El presidente de Chile, Ricardo Lagos, desembarcó este miércoles en Venezuela al frente de 200 empresarios que buscan duplicar el comercio bilateral, mientras busca con su par anfitrión, Hugo Chávez, moderar la campaña para llevar a José Miguel Insulza a la jefatura de la OEA.
Venezuela ha respaldado con entusiasmo la candidatura de Insulza, actual ministro del Interior chileno, a la Secretaría General de la OEA (Organización de Estados Americanos), en la competencia que le opone al canciller de México, Luis Ernesto Derbez.
Los aspirantes quedaron empatados con 17 votos en las cinco votaciones realizadas el 11 de abril en la sede del foro americano en Washington, por lo cual se resolvió llevar a cabo una nueva ronda el 2 de mayo.
Como Washington apoyó a Derbez, Venezuela presentó el empate como un fracaso de la política estadounidense en la región.
América Latina ya no es peón ni el patio trasero de Estados Unidos. De ahora en adelante, para tomar decisiones respecto a la región, tendrá que consultar, proclamó el vicepresidente de Venezuela, José Vicente Rangel.
Analistas en varios medios sudamericanos dijeron que el apoyo venezolano podría perjudicar a Insulza, porque lo presentaría como el candidato del enfrentamiento entre Caracas y Washington, razonamiento descartado por el propio aspirante chileno. Espero ganar con el apoyo de todos, incluido Estados Unidos, dijo al diario La Tercera, de Santiago.
Rangel atribuyó ese análisis a la internacional de los estúpidos, que en todas partes dicen lo mismo, y el estudioso venezolano de asuntos internacionales Adolfo Salgueiro remarcó que Insulza no es en modo alguno el candidato antiestadounidense, por lo que la gira de Lagos busca redimensionar la base de apoyo de su candidatura.
Lagos ya estuvo a comienzos de semana en Brasil, donde recibió del mandatario de ese país, Luiz Inácio Lula da Silva, la confirmación de su apoyo a Insulza, así como la confianza en que será el titular de la OEA, el foro conformado por 34 países de América, todos excepto la suspendida Cuba desde 1962.
El presidente chileno tenía previsto visitar Ecuador, pero suspendió la escala en Quito ante el deterioro de la situación política, que este miércoles derivó en la sustitución en la presidencia, por decisión del Congreso legislativo, de Lucio Gutiérrez por el hasta hoy vicepresidente Alfredo Palacio.
Así, Lagos continuará viaje este jueves a Colombia, cuyo gobierno ha respaldado hasta ahora a Derbez.
La entrevista con Lula no estaba en el plan original de Lagos, mientras que la visita a Venezuela fue programada mucho antes del empate por la secretaría general de la OEA, pues ambos gobiernos tenían una agenda política y económica pendiente.
Las relaciones políticas afrontaron dificultades a fines de 2003, a raíz de que Chávez expresó su abierto respaldo a la reivindicación de Bolivia de obtener una salida soberanía al océano Pacífico, que perdiera en la guerra de fines del siglo XIX que junto a Perú enfrentó a Chile.
Bolivia tuvo mar, y yo sueño con bañarme en una playa boliviana, dijo Chávez en noviembre de ese año.
Lagos no dice la verdad, aseveró Chávez ahora en enero de 2004, cuando sostuvo el mandatario chileno sostuviera que se había abstenido de apoyar a los civiles y militares que llevaron adelante el frustrado golpe de Estado en abril de 2002 en Venezuela.
En esa oportunidad fue Insulza quien replicó. No vamos a caer en el juego de epítetos al cual Chávez nos quiere llevar, porque en ese juego parece no tener límites, señaló.
Empero, desde que en abril de 2004 Caracas hizo una declaración contemporizadora, los roces se esfumaron, desaparecieron completamente, porque hay cosas más importantes que nos unen hoy día, como apuntó Rangel.
Los dos países firmaron a fines del año pasado un acuerdo energético por el que Venezuela suministra combustibles a Chile, similar aunque de mayor alcance que los suscriptos por Caracas con Argentina, Brasil, Paraguay y, el pasado abril, con Uruguay.
Este miércoles, durante una reunión entre Lagos y Chávez, se firmó otro convenio de cooperación energética, que abre la posibilidad de inversiones chilenas en ese campo en Venezuela. Esos capitales son bienvenidos, dijo Chávez.
También se suscribió un convenio de cooperación científica y técnica y hemos convenido en que todo lo que firmemos se respalde con proyectos o programas, para que no se conviertan en papeles archivados en algún ministerio, dijo Chávez.
En paralelo, unos 200 empresarios chilenos y otra cantidad similar de venezolanos instalaron una rueda de negocios de dos días, con el objeto de llevar de 300 a 500 millones de dólares el intercambio comercial en el plazo de dos años.
Lagos develó en una plazoleta junto a la Biblioteca Nacional, en Caracas, bustos de los escritores chilenos Gabriela Mistral y Pablo Neruda, ganadores del premio Nobel de Literatura en 1945 y 1971, respectivamente.
En los discursos protocolares, Chávez evocó la historia común iniciada con la resistencia indígena y las luchas por la independencia de España, así como las figuras de Neruda y del presidente socialista Salvador Allende, derrocado en 1973 por el general Augusto Pinochet, que luego se perpetuara en el poder hasta 1990.
Lagos habló del filólogo y académico venezolano-chileno Andrés Bello (1781-1865) y dijo que soplan nuevos aires en materia de integración, en la necesidad de enfrentar este mundo cada vez más global de una manera común.
América Latina, en este nuevo siglo reconoce su papel en el ámbito internacional que demanda a la globalización reglas claras, que quiere integrarse al mundo sin que la inclusión de unos signifique la exclusión de otros, dijo Lagos. (
