El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, exhortó hoy a los líderes de Asia y África a ser audaces y apoyar su iniciativa de reformar el foro mundial, inmerso en escándalos y acosado por la corrupción.
En su discurso en la inauguración de la cumbre África-Asia, en Yakarta, Annan pidió a más de 40 jefes de Estado presentes que viajen en septiembre a Nueva York, sede de la ONU, y adoptaran sus propuestas en la Cumbre de las Naciones Unidas sobre Desarrollo, Seguridad y Derechos Humanos.
Para alcanzar un acuerdo mundial, todos debemos notar que nuestras preocupaciones son atendidas y a la vez estar preparados para transigir. Y todos debemos tener en cuenta que vivimos en un solo mundo y compartimos un destino común, dijo el secretario general a mandatarios y ministros de 106 países que participan de la conferencia, de dos días de duración.
La cumbre, coorganizada por Indonesia y Sudáfrica, marca el 50 aniversario de la Conferencia Asia-África de 1955, celebrada en Bandung, Java Occidental, una cumbre histórica en la que el Tercer Mundo intentó por primera vez hacer valer sus derechos y que dio origen al Movimiento de Países No Alineados.
Por el bien de nuestros pueblos, es hora de ser creativos y audaces, instó Annan, y agregó que desea hacer del año 2005 un punto de inflexión para los pobres y para la ONU.
En un informe que presentó el 21 de marzo a la Asamblea General de la ONU, el secretario general propuso diversas medidas para reformar el foro mundial, entre ellas la ampliación de su órgano ejecutivo, el Consejo de Seguridad, para incorporarle representantes del Sur en desarrollo y reflejar el orden mundial actual, no el de 1945.
También propuso crear un nuevo consejo sobre derechos humanos y un fondo de promoción mundial de la democracia.
En la cumbre de Yakarta, Annan exhortó a los países industrializados a establecer un cronograma para destinar 0,7 por ciento de su producto interno bruto a la ayuda oficial para el desarrollo antes de 2015.
El logro de ese objetivo es fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio fijado por los países miembros de la ONU en 2000.
Esas metas incluyen la reducción de la pobreza extrema y el hambre a la mitad, la educación primaria universal, la reducción de la mortalidad materna en tres cuartos, de la mortalidad infantil en dos tercios, la promoción de la igualdad de género y el combate al sida, la malaria y otras enfermedades.
Las metas específicas deben cumplirse antes de 2015 y tienen como referencia los niveles de 1990.
La conferencia a celebrarse en la ONU el próximo septiembre revisará los progresos logrados hacia esos objetivos y fijará la agenda de desarrollo para la próxima década.
En la cumbre Asia-África, Annan destacó que el mundo en desarrollo se beneficiaría enormemente de medidas significativas en materia de seguridad y derechos humanos.
El jefe de la ONU rechazó la idea de que sus propuestas de reforma no se ocupan lo suficiente de la erradicación de la pobreza.
La pobreza, las enfermedades y el hambre son las principales causas de muerte de nuestro tiempo. El combate a esos flagelos debe ser la esencia de la agenda de reforma, exhortó.
Annan destacó que la ONU necesita un nuevo órgano permanente de derechos humanos con mayor autoridad, posiblemente a la par con el Consejo de Seguridad, para combatir abusos en todo el mundo.
Les pido que instruyan a sus representantes en Nueva York para que en los próximos meses se esfuercen al máximo a fin de acordar un lenguaje que les permitirá a ustedes, sus líderes, aprobar una reforma histórica y la renovación de las Naciones Unidas, solicitó.
Annan también instó a los líderes a honrar la memoria de la conferencia de Bandung, de 1955, reviviendo el espíritu de lo que él considera un punto de inflexión en la historia.
Los líderes participantes de la cumbre firmarán este sábado un documento que promoverá la cooperación en el combate al terrorismo y la pobreza y también la cooperación económica entre Asia y África. (
