Para mantenerse al frente del gobierno del País Vasco, el nacionalismo moderado dependerá de la actitud del grupo terrorista ETA ante las elecciones del 17 de abril en esa comunidad y de un eventual acuerdo con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Con la mira en esos comicios, cuya campaña política de hecho comenzó el domingo, el presidente vasco, Juan José Ibarretxe, recibió en su despacho este lunes a las dirigentes de Aukera Guztiak (AG, Lista Blanca en vascuence), la lista electoral vetada por el Tribunal Supremo de Justicia de España por considerarla un instrumento de ETA.
Al terminar la reunión, que duró dos horas y media, Ibarretxe se pronunció a favor de que AG pueda participar en la contienda y atribuyó la sentencia judicial a una decisión política tomada por el PSOE y el (centroderechista) Partido Popular, basada en un cálculo electoral puro y simple.
Además explicó que ese cálculo persigue conseguir mayorías en el parlamento vasco que les permita tomar las decisiones en relación con este país desde Madrid y no desde Euskadi (País Vasco).
Según el último Euskobarómetro, realizado en noviembre por la Universidad del País Vasco, la gobernante coalición Partido Nacionalista Vasco-Eusko Alkartasuna (PNV-EA) volvería a ganar en las urnas con 42,5 por ciento de los votos.
La investigación también otorgó al PSOE el segundo lugar, con 23,6 por ciento de la intención de voto, seguido del PP con 18,1 por ciento, Izquierda Unida con 5,8 y Aralar, una escisión de la rama política de ETA, con 3,1 por ciento.
Se consigna, también, que el PSOE muestra un crecimiento constante de sus expectativas de voto, por lo que podría superar el porcentaje recogido en esta oportunidad. Quizás por ello, el secretario de organización de ese partido, José Blanco, haya declarado que no cree que la coalición PNV-EA pueda obtener una mayoría absoluta.
ETA, ante el veto a AG, tiene dos posibilidades. Una es promover el voto en blanco o la abstención y la otra es pedir el voto para el PNV. Fuentes nacionalistas y ajenas a esa agrupación coinciden en que es difícil la segunda alternativa, aunque no la excluyen totalmente.
Si como coinciden todos los analistas y políticos, lo más probable es que pida votar en blanco o abstenerse, PNV-EA difícilmente alcanzarían la mayoría absoluta para designar al Presidente del Gobierno Vasco, incluso si recibieran el apoyo de Izquierda Unida y Aralar.
De darse esa circunstancia, la alternativa sería una coalición parlamentaria y gubernamental con el PSOE, algo que ya ocurrió veinte años atrás.
La encuesta tomó en cuenta que Batasuna, la rama política de ETA (Euskadi ta Askatasuna, Patria Vasca y Libertad en lengua vasca), estaba ilegalizada y no puede presentar candidatos. Es previsible que su reemplazante, AG, tampoco lo haga, aunque este lunes recurrió la sentencia del Tribunal Supremo ante la máxima instancia judicial, el Tribunal Constitucional.
Con estas perspectivas, el PP mantiene su tradicional política de duro enfrentamiento con el nacionalismo, en tanto que el PSOE y en especial su secretario general y presidente del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, se empeña en mostrar un talante de diálogo con todas las fuerzas, con excepción de ETA y quienes actúan subordinados a ese grupo.
Así, las críticas a Ibarretxe por recibir a las dirigentes de AG las realizó el secretario de Organización y Coordinación del POSE, José Blanco, quien reclamó al presidente vasco que deje de ejercer de abogado de quienes tradicionalmente apoyan a ETA y propugna un diálogo entre todos los demócratas de esa Comunidad Autónoma, una de las 17 que integran España.
Todo hace suponer que el Tribunal Constitucional ratificará lo decidido por el Tribunal Supremo de Justicia, ya que la resolución de éste fue adoptada por la unanimidad de sus 16 miembros, dijo a IPS uno de ellos y que pidió reserva de su nombre por encontrarse todavía abierta la última instancia.
Ante las declaraciones de Edmundo Rodríguez, portavoz de Jueces para la Democracia, de que bastaría con que AG condenase explícitamente el terrorismo para que quedara sin efecto la sentencia del Tribunal Supremo, el miembro de ese organismo aclaró que la ausencia de condena fue sólo uno de muchos otros hechos por el que se resolvió anular la lista blanca de AG.
El Tribunal Supremo señaló en su sentencia que, ante la gravedad de los daños ocasionados por el terrorismo, hay que aceptar como razonable, proporcional y adecuada la exigencia de que las organizaciones y agrupaciones que pretenden participar en las instituciones públicas realicen un rechazo inequívoco y concreto del terror.
AG se limitó a expresar en términos generales el rechazo sin límites de cualquier conculcación de derechos humanos, esté producida por quien esté producida. Ibarretxe entendió, según manifestó este lunes, que ese rechazo implica una condena del terrorismo.
Pero el dictamen, además de exigir que la condena sea clara y se refiera al terrorismo etarra, enumeró otros hechos.
Entre ellos los boletines de ETA referidos al proceso electoral, la conversación grabada en una cárcel entre un preso etarra y un dirigente de Batasuna, el partido político ilegalizado y al que, según el Tribunal Supremo, reemplazaría AG, refiriéndose precisamente a esa sustitución.
Asimismo, subraya que entre los avalistas de la lista blanca hay dirigentes de Batasuna y entre los candidatos de la misma hay dos que también tienen relación con ésta.
En Zutabe, el boletín de ETA citado por el Tribunal Supremo, se consigna que habrá que preparar el planteamiento de lucha de cara a cara a estas elecciones dando pasos à adaptándose a las especificidades de éstas.
Durante la conversación citada, la visitante del etarra preso, Elisabet Zuibiaga San José, le explicó que Batasuna será ilegalizada, por lo que a última hora del tiempo que queda se presenta la otra.
En todo caso, el Tribunal Constitucional tiene como plazo máximo para pronunciarse el jueves 31, ya que el viernes primero comenzará oficialmente la campaña electoral.