La defensa del proyecto de integración latinoamericana propuesto por Venezuela será uno de los principales lemas de los festejos en Cuba por el Día Internacional de los Trabajadores, este domingo 1 de mayo.
La jornada, que se conmemorará en La Habana con un masivo desfile en la Plaza de la Revolución, también incluirá manifestaciones populares en todas las provincias del país, en las que la lucha a favor de la Alternativa Bolivariana para las Américas" (ALBA) será uno de sus objetivos centrales, según fuentes sindicales.
Se prevé que en los festejos participen también delegados de más de 40 países que asistieron hasta este sábado a la IV edición del Encuentro Hemisférico de Lucha contra el Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA), que propone Estados Unidos.
El ALBA es una iniciativa que el presidente venezolano Hugo Chávez lanzó como alternativa de integración opuesta al ALCA y en la cual tendría cabida inclusive Estados Unidos, porque, según su promotor, no excluye a nadie. La propuesta dio lugar a un abarcador programa de colaboración entre Venezuela y Cuba.
Chávez encabezó el pasado jueves en La Habana, junto a su par cubano Fidel Castro, la suscripción de 49 acuerdos bilaterales con los que ambos gobernantes esperan demostrar las ventajas de una integración basada en la solidaridad y no en las leyes del mercado.
El ALBA no se hará realidad con criterios mercantilistas ni intereses egoístas de ganancia empresarial o beneficio nacional en perjuicio de otros pueblos, afirmó una declaración conjunta sobre el tema.
Los convenios abarcan áreas tan vitales para la economía cubana como el energético y las finanzas, con la apertura en La Habana de una oficina de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) y una filial del Banco Industrial de ese país.
PDVSA-Cuba respaldará a esta nación caribeña en la exploración, explotación, exportación, importación y comercialización de hidrocarburos y sus derivados, así como en el transporte y el almacenamiento del crudo.
Chávez defendió a la nueva empresa, de capital totalmente venezolano, como una de las propuestas estratégicas del ALBA, pues no sólo funcionará para Cuba, sino para todo el Caribe.
Venezuela es el quinto exportador mundial de crudo, miembro fundador de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y cuarto abastecedor de petróleo de Estados Unidos, cuyo gobierno ve con preocupación las estrechas relaciones de Chávez y Castro. El crudo proporciona 80 por ciento de las divisas que recibe Venezuela y cerca de la mitad de su presupuesto nacional. Un convenio vigente desde 2000 permite el suministro diario de 53.000 barriles a Cuba.
Ese total se elevó, a partir de una fecha no precisada, a unos 90.000 barriles diarios, de acuerdo a informes de autoridades de los dos países. Cuba produce la mitad del petróleo que consume, que alcanza a unos 180.000 barriles diarios.
Otro acuerdo considerado capital para el desarrollo del intercambio comercial es la apertura de una filial del Banco Industrial de Venezuela en La Habana y de una oficina del Banco Exterior de Cuba en Venezuela.
Según Chávez, la entidad financiera apoyará con créditos no sólo las importaciones de Cuba a Venezuela, sino también a ramas productivas de la isla para ayudar, hasta donde podamos al proceso de recuperación de la economía cubana.
Al hablar este viernes ante los asistentes al encuentro sobre el ALCA, el gobernante venezolano defendió el ALBA como un proyecto de cooperación que puede llegar inclusive a gobiernos locales (alcaldías) de los países.
Estamos convencidos de que de la pobreza, del subdesarrollo, o salimos todos o no sale nadie. Sólo unidos podemos lograrlo, señaló Chávez, quien esta semana realizó el undécimo viaje a Cuba como presidente del país sudamericano.
La primera vez, en diciembre de 1994, viajó como dirigente de un movimiento político de su país y también fue recibido por el presidente Castro, quien lo considera un hermano y compatriota latinoamericano.
Para algunos economistas, la iniciativa venezolana es ya un proyecto consolidado y un camino abierto que cada país podrá aplicar de acuerdo a sus necesidades y conveniencias.
El ALBA no es un manual para la integración (…) Es un proyecto que está planteado en sus líneas esenciales, pero que hay que llenarlo de contenido concreto, dijo a la prensa Osvaldo Martínez, director del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM). El directivo mencionó como esquemas de integración también prometedores la constitución reciente de la Comunidad Sudamericana de Naciones, que aglutina a 12 países latinoamericanos.
Tengo esperanzas también en que el Mercosur (Mercado Común del Sur), que ahora recibe un refuerzo con la llegada al gobierno de Tabaré Vázquez en Uruguay (del izquierdista Frente Amplio), siga consolidándose, señaló Martínez en entrevista publicada en Internet.