Chile y la Unión Europea (UE) elevan apuestas en la disputa por las barreras a las ventas de salmón chileno. Santiago iniciará el proceso para apelar ante la Organización Mundial del Comercio, y Bruselas replica que sus medidas tienen base jurídica.
Gobierno y empresarios acordaron llamar a consultas a la UE en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en el plazo de un mes. Si esta instancia fracasara, se constituiría un panel de tres árbitros que deberán pronunciarse por la legalidad de las salvaguardias.
La UE, que absorbe ocho por ciento de las ventas de salmón chileno, estableció el viernes cuotas, aranceles y precios mínimos a las importaciones procedentes de Chile, Noruega e Islas Faroe.
La cuota de ingreso de salmón chileno será de 16.033 toneladas hasta agosto, y de 36.146 toneladas desde entonces hasta agosto de 2006. Las importaciones por encima del cupo serán tasadas con un arancel de casi 35 por ciento.
Además, la UE estableció precios mínimos de 2,7 euros (3,5 dólares) por kilogramo de pescado fresco y de 2,59 euros (3,3 dólares) por kilo del producto congelado.
El conjunto de barreras, con una vigencia prevista hasta 2008, podría mermar hasta en 18 por ciento las ventas chilenas respecto de 2004.
La Comisión Europea, brazo ejecutivo de la UE, justificó su decisión en los perjuicios sufridos por piscicultores de Irlanda y Escocia (promotores de la medida) debido al aumento de las exportaciones.
El presidente de la Asociación de la Industria del Salmón de Chile (SalmonChile), Carlos Vial, calificó la decisión de arbitraria e injustificada pues contradice completamente el Acuerdo de Libre Comercio firmado entre Chile y la Unión Europea, vulnerando las garantías del libre comercio ahí contenidas.
Las exportaciones de salmón y trucha a los países de la UE durante los primeros 11 meses de 2004 dejaron ingresos de 107,5 millones de dólares, sostuvo.
Las salvaguardias limitan directamente el desarrollo de la salmonicultura chilena y cierran las puertas al crecimiento en el mercado de la UE a pesar de la existencia de un Acuerdo de Cooperación Económica, agregó.
El gerente general de SalmonChile, Rodrigo Infante, abundó que las restricciones no sólo afectan los envíos chilenos, sino el mercado mundial del producto.
El ajuste del mercado ante los precios mínimos exigidos implicará una baja en los volúmenes transados, pues los productores locales no necesitan cumplir con el precio mínimo de importación y las cuotas planteadas para Chile son menores a los volúmenes que hoy estamos mandando a ese mercado, señaló.
Otra preocupación de la industria salmonera se refiere a las inversiones efectuadas en el sector, que no podrán cubrirse, frenando la expansión prevista y con consecuencias negativas en el empleo.
Chile firmó dos años atrás un acuerdo de libre comercio con la UE. A partir de entonces, nuestros mayores problemas para llegar a ese mercado tienen que ver con la distancia, y para eso se creó todo este formato de productos congelados, dijo Infante.
Por otra parte, redirigir las ventas hacia mercados como Estados Unidos y Asia distorsionará el mercado y puede provocar una caída preocupante en el precio internacional del salmón, señaló el exportador.
A su juicio, la UE no ha demostrado de manera convincente el daño que estarían sufriendo los productores de salmón de Irlanda y Escocia, elemento necesario para aplicar la salvaguardia.
Toda la industria procesadora de salmón ahumado, que requiere materia prima importada, representa un volumen de trabajo al interior de Europa muchísimo mayor que la industria productora. Ahí el libre comercio beneficia a muchas más personas, afirmó.
El encargado de asuntos internacionales de la cogobernante Democracia Cristiana, Tomás Jocelyn Holt, dijo a IPS que el mercado del salmón en Europa ha estado bajo controversia hace 15 años, con intentos de regulación por parte de la industria de Escocia e Irlanda y hoy de Letonia, que desean responder a la influencia que tiene Noruega y al posicionamiento chileno.
Ellos han concluido que necesitan de las salvaguardias para regular el mercado, y las salvaguardias no están hechas para regular mercado, sino para responder a tácticas desleales de comercio, afirmó.
Para el director de Asuntos Multilaterales de la Cancillería, Ricardo Lagos Weber, la apelación a la OMC tiene más fuerza que los mecanismos bilaterales.
El gobierno chileno no descarta un segundo intento, que apunta a convencer a algún gobierno de un Estado miembro de la UE para solicitar una revisión de la medida ante la Comisión Europea.
Con todo, Lagos Weber reconoció que la aplicación de salvaguardias era uno escenario previsible, por el crecimiento del sector y su penetración internacional, que aumentan las probabilidades de conflictos comerciales.
El diputado del opositor partido Renovación Nacional, Carlos Vilches, dijo a IPS que el salmón chileno es un producto que compite seriamente en el mercado europeo, transformándose en la segunda industria exportadora del país y colocando volúmenes que pueden atemorizar a los productores europeos.
Para evitar la imposición de medidas, gobierno, parlamentarios y empresarios efectuaron un intenso cabildeo previo, que incluyó la presentación de tres documentos ante la Comisión Europea, gestiones de la cancillería con diversos ministros europeos, y reuniones conjuntas de funcionarios y representantes del sector privado en Bruselas.
Pero la oposición derechista adjudica al gobierno descuido, falta de previsión y reacción tardía ante la crisis del salmón.
El gobierno ha actuado a destiempo, ha improvisado y hasta pecado de ingenuidad, porque la información la tenía, reconociendo que son problemas que vamos a empezar a vivir. Se necesita integrar expertos que conozcan en detalle este tema para poder buscar una solución de país, dijo Vilches.
El diputado reclamó recurrir inmediatamente ante la OMC y convocar a su comité de controversias.
Jocelyn Holt se mostró optimista ante las iniciativas adoptadas. Es muy difícil que las salvaguardias se sostengan en la OMC, el grueso de los reclamos que se han hecho ante el organismo económico han prosperado, afirmó.
La Comisión Europea sabe perfectamente de una sólida oposición a la imposición de estas medidas por un número considerable de países europeos, que se sostuvo una reunión el 21 de enero, y que 11 países manifestaron su rechazo a las restricciones, cantidad suficiente para bloquear la medida en el Consejo de Ministros comunitario.
Si hay un país, de aquí al 7 de marzo, que apele al Consejo de Ministros y exija que estas disposiciones pasen el examen de la mayoría calificada que exige la UE en estos casos, las salvaguardias caerán, afirmó.
Este martes, la Comisión Europea contestó al pedido de diálogo de Santiago en el marco de la OMC.
Siempre podemos escuchar las explicaciones de Chile, pero tenemos la base factual y jurídica para poner en marcha estas medidas de salvaguardia, dijo Claude Veron-Reville, portavoz del comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson. (