La intención de profundizar el Mercado Común del Sur (Mercosur), ampliando la integración a los ámbitos político, social, cultural, tecnológico y diplomático fue acentuada con la visita a Brasilia este viernes del presidente uruguayo Tabaré Vázquez.
Vázquez inició su primera misión al exterior desde el inicio de su gestión, el 1 de marzo, destacando ante el Senado brasileño que el Mercosur priorizó hasta ahora su dimensión comercial, pero los países "solo conquistan soberanía si son capaces de estrechar lazos de unión" dictados por su "historia y destino.
El comunicado conjunto firmado con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva contempla varias iniciativas para diversificar la cooperación bilateral y la actuación coordinada en foros internacionales, colocando al Mercosur como "principal plataforma de desarrollo y de inserción en la economía global.
Los dos mandatarios manifestaron apoyo a la creación de un parlamento del bloque sudamericano, con miembros elegidos por el voto directo de los ciudadanos, como forma de promover una mayor participación de las ciudadanías de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay en las decisiones del Mercosur.
El largo comunicado de 59 puntos destaca la satisfacción con que Vázquez saludó la creación este año de un Núcleo de Estudios Brasileños y, en 2006, del curso de maestría en Lengua Portuguesa y Cultura Brasileña, en la estatal y uruguaya Universidad de la República.
Lula y Vázquez coincidieron en fortalecer el Mercosur, incluso en sus estructuras institucionales, y a América del Sur como "espacio democrático y comunidad de naciones. Las negociaciones de un acuerdo comercial con la Unión Europea y el acercamiento a otros países en desarrollo son también intereses comunes.
Lula saludó la incorporación de Uruguay al Grupo de los 20 países en desarrollo que combate los subsidios agrícolas de países industrializados que distorsionan el comercio internacional.
Los presidentes firmaron cinco acuerdos, comprendiendo la creación de una comisión permanente para impulsar la cooperación en energía, geología y minería, el tendido de una nueva línea de transmisión de electricidad y la conexión entre gasoductos de los dos países.
Lula y Vázquez recomendaron especial atención a la cooperación tecnológica en fuentes alternativas de energía, como eólica, solar y de biomasa, el biodiesel y el alcohol carburante, además de pequeñas centrales hidroeléctricas.
La ministra brasileña de Minas y Energía, Dilma Rousseff, informó que los acuerdos servirán de base para que las compañías estatales de ambos países, la brasileña Petrobras y la uruguaya Ancap, exploren en busca de petróleo y gas natural en la cuenca de Pelotas, zona compartida por las dos naciones.
La integración energética es clave, según la ministra, quien recordó que la nueva línea de transmisión permitirá ampliar la exportación de electricidad brasileña, actualmente cercana a 200 megavatios. Dos tercios de esa energía llega a Uruguay a través de Argentina.
El sur de Brasil, sometido actualmente a una larga sequía, no tiene excedentes. La falta de lluvias afecta por igual a las principales centrales hidroeléctricas uruguayas, que están por debajo de sus cotas mínimas históricas.
Uruguay ha comenzado un plan de ahorro energético en previsión del invierno cercano, mientras apura la construcción de una central térmica que cubriría la demanda insatisfecha a mediano plazo.
El aumento de las exportaciones brasileñas deberá esperar una temporada intensa de lluvias. Pero el carbón mineral puede ser una alternativa para sustituir el gas que Argentina tiene dificultad de proveer a Uruguay ante el acelerado crecimiento de su economía.
Una "nueva agenda para el desarrollo fronterizo se pondrá en marcha, beneficiando a 700.000 personas. Dentro de 60 días, una comisión mixta reanudará las actividades para licitar la construcción de un segundo puente sobre el río Yaguarón y la recuperación del puente Barón de Mauá, en la frontera entre el norte de Uruguay y el sur de Brasil.
También se negociará un acuerdo para que la población fronteriza tenga acceso a los servicios de salud en ambos lados de la frontera.
Otros convenios establecen la cooperación en medios de comunicación, especialmente radio y televisión, con miras a fomentar el intercambio de informaciones entre las naciones sudamericanas.
Lula puso a disposición de Uruguay la experiencia brasileña en varios programas de carácter social, como el plan Hambre Cero, el apoyo a microempresas, la construcción de viviendas populares y el crédito vinculado a salarios o pensiones, que permitió a Brasil expandir últimamente la asistencia financiera a millones de empleados y jubilados.
Uruguay debería incorporarse como miembro pleno al Centro Argentino-Brasileño de Biotecnología, por invitación de Lula, para ampliar la cooperación científica en un área de grandes perspectivas de desarrollo.
La "cooperación estratégica entre Brasil y Uruguay empieza ahora y podrá extenderse a muchos campos, dijo Lula, destacando la importancia del arribo de Vázquez a la presidencia uruguaya para consolidar la integración del Mercosur y de América del Sur.