Los gobiernos firmantes del Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP) se comprometieron este jueves a buscar alternativas para eliminar a mediano plazo el uso del insecticida DDT en el combate contra el paludismo.
Esa sustancia es uno de los 12 COP de los que la comunidad internacional se ha propuesto deshacerse cuanto antes, pero aún se emplea como arma eficaz y barata contra el mosquito vector del paludismo, que mata anualmente a más de un millón de personas, especialmente en África, y enferma a unos 300 millones.
Los delegados que participan de la Primera Conferencia de las Partes del Convenio, que comenzó el lunes y terminará este viernes en esta ciudad turística del sureste de Uruguay, acordaron solicitar a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que elabore un informe sobre métodos alternativos de lucha contra ese mal y su posible efectividad.
Además, llamaron a instituciones financieras internacionales a apoyar los esfuerzos para desarrollar otras estrategias de lucha contra el paludismo (también conocido como malaria) que no necesariamente utilicen productos químicos.
Hemos visto que hay que monitorear el uso del DDT (dicloro difenil tricloroetano) y buscar al mismo tiempo alternativas económicamente sostenibles. Nosotros estamos dispuestos a asumir el liderazgo para encontrar esas alternativas, afirmó en Punta del Este la subdirectora general de la OMS, Kerstin Leitner.
El Convenio de Estocolmo, firmado en 2001, se propone eliminar o reducir nueve plaguicidas (DDT, aldrina, dieldrina, endrina, clordano, heptacloro, hexaclorobenceno, toxafeno y mirex), dos subproductos de procesos industriales y de combustión (dioxinas y furanos), y un grupo de contaminantes industriales conocidos como bifenilos policlorados (PCB).
Estas sustancias son altamente tóxicas, muy volátiles y de gran persistencia. Se pueden trasladar a través de grandes distancias por el agua y el aire, y se acumulan en el tejido graso de animales y humanos.
La exposición a los componentes de esta llamada docena sucia incrementa los riesgos de contraer cáncer, provoca trastornos hormonales, neurológicos, infertilidad, diabetes y debilidad del sistema inmunológico.
Los delegados en Punta del Este resolvieron que los países que actualmente gozan de excepciones para emplear el DDT podrán seguir haciéndolo en el corto plazo, pero subrayaron que es necesario iniciar una transición para abandonar por completo su uso.
Algunos observadores atribuyen el devastador efecto del paludismo a las limitaciones impuestas por gobiernos y ambientalistas al uso del DDT, patentado en 1937 por el químico suizo Paul Müller, quien ganó en 1948 el premio Nobel de Medicina.
El viceministro de Protección Ambiental de México, Francisco Giner de los Ríos, subrayó este jueves en Punta del Este la importancia de la cooperación regional para desarrollar planes de lucha alternativos contra el paludismo.
En México hemos logrado adoptar un enfoque integrado para prevenir y combatir el paludismo, sin tener que usar el DDT, y también hemos colaborado con otros países de América Central para que hicieran lo mismo. Esperamos que este ejemplo pueda ser tomado por otros, señaló.
México fue un importante productor de DDT desde los años 50 hasta 2000, cuando suspendió por completo su uso. Actualmente aplica un programa integral de control que incluye la participación comunitaria en la limpieza de arroyos para eliminar larvas de los mosquitos y el trabajo de voluntarios en la vigilancia de la enfermedad y la distribución de medicamentos preventivos.
Esta estrategia es, justamente, la que proponen los ambientalistas.
Nosotros creemos que es compatible la eliminación del DDT con el control de la malaria. Se puede luchar contra la enfermedad sin necesidad del plaguicida, dijo a IPS el mexicano Fernando Bejarano González, de la Red Internacional para la Eliminación de los COP (IPEN, por sus siglas en ingles).
Es necesario aplicar un enfoque integral con participación de la comunidad. No se trata solamente de cambiar un químico por otro, sino de una estrategia, señaló el activista, quien participa como observador en el encuentro.
India, el mayor productor de DDT, ha comenzado a aplicar métodos alternativos y originales de lucha contra el paludismo, como el empleo de peces que comen la larva del mosquito transmisor, destacó.
Pero Bejarano González indicó también que la prohibición del DDT debe ir acompañada de amplias campañas de información al público, sobre todo a los productores rurales.
De lo contrario, se corre el riesgo de que se vuelva a usar ilegalmente el plaguicida, por ser barato, efectivo y conseguirse de contrabando gracias a la falta de control aduanero, agravado por el impulso a los tratados de libre comercio, señaló.
Por su parte, Paul Saoke, de la Asociación de Médicos con Responsabilidad Social de Kenia, dijo a IPS que los gobiernos deben buscar una forma de luchar contra la enfermedad sin el uso de productos químicos.
No obstante, sostuvo que, en caso de ser necesario, es mejor emplear insecticidas piretroides, de baja persistencia, en el rociado de los domicilios.
A la conferencia de Punta del Este asisten unos 800 representantes de más de 70 países, 50 de ellos con rango ministerial. Para el último día del encuentro se espera un discurso del presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, que es además médico.
En las negociaciones sobre el DDT, Togo, Botswana y Yemen solicitaron nuevas excepciones para poder utilizar en plaguicida ante nuevos brotes de la enfermedad, mientras que Venezuela informó que posee pequeñas reservas del producto con fines experimentales.