MIGRACIONES-EEUU: Comienza la cacería

Los ”caza ilegales”, como se llaman a sí mismo los miembros de la agrupación estadounidense Proyecto Minuteman, son a partir de este viernes otro muy peligro obstáculo a burlar por la inmigración latinoamericana en su arriesgado camino sin documentos a Estados Unidos.

El poblado de Tombstone, en el meridional estado estadounidense de Arizona, fue marcado como el punto de reunión para los más de 1.000 voluntarios enrolados a través de la red mundial de computadoras Internet y que simpatizan con la filosofía de este grupo integrado por ex militares.

El primer día de abril fue fijado como el inicio de las acciones para detectar y delatar a la Patrulla Fronteriza estadounidense a los extranjeros que crucen la frontera con México sin la documentación requerida.

Proyecto Minuteman toma su nombre del grupo de milicianos voluntarios de Massachussets, que en el siglo XVIII lucharon por la independencia estadounidense de Gran Bretaña. Quedaron registrados en la historia por su capacidad de alistarse en un minuto para dar batalla.

Los sentimientos de los ultranacionalistas estadounidenses se exaltan al ver que las medidas del gobierno de George W. Bush y del Congreso legislativo resultan insuficientes para sellar definitivamente la frontera con México, publicó el investigador Alejandro Covarrubias en el diario El Universal, del estado mexicano de Sonora, limítrofe de Arizona.

Covarrubias, del independiente El colegio de Sonora, precisó que los indocumentados muertos en 2004 en el desierto de Arizona sumaron 171 y el año anterior otros 151, lo que revela que los inmigrantes están usando rutas cada vez más peligrosas para internarse a Estados Unidos, sobre todo tras el surgimiento de agrupaciones antiinmigrante violentas.

El experto no descartó que a Minuteman se le adhieran más grupos violentistas que como ellos piensan que la inmigración pone en riesgo la soberanía de su país y que en los próximos años la mayoría blanca estadounidense se convertirá en minoría.

Esta agrupación propició el enojo diplomático de México con Washington al entender que promueve esta especie de ”caza de ilegales” como si se tratara de una diversión o vacaciones para revivir el ”Viejo Oeste” como mostraron tantas películas de Hollywood.

México pidió a su vecino del norte cuidar que los civiles no violen los derechos de los extranjeros e insistió sin éxito en la necesidad de lograr un acuerdo migratorio.

El presidente mexicano Vicente Fox aprovechó para insistir en el tema migratorio en la reunión con Bush y el primer ministro canadiense Paul Martin, en la cumbre del Tratado de Libre Comercio de América del Norte realizada el 23 de marzo en la meridional ciudad estadounidense de Waco.

Empero, el mandatario estadounidense se limitó a decir que lo propondría al Congreso y le advirtió que los legisladores son autónomos.

En la víspera, Fox, del conservador Partido Acción Nacional, se reunió con el fiscal general de Estados Unidos, Alberto Gonzales, a quien le pidió su cooperación para evitar que los grupos civiles armados, como Minuteman, violen los derechos humanos de los inmigrantes.

Por su parte, la Secretaría (ministerio) de Relaciones Exteriores de México informó este viernes que acordó con el estadounidense Departamento de Seguridad Interna mantener una vía directa de comunicación con la Patrulla Fronteriza, a fin de que informe a las autoridades mexicanas cuando se registre alguna detención.

El estatal Instituto Mexicano de Migración (INM) reconoció que sus 50 agentes distribuidos en el septentrional estado de Sonora son insuficientes para atender el flujo migratorio hacia Arizona.

Indicó que al mes, unas 4.000 personas intentan cruzar ilegalmente a territorio estadounidense, 1.500 de las cuales son deportadas nuevamente a México. La franja fronteriza entre Sonora y Arizona comprende 630 kilómetros y eso dificulta la asistencia a los indocumentados, añadió el INM.

El inicio de la persecución de inmigrantes sin documentación por los miembros del Proyecto Minuteman es el primer caso que vuelve a agitar las relaciones entre ambos países, que previo a la cumbre de Waco registraron un ambiente de confrontación por temas como la seguridad y la justicia.

Según un estudio de la Comisión de Asuntos Fronterizos de la Cámara de Diputados de México, un millón de mexicanos ingresa cada año de modo irregular a Estados Unidos, y los constantes operativos en la frontera han obligado a los inmigrantes a usar rutas más peligrosas para sus defender sus vidas.

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