Catorce por ciento de la población adulta de Estados Unidos tiene «fuertes posturas antisemitas, concluyó un estudio elaborado por la Liga Anti Difamación, organización judía con sede en esta ciudad.
"Cuando se trata de los judíos, los viejos estereotipos no desaparecen, en especial los vinculados con la lealtad, la muerte de Jesús y el poder, explicó el director nacional de la Liga, Abraham Foxman, al presentar los resultados de la denominada "Encuesta de actitudes estadounidenses hacia los judíos, hecha en marzo a 1.600 adultos de todo el país.
Durante más de 40 años, uno de los más claros indicadores de los prejuicios contra los judíos en Estados Unidos han sido las constantes dudas sobre la lealtad de esa colectividad hacia las autoridades de este país de 288 millones de habitantes.
Treinta y tres por ciento de los encuestados dijeron creer que los judíos son más leales a Israel que a Estados Unidos, el mismo resultado que en el estudio de 2002. En 1998 esa respuesta había sido dada por 31 por ciento de los consultados y en 1992 por 35 por ciento.
Además, 30 por ciento de los consultados afirmaron que los judíos son responsables de la muerte de Jesucristo, contra 25 por ciento en 2002.
Los estudios previos de la Liga habían mostrado una disminución del sentimiento antisemita en los últimos años. El número de estadounidenses con fuertes prejuicios hacia los judíos había caído de 20 a 12 por ciento entre 1992 y 1998.
"Lo que más nos preocupa es que los avances constatados para lograr un país más tolerante parecen haberse estancado, dijo Foxman.
La Liga, fundada en 1913, lanza frecuentes campañas contra el odio, los prejuicios y la intolerancia hacia la comunidad judía estadounidense.
"Es verdad que la experiencia de los judíos en Estados Unidos es diferente de la de otras partes el mundo, como Europa y Medio Oriente, pues fueron asimilados a la sociedad estadounidense", dijo a IPS el director nacional asociado de la Liga, Ken Jacobson
"Pero lo que la encuesta nos dice es que aun Estados Unidos no es inmune al antisemitismo, apuntó.
"Hay muchos factores en juego, pero los hallazgos sugieren que los pensamientos antisemitas permanecen en un importante segmento de la población, añadió.
El estudio señala que los incidentes violentos contra judíos alcanzaron en 2004 el nivel sin precedentes de 1.821 casos, un aumento de 17 por ciento respecto del año anterior.
La encuesta reveló también que, si bien disminuyó la proporción general de ciudadanos que creen que los judíos tienen demasiado poder en el país (de 20 a 15 por ciento desde 2002), este pensamiento se afianzó entre los caracterizados por tener un fuerte sentimiento antisemita.
El porcentaje de estadounidenses que creen que los judíos tienen demasiada influencia en los negocios descendió de 23 a 19 por ciento en la población general, pero esta idea es aún sostenida por 80 por ciento de los ciudadanos más antisemitas, se concluye en la muestra realizada.
Por otra parte, 35 por ciento de los inmigrantes latinoamericanos consultados para este trabajo expresaron fuertes posturas antisemitas, al igual que 19 por ciento de los descendientes de ese origen nacidos en el país.
El número de afroestadounidenses con fuertes pensamientos antisemitas permanece alto y estable desde 1992. La encuesta de 2005 indicó que 26 por ciento de ellos tienen grandes prejuicios contra la comunidad judía.
"Estamos animados al ver algunos progresos en la comunidad hispana. Pero seguimos preocupados al no entender del todo por qué los afroamericanos tienen tan fuerte propensión al antisemitismo, señaló Foxman.
Las personas más ancianas y con menos educación muestran también pensamientos antisemitas.
Pero, por supuesto, los judíos no son las únicas víctimas del odio y de los estereotipos en este país.
En una investigación realizada el año pasado por la Universidad de Cornell para constatar los temores de la población sobre el terrorismo, casi todos los encuestados señalaron que el gobierno debería, en alguna manera, reducir las libertades civiles de los musulmanes.
Casi 27 por ciento de los encuestados dijeron que el gobierno federal debería llevar un registro de los domicilios de todos los musulmanes estadounidenses, mientras que 26 por ciento señalaron que las mezquitas debían ser vigiladas de cerca por los servicios de inteligencia.
Además, 29 por ciento de los consultados estuvieron de acuerdo con la idea de que agentes encubiertos se infiltren en organizaciones civiles musulmanas para investigar sus actividades y formas de financiamiento.
Cerca de 22 por ciento consideraron aceptable que el gobierno califique de "potenciales amenazas a ciudadanos musulmanes o de descendencia árabe.
El estudio fue elaborado por el Grupo de Investigación de Medios y Sociedad del Departamento de Comunicación de la Universidad de Cornell sobre la base de 715 entrevistas telefónicas en todo el país.
El trabajo también examinó la relación entre la religión y los conceptos más arraigados en los cristianos sobre los países islámicos.
Sesenta y seis por ciento de los encuestados que se describieron como profundamente cristianos dijeron que el Islam fomenta la violencia más que otras religiones.
Sesenta y cuatro por ciento de los cristianos describieron a los países islámicos como violentos, 61 por ciento como fanáticos y 64 por ciento como peligrosos.