AMBIENTE-COLOMBIA: Alerta en selva de Darién por obra eléctrica

El Ministerio de Minas y Energía colombiano tiene listos estudios de impacto ambiental para cuatro trayectos posibles de un polémico proyecto de interconexión eléctrica entre Colombia y Panamá, en una zona altamente estratégica por su rica diversidad biológica.

Ambientalistas temen que esa obra sea negativa para la selva del Darién, que incluye en la parte panameña la mayor área protegida de América Central, aunque aún no se ha decidido si pasará por esa zona o más al norte, hacia el colombiano golfo de Urabá, comunicado con el mar Caribe.

Dos de los posibles trayectos de la obra de interconexión eléctrica son terrestres, y otros dos combinan tramos terrestres y submarinos. La conexión recorrería de 500 a 600 kilómetros, con costos aproximados de 172 a 221 millones de dólares.

Así se uniría la subestación Cerromatoso, en el norteño departamento colombiano de Córdoba, con la subestación Panamá II, lo que permitiría transportar 300 megavatios de Colombia a Panamá y 200 en sentido contrario.

Según el ministro de Minas colombiano Luis Mejía, el objetivo es que la línea de interconexión esté construida en 2008.

Hugo Ortega, de la no gubernamental Fundación Darién, que trabaja desde hace 12 años en la zona, dijo que las comunidades locales no han sido consultadas, como manda hacerlo la Constitución colombiana para la preparación de proyectos de desarrollo en sus territorios.

"Los pobladores locales siempre somos los últimos en enterarnos, y nos preguntamos cómo harían estos cuatro estudios de impacto ambiental sin que aquí nos diéramos por enterados" dijo Ortega a Tierramérica.

Para la Fundación, cualquier proyecto de interconexión eléctrica pasaría por la selva del Darién, una eco-región fronteriza que ha sido foco de tensión por la incursión de grupos armados guerrilleros colombianos y que cobija al Parque Nacional Darién, el mayor de América Central.

Creado el 1980 para preservar la rica diversidad biológica de la zona, el parque tiene 597.000 hectáreas. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) lo reconoció en 1983 como patrimonio de la humanidad y reserva de la biosfera.

La zona del Darién se extiende desde el Canal de Panamá hacia el este, y continúa por la costa colombiana sobre el océano Pacífico y el norte de Ecuador. También llega hasta las estribaciones de los Andes Occidentales en Colombia y Ecuador, con alturas desde el nivel del mar hasta 4.000 metros, e incluye ecosistemas que abarcan desde el bosque húmedo tropical de tierras bajas hasta páramos andinos.

Entre los tipos de cobertura dominante también están manglares, matorrales, pastizales húmedos, humedales y bosques aluviales, montanos y secos.

Sus habitantes pertenecen a tres diferentes grupos étnicos: los pueblos indígenas emberá-wounaan y kuna, que habitan en Panamá y Colombia, los afrodescendientes y los inmigrantes de otras regiones.

Varias especies amenazadas o en peligro de extinción viven en la selva de Darién, entre ellas el águila harpía (Harpia harpyja), el arisco tapir (Tapirus bairdii) y el puma (Felis concolor).

Uno de los cuatro trayectos para la obra de interconexión eléctrica debe ser escogido antes de que termine el primer semestre de este año. Después, Colombia y Panamá deberán incorporar el proyecto en sus planes de desarrollo energético, comenzar el trámite de las respectivas licencias de impacto ambiental, y finalmente abrir la licitación para la construcción, según explicó a Tierramérica una fuente gubernamental que pidió reserva de su nombre.

Según el funcionario, el diagnóstico ambiental de alternativas realizado por la estatal Interconexión Eléctrica Sociedad Anónima (ISA) de Colombia y su homóloga panameña Empresa de Transmisión Eléctrica Sociedad Anónima (Etesa) sugiere los cuatro itinerarios teniendo en cuenta aspectos ambientales y normas vigentes en cada país.

ISA y Etesa presentaron en agosto de 2004 actualizaciones de los estudios eléctricos y energéticos, y según éstas la interconexión entre los dos países "es técnicamente viable".

Los estudios consideraron las características y funcionamiento de los mercados centroamericano y andino, y en opinión del Ministerio de Minas "permitieron establecer de forma preliminar que la obra podría generar beneficios gracias los ahorros en costos de operación".

Marcelo Antinori, jefe de infraestructura para Centroamérica del Banco Interamericano de Desarrollo, confirmó en septiembre que ese organismo podría apoyar el proyecto de interconexión eléctrica si los países interesados lo solicitan.

El 6 de noviembre, el director ejecutivo de la panameña Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza, Líder Sucre, protestó por otro proyecto de interconexión entre Colombia y Panamá a través del Darién: el de la construcción de un tramo de 96 kilómetros de la Carretera Panamericana, que busca unir Alaska con la Patagonia.

Sucre aseguró que esa obra tendrá un impacto negativo para la flora y fauna de la oriental provincia panameña de Darién, porque agravará la colonización desordenada, la tala indiscriminada y los incendios intencionales para desplazar la frontera agrícola.

Pero el canciller panameño Samuel Lewis Navarro declaró a la prensa en noviembre que Panamá "no aceptará la construcción de una carretera en el Darién si tiene un impacto negativo en el ambiente y la población".

* La autora es colaboradora de Tierramérica. Publicado originalmente el 5 de febrero por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica.

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