MÚSICA-RUSIA: Verdi bebe vodka en el Bolshoi

Parlamentarios rusos intentan prohibir la cada vez más comentada ópera ”Los hijos de Rosenthal” en el teatro Bolshoi, obra del compositor Leonid Desyatnikov, con libreto del polémico escritor Vladimir Sorokin.

La Duma (cámara baja del parlamento) ordenó que la Comisión de Cultura examinara la obra luego de que el diputado Sergey Neverov, del partido Rusia Unida, aliado del gobierno, la acusara de ir contra los valores culturales del país debido a sus constantes alusiones a la sexualidad. Sin embargo, Neverov aún no escuchó la ópera, sino que se basó sobre un informe transmitido por televisión.

La obra ”no es decente para el escenario del teatro Bolshoi. La intimidad sexual no la hace buena para nuestro público, si es que queremos preservar los valores culturales en nuestra sociedad”, dijo el diputado a IPS.

”Tenemos que impedir que esta ópera se meta en las raíces de nuestra audiencia teatral y que afecte la fibra de nuestra sociedad. Es sólo pornografía clásica, y no debe ser permitida”, añadió.

Neverov sostuvo que es inmoral ilustrar a los grandes compositores del mundo ”como holgazanes que beben vodka, restriegan los hombros con prostitutas, tocan música en estaciones de tren y mendigan”.

En la obra, el compositor austríaco Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), el alemán Richard Wagner (1813-1883) el italiano Giuseppe Verdi (1813-1901) y los rusos Pyotr Ilych Tchaikovsky (1840-1893) y Modest Mussorgsky (1839-1881) aparecen clonados por Alex Rosenthal, un biólogo alemán que emigró a la Unión Soviética.

Pero, tras la desaparición de la unión de repúblicas socialistas en 1991, los músicos sufren el desamparo del Estado y se ven obligados a tocar en la calle por monedas.

La moción de Neverov para analizar los valores morales de la obra en la Comisión de Cultura fue aprobada por 193 votos contra 12.

La decisión alarmó a los defensores de la libertad de expresión, que temen un retorno a la época de censura que caracterizó el inicio de la administración del presidente Vladimir Putin, un ex funcionario de la KGB —la policía secreta de la Unión Soviética— que llegó al poder gracias a sus promesas de restaurar el orden en la sociedad rusa.

Cuatro legisladores de la derecha nacionalista que acudieron a presenciar los ensayos de la ópera se retiraron del teatro antes de que éstos finalizaran.

”No entiendo por qué hay un coro de prostitutas en el escenario del teatro Bolshoi”, dijo indignada la presidenta de la Comisión de Cultura, Irina Savelyova, al sitio en Internet Gazeta.ru.

Neverov admitió no haber leído todo el libreto de la ópera ni otras piezas de Sorokin, pero llamó a los legisladores y a las autoridades políticas del país a prohibir la ”poesía sucia” del escritor en el Teatro Bolshoi.

Hace tres años, novelas de Sorokin acusadas de pornográficas motivaron fuertes protestas del movimiento juvenil Actuando Juntos, admirador de Putin.

Sorokin fue investigado también por la Duma en 2002 por su novela ”Goluboye Salo” (”Tocino azul”), una grotesca historia en la que los ex gobernantes soviéticos Josef Stalin y Leonid Brezhnev mantienen relaciones homosexuales.

En los últimos días, el movimiento Actuando Juntos respaldó a Neverov y organizó protestas contra la ópera.

”Protestamos contra el hecho de que a un hombre pornógrafo y de lenguaje obsceno se le dé una plataforma en el teatro Bolshoi del Estado ruso usando nuestro dinero”, dijo el jefe del movimiento, Vasily Yakemenko.

Pero los miembros de Actuando Juntos aseguraron que no interrumpirán las actuaciones. ”Si las personas quieren ir a ver la ópera de un pornógrafo, es su elección”, señaló Yakemenko.

Mientras, las autoridades del Teatro Bolshoi defienden su independencia artística, y comparan las críticas de Neverov a los tiempos de censura en la Unión Soviética.

”Permitir que los políticos decidan qué mostrar es interferencia política y censura. Tenemos suficientes profesionales que pueden discernir lo que es bueno para el consumo público y lo que moralmente no es aceptable”, dijo a IPS el director del Bolshoi, Anatoly Iksannov.

La ópera ”fue por completo una idea de Sorokin”, dijo a IPS el compositor Desyatnikov, de 49 años. ”Me gustó y acepté escribir la música. Empezamos a trabajar en la primavera (boreal) de 2002, justo después de firmar el contrato con los directores del teatro”, añadió.

A pesar de que la historia se centra en los clones de los cinco compositores, Desyatnikov resistió la tentación de usar partes de sus obras más célebres.

”Se pueden encontrar citas microscópicas de cada uno de ellos, pero son prácticamente incomprensibles para cualquiera, a excepción de mí mismo o de algún experto que analice toda la partitura”, explicó el músico.

Desyatnikov dijo que la polémica podría traer buena publicidad para el Bolshoi, pero podría eclipsar el valor cultural de ”Los hijos de Rosenthal”.

El jefe de la Agencia Cultural Federal de Rusia, Mikhail Shvydkoy, defendió la ópera.

”La música es fantástica, y es una obra con sentido social sobre la difícil relación entre los artistas y el Estado. Los mismos héroes existen en 'Carmen' (del francés Georges Bizet) y en 'Madame Butterfly'” (del italiano Giacomo Puccini), señaló. (

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