La entrada en vigor este domingo de la Convención Marco para el Control del Tabaco, adoptado por la Organización Mundial de la Salud, alimenta la esperanza de frenar la causa de muerte de 14.000 chilenos al año.
Chile se encuentra entre los países latinoamericanos con mayor cantidad de fumadores. Según el médico especialista en enfermedades broncopulmonares y tabaco Sergio Bello, 43 por ciento de la población adulta consume cigarrillos, lo que ocasiona un gran impacto en la salud pública, afectando la mortalidad, morbilidad y calidad de vida de muchas personas, dijo a IPS.
En su experiencia clínica, las enfermedades más importantes asociadas al consumo de tabaco son las cardiopatías, fundamentalmente la coronaria, problemas respiratorios como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (epoc) y cáncer al pulmón, laringe, faringe, estómago, riñones, vejiga, páncreas y cuello del útero en la mujer.
Conforme a la encuesta nacional de consumo de drogas que realiza cada dos años el Consejo Nacional de Estupefacientes (Conace), desde hace una década, el peack (punto alto) de consumo de tabaco se produce entre los 20 y 35 años, señaló Bello.
Las personas comienzan a fumar durante la pubertad, el consumo se eleva entre los jóvenes y baja ostensiblemente después de los 60 años de edad, añadió el médico.
Bello, que es asesor del Ministerio de Salud, enfatizó que los daños del tabaco se observan 20 o 30 años después de iniciado el consumo. Es decir, si una persona empezó a fumar entre los 15 y los 20 años, estas enfermedades recién se manifestarán después de los 40 o 50 años de edad.
Todas las personas capaces de soportar la tos, el malestar y hasta las náuseas iniciales pueden hacerse adictas al cigarrillo. Basta un mes de consumo diario, para empezar un cierto grado de adicción, la que se agudiza conforme pasa el tiempo, señaló el especialista.
Como en la mayoría de los países que luchan contra el tabaquismo, la política sanitaria chilena trabaja en cuatro lineamientos. El primero es impedir el inicio temprano del hábito de fumar, porque se ha demostrado que mientras más precoz sea el primer consumo, más posibilidades tiene luego de ser un adulto adicto.
Por esta razón, el Ministerio de Salud ha volcado sus programas preventivos hacia los jardines infantiles, escuelas y liceos, con el fin de crear conciencia y divulgar los daños que provoca el tabaco en la salud de las personas.
El segundo objetivo es proteger a los no fumadores, por lo que las estrategias se orientan a promover ambientes libres de humo, comenzando por distintas reparticiones públicas como ministerios e instituciones.
También ayudar a que los fumadores abandonen el hábito, es la tercera finalidad ministerial. En este contexto, Bello destaca el concurso que, desde 1998, implementa el servicio de salud. Déjalo y gana es una propuesta que cada dos años ofrece un incentivo económico para abandonar la adicción al cigarrillo y que ha contado con una numerosa convocatoria.
Finalmente, el Ministerio de Salud pretende disminuir el acceso al tabaco mediante el aumento de los impuestos y la implementación de campañas preventivas masivas dirigidas, especialmente, a los niños.
Estadísticas de Conace indican que la cantidad de hombres fumadores en Chile se ha mantenido en 40 por ciento desde hace más de 30 años. Por el contrario, en las mujeres se ha incrementado al pasar 20 a 40 por ciento en el mismo lapso.
A juicio de Bello, esto se debe a los hábitos sociales de una sociedad muy permisiva. Asegura que no se ha tomado conciencia que lo normal es no fumar y no al revés. Muchos lo hacen de manera desenfadada, sin siquiera pedirle permiso a los que están a su alrededor.
Lo anterior, sumado a la intensa y exitosa publicidad de las tabacaleras, que focalizan su marketing en la gente joven, hace que los índices de consumo no retrocedan, apuntó.
