DROGAS: Afganistán se enfrenta con su enemigo interior

Sesenta por ciento de los ingresos de Afganistán proceden del narcotráfico, no obstante lo cual el gobierno se comprometió a erradicar la producción de heroína, dijo a IPS el viceministro antidrogas, Dawood Daoud.

El Plan Antinarcóticos iniciado en diciembre, inmediatamente después de la elección del presidente Hamid Karzai, ya permitió la captura de 130 toneladas de drogas, la destrucción de 90 laboratorios y 395 arrestos, explicó Daoud.

Pero la magnitud de estos resultados no es clara, pues no existen estimaciones certeras sobre la superficie cultivada con adormidera (o amapola, materia prima de la heroína, la morfina y el opio) y qué fracción representan las incautaciones en la producción total, indicó el funcionario.

”Nunca tuvimos un proceso de verificación. Esto ha comenzado ahora. Hace 20 días, 15 equipos fueron enviados a hacer la evaluación y el proceso concluirá este año”, dijo.

Daoud consideró que 60 por ciento del ingreso nacional, es decir 2.800 millones de dólares anuales, procede del narcotráfico, fundamentalmente del cultivo de adormidera y su venta.

Numerosos campesinos tienen en esta producción su medio de sustento diario.

El viceministro afgano, que visitó Gran Bretaña para asistir a una conferencia sobre abuso de sustancias ilícitas, admitió que el cálculo no será sencillo, y menos aun acabar con la acción de los barones de la droga que dirigen el cultivo, el procesamiento y el tráfico.

”No puede haber dudas de que grandes traficantes apoyaban a Talibán. Y, naturalmente, esos traficantes no quieren que el gobierno central se mantenga de pie, porque si lo logra podrá arrestar a esa gente”, dijo.

Según Daoud, existen vínculos entre traficantes y terroristas. ”Nuestros mayores problemas de seguridad son en las áreas de producción de amapola”, sostuvo.

El cultivo de adormidera y la consecuente producción de heroína aumentó desde la caída del régimen del movimiento islámico Talibán en 2001, según este funcionario, porque ”el gobierno era joven y cuando llegó al poder todas las instituciones, incluidas las económicas y culturales, estaban totalmente destruidas”.

Pero informes especializados contradicen las declaraciones de Daoud.

El régimen de Talibán había ilegalizado el cultivo de adormidera en 1999 y prácticamente había erradicado los cultivos en 2001, según la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de las Naciones Unidas.

Estados Unidos lideró ese año la coalición internacional que invadió Afganistán en respuesta a los atentados que dejaron 3.000 muertos en Washington y Nueva York el 11 de septiembre. El régimen de Talibán daba refugio a la red terrorista Al Qaeda, a la que se atribuyen los ataques.

Después de la caída de Talibán, Afganistán se convirtió en la principal fuente mundial de opiáceos, con alrededor de 87 por ciento de la producción de esa sustancia, calcularon este año expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

En 2002, Afganistán produjo 3.400 toneladas de adormidera, según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD). Ese volumen se incrementó a 3.600 toneladas al año siguiente.

Según la estadounidense Oficina Nacional para la Política sobre Control de Drogas, de 2003 a 2004 la superficie cultivada con adormidera aumentó casi 240 por ciento y la producción de opio, 73 por ciento.

Daoud consideró, por su parte, que el gobierno destinó sus primeros días a consolidar la seguridad y reconstruir las instituciones, entre ellas el ejército y la policía. No había medios para contrarrestar el narcotráfico. En diciembre, se estableció una fuerza con ese cometido, indicó.

El gobierno será incapaz de combatir el cultivo de drogas sin suministrar un medio alternativo de ingresos a los campesinos dedicados a esa actividad. ”Para eso necesitamos apoyo internacional”, sostuvo Daoud.

Gran Bretaña y Estados Unidos tomaron la delantera en ese sentido.

Londres envió a Kabul una unidad especial del Ministerio de Relaciones Exteriores para brindar asistencia. El uso de heroína entre los británicos ha aumentado en los últimos años, y 95 por ciento de las requisas corresponde a adormidera cultivada en Afganistán.

Karzai presentó su plan para este año en Kabul el 16 de febrero, en ocasión de una visita del secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Jack Straw.

El funcionario ”ha lanzado una importante campaña para alentar a los socios internacionales a que apoyen el plan antinarcóticos”, dijo al Parlamento británico otro jerarca del Ministerio de Relaciones Exteriores, Bill Rammell.

El plan establece actividades en áreas tales como creación y consolidación de instituciones, campañas informativas, creación de medios de sustento alternativos, seguridad y orden y fortalecimiento de la justicia penal.

También se han fijado medidas para la erradicación de los cultivos, reducción de la demanda, tratamiento de los adictos y cooperación regional. (

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