Un nuevo grupo de países, que se reconoce como un cuadrilátero, emergió este martes en la venezolana Ciudad Guayana, donde deliberaron sobre seguridad y cooperación los presidentes de Brasil, Colombia, España y Venezuela.
Este cuadrilátero que tenemos aquí debe tener continuidad, y un seguimiento para que los compromisos tengan concreción real, dijo el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del gobierno español, ante sus pares Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, Álvaro Uribe, de Colombia, y Hugo Chávez, de Venezuela.
Según Lula, esta reunión es un símbolo. Muestra al mundo que los sudamericanos somos capaces de resolver nuestros problemas y que nuestro trabajo será más productivo si contamos con el apoyo de un tercero, como Rodríguez Zapatero.
La reunión, recordó Lula, fue pactada en enero, cuando Colombia y Venezuela sostenían un agudo enfrentamiento político y diplomático, luego que en la capital venezolana policías y militares, al parecer a cambio de dinero, secuestraron a un guerrillero colombiano y lo entregaron en la frontera a agentes de Bogotá.
Washington se alineó entonces con Bogotá, en tanto los gobiernos de España y varios países latinoamericanos procuraron la superación del diferendo, lo que se concretó mediante una reunión, en Caracas en febrero, de Chávez y Uribe.
Mientras alentaban una salida diplomática, Brasilia y Madrid negociaron ventas de armas tanto a Colombia como a Venezuela. Bogotá inscribió a Brasil entre los posibles proveedores de una flotilla de aviones de reconocimiento y combate para los que destinará 234 millones de dólares, dentro de un paquete de compras por 540 millones.
Venezuela comprará a España cuatro corbetas misilísticas, otros cuatro buques patrulleros y aviones de transporte militar, por unos 1.300 a 1.500 millones de dólares, y adquirirá en Brasil al menos dos docenas de aviones de reconocimiento y bombardeo.
Venezuela también comprará a Rusia más de 40 helicópteros y, la adquisición más publicitada, 100.000 fusiles AK-47 (Kaláshnikov), así como tecnología para producir balas de 7,62 milímetros, armas y municiones que portan los guerrilleros colombianos.
Por todo ello, la cita de Ciudad Guayana adoptó la seguridad, interna y regional, como punto nodal en su temario, pero los gobernantes pusieron sordina a las millonarias operaciones de compraventa de armas.
En cambio, insistieron en que su propósito es el desarrollo, la integración, el combate a la pobreza y la búsqueda de nuevos esquemas para las relaciones internacionales.
Estamos convencidos de que podemos contribuir a la seguridad de cada país, a la confianza entre países, a que la seguridad sea un valor compartido, dijo Rodríguez Zapatero, y sin duda alguna el elemento central es la erradicación de la pobreza.
Chávez sostuvo que una nueva geopolítica se abre en el mundo, y Rodríguez Zapatero, convertido en destinatario de los mensajes de sus homólogos, acotó que lo más atractivo es que nadie, ni siquiera los más poderosos, la tiene diseñada en una pizarra. No hay un plan preestablecido y esta cumbre debe lanzar ese mensaje.
Uribe presentó un recuento de la situación de violencia en su país y de sus esfuerzos por negociar con los paramilitares de derecha y las guerrillas de izquierda, y varias veces pidió a sus colegas ayuda para combatir el terrorismo en su país.
Colombia, con 42 millones de habitantes, tuvo hace tres años 30.000 homicidios y 3.000 secuestros y la situación decimos que ha mejorado porque en 2004 tuvimos la barbaridad de 19.000 homicidios y 700 secuestros.
Culpó sobre todo a las guerrillas, que cuando yo era adolescente, hace 30 o 35 años, eran ideológicas, pero ahora se financian con el narcotráfico y otros crímenes. El narcotráfico ha destruido 1,7 millones de hectáreas de bosques tropicales en la Amazonía colombiana, clamó.
Chávez y Lula reiteraron a Uribe su oferta de contribuir, si fuese necesario y posible, con el proceso de pacificación en Colombia, y el mandatario venezolano añadió que si la guerrilla ingresa a su país será tratada como enemiga.
Chávez ha sido acusado por Washington de simpatizar con las guerrilleras FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) e incluso de prestarle apoyo, por lo que el secretario estadounidense de Defensa, Donald Rumsfeld, y otros funcionarios, han criticado la compra de 100.000 fusiles rusos, ya que podrían ir a manos de los grupos irregulares que actúan en la región.
Lula salió en defensa de su par venezolano y dijo a Chávez: No aceptamos difamaciones e insinuaciones contra nuestro compañero. Venezuela tiene el derecho de tomar sus decisiones, de ser un país soberano, y no debe ser acusado de cosas que quienes compartimos contigo sabemos que no están en tus pensamientos.
Los mandatarios elaboraron una declaración en la cual recogieron el interés por impulsar acuerdos de cooperación en materia de infraestructura e integración económica y comercial.
Nada hay más importante para desvirtuar la agenda de los rumores que privilegiar la agenda del trabajo práctico y eficaz, resumió Uribe. (