Las cifras lo confirman: uno de cada tres escolares entre 13 y 15 años fuma en Chile, según los resultados preliminares de la Encuesta mundial de tabaquismo en jóvenes (EMTA) 2003, encargada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La ley chilena prohíbe vender cigarros a menores de 16 años. No obstante, entre 80 y 90 por ciento de los niños encuestados reconoce haberlos adquirido sin problemas e incluso han recibido cigarrillos gratis por parte de promotores de las tabacaleras.
Aún así, Bello es optimista y espera que, con la Convención Marco para el Control del Tabaco se tengan más instrumentos para controlar el tabaquismo y bajar la prevalencia en el país en los próximos años.
La entrada en vigencia del convenio, instrumentado por la agencia de la Organización de las Naciones Unidas. significa replantear totalmente las políticas de control de consumo de tabaco y actualizar y modernizar la legislación existente como la advertencia sanitaria en las cajas de cigarrillos, que no se ha modificado desde 1996, informó a IPS Yul Francisco Dorado, miembro de Consumers International.
Si bien la Convención será posicionada este 27 de febrero por la OMS en la agenda pública a nivel global, en Chile aún está en proceso de ratificación en el Senado, el que se espera lo tratará en marzo.
La implementación del acuerdo marco apunta a las políticas de salud pública aplicadas al control del tabaco. Tiene que ver con lo ambiental por la regulación de espacios libres de humo y con la responsabilidad social que le cabe a la empresa tabacalera, indicó Dorado.
Además es una apuesta de lucha contra la pobreza, porque en América Latina, un promedio de 15 a 23 por ciento de los ingresos familiares se destinan a la adquisición de cigarrillos, entonces, es una forma de impactar en los presupuestos familiares, aclaró el dirigente.
Sólo Colombia no ha firmado en América Latina la Convención Marco para el Control del Tabaco, mientras que ya la ratificaron México, Panamá, Perú, Venezuela, Uruguay, Trinidad y Tobago.
Al interior de las OMS funcionará la Conferencia de las Partes, que reunirá a los representantes de las ahora 57 naciones ratificantes. A ellos corresponderá la administración e implementación del Convenio a nivel internacional.
El Mercado Común del Sur (Mercosur), conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, ofrece un espacio de encuentro para los ministros de Salud, en el que se incorporará el tema de la Convención.
Esperamos que eso permita tomar decisiones de conjunto en materia de salud pública, así como en el caso del contrabando, que es un problema regional, sostuvo Dorado. Al Mercosur ya se han asociado Chile, Bolivia, Perú, Venezuela, Ecuador y Colombia.
En muchos países, las tabacaleras aluden al daño que se le provocará a la producción campesina. El representante de Consumers International aseguró que en algunos países, como Brasil, las compañías de tabaco han incitado a los pequeños productores a oponerse y obstaculizar la ratificación.
Como una estrategia de marketing, las tabacaleras sólo han utilizado las instancias de lobby (presión) con las autoridades para evitar la puesta en marcha de la Convención, pero no han ofrecido una oposición abierta para no dañar su imagen pública.
Para Consumers International, las expectativas, se encauzan a la búsqueda de políticas de defensa y promoción del consumidor y a la transparencia en la información sobre los contenidos, riesgos y consecuencias del consumo tabáquico.
Además, trabajan para que las políticas tributarias y referidas a precios sean mucho más exigentes para desestimular el consumo del tabaco, y en promover los espacios libres de humo. Que se respete el derecho del no fumador tiene que ver con incidencia e impactos en el ambiente y en la salud de los no fumadores.
Amanda Lagos (43 años), un ama de casa que fuma desde los 15 años, dijo a IPS que la Convención no le molesta en tanto no influya en el presupuesto que destina para fumar. Pero, si eso implica que suban los cigarrillos, no me gusta para nada, agregó.
En cambio, para Andrés Sepúlveda (37 años), operador de una línea aérea local, representa que al fin nos respeten como no fumadores y ellos ûlos fumadores— no se crean dueños del aire que respiramos todos, opinó. (