DERECHOS HUMANOS: ONU reconoce a los parias

La discriminación contra más de 260 millones de dalits, integrantes de la casta inferior de la religión hindú, y otras comunidades de parias en el mundo obtuvo finalmente reconocimiento de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.

Una resolución adoptada por consenso aprobó la designación como relatores especiales a Yozo Yokota, de Japón, y Chin-Sung Chung, de Corea del Sur, con el mandato de preparar un estudio amplio sobre la discriminación basada en el trabajo y en la descendencia.

Activistas de la comunidad dalit, o intocables, y de organizaciones no gubernamentales de derechos humanos celebraron este miércoles en Ginebra como una victoria la decisión de esta comisión especializada de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).

Por primera vez un cuerpo político del foro mundial se ha referido de manera explícita al problema que afecta a poblaciones de unos 20 países de Asia del sur y del este así como de Africa.

Existía una conspiración de silencio en numerosos organismos internacionales, dijo a IPS Umakant, un médico de India que es secretario de la Campaña Nacional de Derechos Humanos de los Dalit.

Umakant sostuvo que en la ”conjura” participaron, entre otros cuerpos de la ONU, el Comité sobre Eliminación de la Discriminación Racial, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer y el Comité de los Derechos del Niño.

La cuestión de la discriminación contra las castas se mantuvo bloqueada durante mucho tiempo en las reuniones internacionales.

Durante la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, convocada del 31 de agosto al 7 de septiembre de 2001 por la ONU en la ciudad sudafricana de Durban, fracasó una iniciativa para incluir en el programa de acción un párrafo de reconocimiento de la discriminación de castas.

El gobierno de India, donde la comunidad de dalit suma unos 170 millones de los 1.100 millones de habitantes del país, bloqueó la incorporación de ese texto.

Nueva Delhi ha sostenido tradicionalmente que casta y raza son dos identidades diferentes, explicó a IPS el secretario general de la Campaña Nacional de Derechos Humanos de los Dalit, Vicent Manoharan.

La fórmula de equilibrio encontrada para superar la controversia consistió en modificar la caracterización de la discriminación y fundarla en las diferencias que aparecen en el trabajo y en la descendencia.

Esa redacción, aceptada por India, permitió que la Subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos Humanos preparara el proyecto de resolución que finalmente fue aprobado este martes en el marco de la sesión anual que realiza la Comisión en su sede de Ginebra.

La Subcomisión es un organismo asesor de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, integrado por 26 expertos independientes designados por los Estados.

En cambio, los integrantes de la Comisión son 53 estados, que se turnan entre los miembros de la ONU.

Los dalits se encuentran totalmente segregados en India, tanto en vivienda, como en educación y en oportunidades de empleo, refirió Manoharan.

”Un nuestro país un dalit no puede vivir bajo un mismo techo con un no dalit”, mencionó.

Inclusive la discriminación en las escuelas es agresiva, sostuvo. ”Nosotros carecemos de acceso a los recursos públicos. Todavía hoy se nos niega el agua potable. Nos vemos forzados a los trabajos más sucios. En toda India es nuestro pueblo quien tiene que transportar los excrementos humanos”, dijo.

Sin embargo, India ha desarrollado una política de acción afirmativa y dispone de garantías constitucionales y de algunas leyes aceptables, reconoció Manoharan. ”Lo que ocurre es que la aplicación de esas normas es muy escasa”, aseveró.

Pero la discriminación basada en el trabajo y en la descendencia no se limita a India, pues se extiende también a otros países, advirtió Rikke Nohrlind, coordinadora de la Red Internacional de Solidaridad con los dalit.

La lista incluye a Argelia, Bangladesh, Burkina Faso, Eiopía, Guinea, Japón, Kenia, Libia, Mali, Mauritania, Nepal, Niger, Niheria, Pakistán, Ruanda, Senegal, Somalia, Sri Lanka y Yemen.

Con la enorme cantidad de personas que afrontan una negación tan atroz y sistemática de sus derechos, es incomprensible que a la ONU le haya llevado tanto tiempo reconocer el problema, comentó la activista.

En Nepal, a causa del conflicto armado entre las fuerzas de la monarquía y los guerrilleros maoistas, el sector más vulnerable de la población es la comunidad dalit, dijo Nohrlind.

La decisión adoptada por la Comisión aprueba la realización de un estudio amplio del problema y la búsqueda de soluciones para erradicar la discriminación. El informe final de los dos relatores especiales deberá ser presentado a la Subcomisión dentro de tres años. (

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