ARTES PLÁSTICAS-CUBA: Retratos de familia

Una inusual combinación de fotografía y artesanía, en puestas que podrían considerarse pequeñas instalaciones plásticas, atrae la atención del público en un espacio alternativo de la capital cubana.

Unidos en el arte así como en la vida, la artesana Rita Águila y el fotógrafo Ángel González inauguraron el pasado 11 de este mes su primera exposición en los salones de la Biblioteca Médica Nacional, ubicada en el corazón de La Habana.

Los amaneceres junto al mar, una iglesia rodeada de agua y el pescador del amanecer habanero, entre tantas imágenes y momentos, se integran en una sola obra con caracoles, botones, ramas de canela, periódicos viejos o la textura rústica de los marcos.

”Me encanta trabajar con Ángel, de hecho nos conocimos así y él me ayuda en millones de detalles que, para la terminación de cada una de las piezas, son fundamentales. Lo mismo pone una bisagra que dibuja detalles”, dijo Águila a IPS.

Cuando se les presentó la oportunidad, sólo tenían las fotos y en un tiempo maratónico tuvieron que hacer el resto. Los materiales los buscaron a orillas del mar, ”el lugar donde puedes encontrar restos” que para la pareja ”son como oro”.

El último marco lo terminaron de hacer juntos a las cuatro de la madrugada del día de la inauguración.

”Mucho gusto”, la frase que da título a la muestra abierta hasta el 11 de marzo, puede verse en los programas y en el cartel promocional que los artistas trabajaron en papel reciclado, una opción muy poco explotada en esta isla del mar Caribe.

”Una mirada fugaz descubre un universo visual riquísimo y por qué no lindísimo, aunque el término no esté avalado por los especialistas en estética”, afirmó la periodista Marta María Ramírez, especialista en temas culturales.

Del conjunto, Ramírez resalta el valor de una foto que une en una misma imagen a Jesucristo y al guerrillero argentino Ernesto Che Guevara, en una especie de relación que hubiera sido imposible imaginarse en Cuba hace unos 20 años.

”Es importante el tema de la religiosidad de la población cubana, reflejada desde el sincretismo, y también la maternidad, etapa que ambos vivieron con mucha intensidad y que remite a las fotos de Amelia”, la hija de casi dos años de ambos, según Ramírez.

La obra de Águila incluye una amplia gama de piezas infantiles, cofres, bandejas, portavelas, portallaves, baúles y marcos, trabajados a partir de una técnica de falsos acabados en madera que aprendió durante un curso en Argentina en 2002.

La artista se une además a la creadora Liz Alfonso en un proyecto conocido como ”Llave artesana”, que tuvo su primera presentación en la Feria Internacional de Artesanía de La Habana, realizada a fines de 2004.

Ese mismo año mereció el Premio Especial de Juguetería del II Concurso de Artesanía Utilitaria, convocado por el Fondo Cubano de Bienes Culturales, institución adjunta al Ministerio de Cultura.

González, por su parte, creció en el mundo de la televisión y de la imagen. Hijo de Gaspar González, el creador de ”Chuncha” (personaje animado emblemático de la televisión cubana), ha incursionado en el video, la televisión y el cine.

”A veces doy prioridad a lo que pueda escapar a la atención de cualquiera y que, a través de la mirada del lente, se revaloriza. Lo que sí prefiero por encima de todo es trabajar desde una óptica documental, captando el momento con naturalidad”, apuntó.

”Cada obra que asumo en video tiene la impronta del cine”, afirma y recuerda los trabajos de promoción audiovisual realizados al guitarrista Rey Guerra y al trovador Jorge García, reconocidos por la crítica especializada en Cuba por evadir los estereotipos del género.

Todo lo que sabe acerca de la imagen dice haberlo aprendido durante la filmación de la serie televisiva Shiralad, que protagonizara Jorge Perugorría (Fresa y Chocolate) a finales de los años 80. Después trabajó tres años como director y camarógrafo del programa infantil ”Quiero decir”.

”Demoler”, un documental sobre el actual proceso de reestructuración de la industria azucarera cubana, le dejó dos premios en su calidad de fotógrafo y ”el halago de maestros” como el realizador Fernando Pérez, director de la película ”Suite Habana” (2003).

”En casa me compraron mi primera cámara, una Zenit soviética que pesaba un montón pero con la que se hacían muy buenas fotos. Esa fue mi primera inspiración y la segunda ha sido Rita, que día a día me 'pincha' para que haga fotos”, narra González.

Cuentan que la gente los mira ”raro” cuando recogen ”basura” junto al mar y que los carpinteros se quedan con ”la boca abierta” al ver lo que salió de los trozos de madera que ellos habían desechado por inservibles.

”Cuando empezamos el primer marco, pasó Amelia, nuestra beba, y dijo '¡qué lindo mamita, qué lindo!'. Dice Ángel que ya con la opinión de esta 'crítica' tenemos garantizado el éxito, así que siempre le enseñamos a ella lo que hacemos”, comenta Águila.

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