Muchas de las peores crisis del mundo están en África y pueden solucionarse con atención política, presión diplomática y recursos, dijo al Consejo de Seguridad de la ONU el subsecretario general del foro para asuntos humanitarios, Jan Egeland.
En nombre de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Egeland solicitó el miércoles al Consejo 3.000 millones de dólares para África.
La región sudanesa de Darfur, asolada por conflictos étnicos, sirve como ejemplo, pues la inversión humanitaria de la comunidad internacional pudo salvar cientos de miles de vidas allí desde el año pasado, aseguró.
Pero, en general, hay demasiado poca atención y demasiado poca inversión, añadió Egeland.
El funcionario presentó ante el Consejo un informe sobre la situación en varios estados africanos que no figuran en la agenda oficial del cuerpo.
De los 14 pedidos de ayuda para crisis africanas, indicó, ocho recibieron menos de 20 por ciento del monto requerido y, con excepción de Angola, ninguno recibió más de 40 por ciento.
Demasiada gente muere a causa de financiamiento escaso, o porque llega demasiado tarde, dijo Egeland.
Pongámonos de acuerdo en una cuestión fundamental, inquirió. Una vida humana tiene el mismo valor, nazca donde nazca. El norte de Uganda debería tener la misma atención que el norte de Iraq. Congo debería tener la misma atención de la que recibió Kosovo, y eso no es lo que sucede hoy.
Egeland puso particular énfasis en el norte de Uganda, donde se rompió este año el cese del fuego y las negociaciones para poner fin a una guerra civil de 19 años entre el Ejército de Resistencia del Señor (LRA) y el ejército.
El funcionario informó que la creciente violencia —por ejemplo, la mutilación de civiles a manos de insurgentes— causaba temor y desesperación entre los 1,4 millones de ugandeses que debieron abandonar sus hogares, muchos de ellos hacia campamentos atestados.
La ONU recibió apenas 34 por ciento de los 54 millones de dólares que solicitó para solventar sus operaciones humanitarias en Uganda, calculó Egeland.
La presidenta de turno del Consejo de Seguridad, Ellen Margrethe Loj, dijo a IPS que el órgano planea urgir a los partidos, y especialmente al LRA, a volver a la mesa de negociaciones.
En su informe al Consejo, Egeland sostuvo que África está asolado por la triple amenaza de la sequía, las enfermedades y la debilidad de los gobiernos.
En África austral, unas 250.000 personas murieron a causa del sida desde enero, explicó. Mientras, las cosechas fracasan en Malawi, Zambia, Zimbabwe, Swazilandia y Mozambique.
La crisis alimentaria se agrava por la grave escasez de lluvias, cuando aún no ha comenzado la estación seca.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), que procura facilitar la alimentación de 5,5 millones de personas en la región, sólo ha recibido 15 por ciento de los fondos necesarios, dijo Egeland, quien también manifestó su preocupación por la crisis alimentaria en Somalia, Etiopía y Eritrea.
En Chad, advirtió el funcionario, se requiere un diálogo político y el control de las organizaciones armadas para poner fin a una gran crisis que derivará de la llegada al país de 200.000 refugiados desde Darfur.
Ya hay informes sobre movimientos de tropas y de grupos en armas en la frontera con Sudán, agregó.
La tensión entre el gobierno de Zimbabwe y los donantes llevaron a un gran recorte de fondos de asistencia. Y en Togo, la violencia tras las elecciones presidenciales desató un flujo de más de 22.000 refugiados a Benin y Ghana, sostuvo el funcionario.
Egeland convocó a respaldar las gestiones de la Unión Africana para la resolución pacífica del conflicto con el objetivo de afianzar la seguridad a un mínimo que permita lanzar una misión humanitaria.
Egeland dijo a IPS que los medios de comunicación occidentales eran un buen amigo en algunos aspectos, como en el caso de Darfur, pero muy desleal al no atender crisis como la del norte de Uganda, Togo o Chad. Necesitamos desesperadamente atención, añadió.
El funcionario atribuyó la falta de cobertura de estas crisis en la prensa a su complejidad.
Creo que parte de nuestro problema es que una crisis debe ser fácilmente comprensible para los medios si se trata de obtener mucha atención, dijo.
Otra diferencia, dijo a IPS un diplomático occidental que ha participado en sesiones del consejo, es que Sudán tiene petróleo. (