Organizadores de un congreso disidente previsto en Cuba para mayo desestimaron este miércoles que la cita resulte entorpecida por las críticas del también opositor Movimiento Cristiano de Liberación (MCL) que encabeza Oswaldo Payá.
No tengo nada que comentar, tenemos mucho trabajo, dijo a IPS Martha Beatriz Roque, principal impulsora de la Asamblea para la Promoción de la Sociedad Civil de Cuba, cuyas bases organizativas serán discutidas en ese encuentro.
En el congreso, cuya realización requiere autorización gubernamental, participarían unas 400 personas, entre delegados e invitados extranjeros interesados en una transición política en esta nación caribeña de sistema socialista y partido único.
Según sus promotores, la reunión sesionaría en comisiones ya están prácticamente constituidas y, entre otros objetivos, se propondrá analizar ideas de trabajo con la sociedad civil.
Esa reunión del 20 de mayo es una iniciativa más, de una parte de la oposición y no de toda la oposición, opinaron por escrito Payá y otros 13 miembros del MCL, cuatro de los cuales suscribieron el texto desde la cárcel.
La declaración acusa a las personas que convocan ese evento de fomentar y dirigir campañas sistemáticas de difamación, confusión, desaliento, provocaciones y mentiras contra el Proyecto Varela y el Diálogo Nacional.
El Proyecto Varela intentó lograr por la vía constitucional un referendo sobre cambios democráticos, que La Habana cortó de cuajo con una reforma de la carta magna que determinó irrevocable el socialismo.
En mayo de 2004, Payá añadió a esa propuesta su llamamiento a un Diálogo Nacional abierto a todas las tendencias de dentro y fuera del país con vista al diseño de un programa de transición política y preparar el futuro democrático en Cuba.
Con esas iniciativas, Payá y sus seguidores disputan protagonismo a otros sectores de la disidencia interna, que incluye también al Movimiento Todos Unidos y a la coalición de corte moderado Arco Progresista.
Según el MCL, la campaña se fue acrecentando hasta convertirse en chantaje e incluye el emplazamiento público para que esta organización socialcristiana acuda a la cita de los asambleístas.
No podemos engañar a la opinión pública internacional y al pueblo cubano en aras de la imagen de una falsa unidad, indica el texto, y reitera el MCL no asistirá al congreso, aunque respeta a quienes quieran participar.
A la cita tampoco acudirá Arco Progresista. No participaremos, pero no criticamos ni deseamos malas nuevas al propósito de reunirse, dijo a IPS Manuel Cuesta, portavoz de esa coalición integrada por agrupaciones cercanas a la socialdemocracia.
Cuesta prefirió no comentar la declaración de Payá y sus correligionarios. El silencio es la mejor respuesta. No podemos permitirnos el lujo del cainismo político, señaló sin más.
Pese a su virulencia, las críticas no entorpecerán la cita de mayo dijo a IPS, el abogado René Gómez Manzano, otro de los principales promotores de la Asamblea, junto a Roque y Félix Bonne.
En su opinión, la divergencia tampoco es síntoma de desunión de la oposición interna al régimen, pues existe coincidencia en lo fundamental, en cuanto a temas como democracia, derechos humanos, apertura económica y libertad para los presos políticos.
Gómez Manzano, Roque y Bonne pagaron con prisión sus actividades opositoras junto a Vladimiro Roca, ahora portavoz de Todos Unidos, movimiento que estará representado en el congreso de la Asamblea.
Roque fue detenida nuevamente en 2003 y condenada a 20 años de reclusión en el juicio que también sentenció a duras penas a otros 74 opositores, acusados de intentos de desestabilizar al país.
En esos procesos, más de una decena de disidentes revelaron sus verdaderas identidades como agentes encubiertos de los servicios de inteligencia cubanos y testificaron contra los acusados.
La declaración del MCL aludió a evidencias públicas según las cuales estas figuras (los promotores de la Asamblea) y otros, preparaban y desarrollaban campañas en contra de sus iniciativas con esos falsos opositores.
Junto a estos agentes, ellos descargaron toda su agresividad hasta que fueron detenidos los 75, entre éstos cerca de 50 activistas del Proyecto Varela, la mayoría todavía en prisión. Los peor es que siguen procediendo igual, remató el texto.
Tras abandonar la cárcel en junio del año pasado por razones de salud (condición que no constituye una excarcelación definitiva), Roque se volcó por entero a la reorganización de la Asamblea para la Promoción de la Sociedad Civil.
Roque dijo que varias personalidades políticas internacionales aceptaron su invitación para asistir al encuentro, cuya envergadura obligaría a utilizar un espacio público para sus sesiones.
El antecedente más cercano de una convocatoria similar es de 1996, cuando el gobierno cubano negó a Concilio Cubano (que aglutinaba a organizaciones disidentes de distinto corte) la autorización para efectuar una reunión pública.
La Asamblea está constituida por 340 pequeñas agrupaciones de todo el país y se propone, entre otros objetivos, trabajar para constituir y articular un movimiento social pacífico que permita la preparación para el cambio a la democracia.
Todas las organizaciones opositoras actúan en la ilegalidad y el gobierno cubano tilda invariablemente a sus dirigentes de mercenarios a sueldo del imperio, en referencia a Estados Unidos.