ESPAÑA: ETA contra las cuerdas

ETA parece estar arrinconada y sin fuerzas, según surge de los documentos que portaban militantes de este grupo terrorista vasco detenidos cuando se aprestaban a perpetrar un atentado en la oriental ciudad española de Valencia.

Este viernes, en la septentrional provincia de Guipúzcoa fue arrestada Patricia Perales Hurtado, acusada de integrar el grupo de ETA dirigido por Javier Pérez Aldunate, quien fue apresado el 11 de este mes en la vecina provincia de Vizcaya.

Esas dos provincias y Álava conforman el País Vasco, una de las 17 comunidades autónomas en que está dividida España.

Todos los detenidos son procesados por el juez Baltasar Garzón. Pérez Aldunate es acusado de planear un atentado contra el rey Juan Carlos, durante la permanencia de éste en Palma de Mallorca, en el archipiélago de las Islas Baleares en el mar Mediterráneo, donde asistió, como cada año, a una tradicional regata.

En el auto de procesamiento, Garzón incorporó un texto manuscrito dirigido a Pérez Aldunate por Garikoitz Aspiazu Rubina, cuyo nombre de guerra es Txeroki, considerado el jefe del grupo.

"Quedamos en que si no cogíais nada gordo, les daríais a los uniformados, y teniendo en cuenta la situación política, las hostias que nos han dado, y que íbamos a hacer un año sin tirar a nadie, una ekintza (acción, en vascuense) vendría mejor que bien", dice en parte de la carta.

Pérez Aldunate confesó al juez que no perpetró el atentado contra el Rey porque no le llegó a tiempo el fusil con mira telescópica que le debía enviar Txeroki desde Francia, donde vive oculto.

Al fallido atentado se refiere éste, al decir que "si no cogíais nada gordo (importante)" tendrían que realizar una acción cualquiera, sin especificar el objetivo.

Ese texto ilustra también sobre la situación de la propia ETA (Euskadi ta Askatasuna, Patria Vasca y Libertad en vascuence), al señalarle a su destinatario que deben tener en cuenta "las hostias (golpes) que nos han dado” y recordarle que llevaban un año sin matar a nadie.

"Teniendo en cuenta que el hecho de que fuera un uniformado tendría mucha importancia. Más aún cuando el enemigo se estaba regocijando una y otra vez en la debilidad de la organización y cuando la confianza de nuestra gente estaba en crisis… La cita entre nosotros: Día 19 de Marzo", dice la misiva entre los miembros de ETA en otro tramo.

Ante una respuesta de Pérez Aldunate diciendo que no mataron a un policía por el clima político que se vive en España, de amplio rechazo al terrorismo, Txeroki le volvió a escribir diciéndole que, "aunque el ambiente esté enrarecido, NO HAY NADA y tenemos que poner muertos sobre la mesa cuanto antes”.

Por ello, le ordena que en el plazo de un mes y medio "tendréis que poner patas arriba (matar) a un enemigo uniformado” y precisando que "da lo mismo qué uniforme y donde”.

Al concretar ese asesinato la situación "quedará de la hostia (muy bien) y nos dará mucha fuerza”, prosigue la carta.

Luego les expresa que, "una vez hayáis realizado la ekintza (acción), podéis veniros aquí (localidad no identificada en Francia) cuando queráis y mientras llega la cita poneros a vivir en una casa del estilo a la que tenía DTI en la última ocasión. En caso de que hagáis esto, coged la casa para un mes”.

Finalmente les recomienda: "… Cuidaros, manteneros firmes, y ya sabéis, ¡¡CAÑA (golpes duros) AL ENEMIGO!! Quedamos a la espera de vuestras BUENAS noticias."

Casi simultáneamente fueron detenidos Mikel Orbegozo y Sara Majarenas, en Valencia, a quienes se les incautaron 25 cartuchos de cien gramos del explosivo Titadyne, 350 gramos de dinamita, una bomba lapa, y detonadores.

También las autoridades incautaron unas 20 hojas con una lista de objetivos contra los que pensaban atentar, como empresarios, políticos, miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad y autoridades locales, como la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, del centroderechista Partido Popular.

Según información suministrada por la policía al juez instructor, los etarras tenían instrucciones de cometer un atentado antes del domingo próximo, cuando se celebrará en España un referéndum sobre la Constitución de la Unión Europea.

El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, vinculó la operación policial en Valencia con las últimas detenciones en el País Vasco y con las instrucciones de Txeroki a Pérez Aldunate.

Con estas últimas detenciones, suman 26 las personas encarceladas desde principios de año acusadas de pertenecer a ETA, 22 de ellas en España y las restantes en Francia.

En sus primeras declaraciones los detenidos confesaron al juez que el primer atentado sería cometido contra Barberá, el próximo sábado.

Ante la situación de debilidad del grupo vasco y las manifestaciones de políticos ligados a ella planteando que se debe negociar la paz con el gobierno, el jefe del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, aclaró que "ETA sabe muy bien que sólo será escuchada, que es un paso previo a cualquier hipótesis de diálogo y no digamos ya de negociación, si cesa el ruido de las bombas y las pistolas”.

Zapatero añadió que "el destino de ETA, y es conveniente que lo entienda cuanto antes, no es otro que el fin de la violencia y la seguridad de que a través de la violencia no se consigue ningún beneficio político”.

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