La violencia en Iraq se cobró la vida de 23 periodistas y otros 16 trabajadores de la prensa en 2004, el año más mortal para la libertad de prensa desde 1993.
El no gubernamental Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) indicó en su último informe que al menos 22 periodistas fueron secuestrados por insurgentes, y que uno de ellos fue ejecutado por sus captores.
El año pasado no fue como 2003, cuando los periodistas extranjeros fueron todas las bajas mortales excepto dos de las registradas en Iraq, esta vez los iraquíes fueron 33 de los 39 profesionales de la prensa caídos a causa de la violencia.
Con esta gran cantidad de peligros y de muertes, Iraq se mantuvo en 2004 como el peor lugar para ejercer el periodismo y uno de los peores destinos para la prensa en la historia reciente, escribió en la introducción del estudio Ann Cooper, directora ejecutiva del CPJ.
Cooper mencionó un correo electrónico de la periodista Farnaz Fassihi, del diario estadounidense The Wall Street Journal, en que se quejaba de que no podía ni siquiera hablar en inglés fuera del hotel ni decir que es estadounidense.
No puedo conducir ningún vehículo que no esté acorazado, ir a lugares donde ocurren primicias, trancarme en el tránsito, dar un paseo, demorarme en puestos de control militar, manifestar curiosidad sobre lo que la gente dice, hace o siente, se lamentó la periodista.
En total, 56 periodistas murieron en el ejercicio de su profesión en 2004 en todo el mundo. El asesinato deliberado fue la causa de la muerte en 36, y solo nueve fueron aclarados.
El clima político y emocional en Medio Oriente se ha complicado por una nueva fuerza: canales satelitales agresivos en lengua árabe que establecieron rápidamente su lugar, con fuertes puntos de vista, dijo el presentador de noticias televisivas estadounidense Tom Brokaw, miembro de la junta directiva del CPJ.
Ellos también están bajo ataque, física e intelectualmente, agregó.
El canal de televisión Al-Arabiya perdió tres reporteros y otros cinco empleados en Iraq. Fue el medio que sufrió más muertes en Iraq el año pasado.
El CPJ también cuestionó al gobierno de Estados Unidos por sus ataques sin precedentes contra la libertad de prensa. En varios casos, fiscales y jueces amenazaron a periodistas estadounidenses con la cárcel si se negaban a informarles sobre sus fuentes confidenciales.
En el momento en que se difundió el informe, presentado este lunes, el reportero de televisión estadounidense Jim Taricani se encontraba en prisión domiciliaria, mientras otros dos esperan que el juez los envíe a la cárcel.
Por otra parte, el Departamento (ministerio) de Seguridad Interna comenzó a exigir visado especial a periodistas extranjeros de 27 países amigos, que no son necesarias para otro tipo de visitas de esos mismos países. Al menos nueve periodistas extranjeros fueron detenidos y se les negó ingreso por carecer de visa.
También hubo un gran deterioro de la situación de la prensa en Rusia, en especial tras el asesinato en julio de Paul Klebnikov, ciudadano estadounidense y editor de la versión local de la revista Forbes. Fue el homicidio número 11 de un periodista a manos de sicarios desde que asumió el presidente Vladimir Putin en 1999.
Los ciberdisidentes también sufren ataques, y uno de los países en que la situación es peor es Irán. La cultura de medios informáticos emergentes ha enfurecido a las autoridades, que clausuran los sitios y arrestan a quienes los confeccionan.
Mientras, una encuesta indica que el público iraní confía en Internet más que en cualquier otro medio de comunicación.
En América Latina murieron nueve periodistas, ninguno de ellos —por primera vez en más de una década— en Colombia. Más de 30 periodistas colombianos habían muerto en ejercicio de su profesión en los 10 años anteriores.
La caída de los homicidios no reflejan una mejora de la libertad de prensa en Colombia, dijo Carlos Lauría, coordinador del programa americano del CPJ. Refleja, más bien, una cultura de generalizada autocensura, en especial en el interior del país.
En México, República Dominicana, Perú, Brasil y Nicaragua fueron asesinados periodistas a causa de su trabajo.
Mientras, en Haití falleció un corresponsal extranjero a manos de un pistolero que abrió fuego contra manifestantes.
Mientras, fueron liberados periodistas presos en Vietnam, China y Cuba, incluido el cubano Manuel Vázquez Portal, Premio Internacional de la Libertad de Prensa del CPJ en 2003, y otros cinco.
Pero casi los mismos países —China, Cuba, Eritrea y Birmania— concentran más de tres cuartos de los periodistas presos a fines de 2004. China es, por sexto año consecutivo, el principal carcelero de periodistas, con 43 entre rejas.
En total, hay en el mundo 122 periodistas presos a causa de su trabajo.