de vida independiente.
Estas elecciones terminan de establecer el mapa de poder político. Tenemos el gobierno nacional, el parlamento, y terminamos de elegir gobiernos locales, lo cual va a configurar a los dos grandes actores políticos de los próximos cinco años, dijo a IPS el politólogo Daniel Chasquetti, del Instituto de Ciencia Política de la Universidad de la República y de la consultora privada Radar.
A partir de la separación de las elecciones nacionales de las locales en la reforma constitucional de 1996, los municipios han adquirido una dinámica propia que tiene que ver con las cosas cotidianas, pero también con la política nacional, sostuvo.
No hay que olvidarse que las carreras políticas pasan cada vez más por los municipios. El presidente (Tabaré Vázquez), el vicepresidente (Rodolfo Nin Novoa) y el líder del principal partido de oposición (Jorge Larrañaga) fueron antes intendentes. Desde ese punto de vista, los comicios locales permiten avizorar estrellas nacientes de la política, añadió.
Es el caso del candidato municipal del Partido Colorado en Montevideo, Pedro Bordaberry, quien, aunque no triunfó, logró 25,7 por ciento de votos, triplicando el caudal que tuvo su grupo político en el departamento en las elecciones nacionales de octubre.
Bordaberry, ministro de Turismo e Industria de la administración anterior, se dibuja como una figura que ha logrado vuelo propio, pese a la caída histórica de su partido y al lastre de ser hijo del dictador Juan María Bordaberry, el presidente constitucional que encabezó el golpe militar de 1973 y gobernó hasta 1976.
Otras figuras que surgen son del Frente Amplio: el alcalde electo de Montevideo, el científico Ricardo Ehrlich, casi ajeno a la militancia partidaria hasta ahora, y el de Canelones, el médico Marcos Carámbula, de larga trayectoria política, sindical y en el ámbito deportivo.
El Partido Colorado tenía el desafío de mejorar la performance pobrísima que tuvo en octubre. Fue otra mala elección, pero la votación de Bordaberry lo está convirtiendo en una figura con proyección nacional, dijo Chasquetti.
Después de octubre, el Partido Colorado estaba perdido. Ahora el camino está bastante más claro, opinó.
En el nuevo escenario se puede hablar de un nuevo bipartidismo, al menos por los próximos cinco años, dijo Chasquetti.
El bipartidismo del Partido Colorado y el Nacional fue la seña de identidad del sistema político uruguayo desde sus orígenes. El surgimiento en 1971 de una tercera fuerza, el Frente Amplio, quebró ese equilibrio y abrió paso a un esquema pluripartidista que ahora parece ingresar en una nueva fase bipolar.
Uruguay es un país unitario y los principales escenarios políticos son el parlamento y el Poder Ejecutivo, mientras las alcaldías no tienen poder de establecer ninguna clase de veto a las políticas del gobierno, dijo Chasquetti.
Sin embargo, los municipios son piezas importantes en la atención primaria a la ciudadanía, sobre todo en materia de servicios básicos, señaló.
En ese ámbito cobra importancia la aplicación del Plan de Atención a la Emergencia Social, una batería de políticas para asistir a unos 200.000 indigentes, que es prioridad para el gobierno de Vázquez.
Si se cumple la promesa de incorporar a las intendencias al Plan, habrá un punto de tensión. Eso exige coordinación institucional, algo a lo que el Estado uruguayo no está acostumbrado y en la que pueden chocar distintas lógicas, cuando hay intendentes que privilegien el clientelismo, aventuró.
El camino para el gobierno y la oposición del Partido Nacional será negociar, ponerse de acuerdo y encontrar esferas de colaboración, dijo Chasquetti.
El presidente Vázquez planteó que iba a revisar toda la cuestión de la descentralización. El tema municipal es materia de examen para este gobierno, y el ámbito será el Congreso de Intendentes, dijo el politólogo.
El partido gobernante también deberá afrontar situaciones de bancarrota o de vaciamiento de arcas en dos de los departamentos que deberá gobernar, Rocha y Canelones, hasta ahora en manos del Partido Nacional y del Partido Colorado, respectivamente. (