Estados Unidos quedó muy mal parado, como un metiche (entremetido) con la solución del conflicto entre Caracas y Bogotá, dijo este sábado el vicepresidente de Venezuela, José Vicente Rangel, mientras se divulgaban informes según los cuales el gran mediador fue el líder cubano Fidel Castro.
El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, visitó la ciudad de Arauca, en la frontera con Venezuela, y allí agradeció a todos los gobiernos hermanos, particularmente a Perú, a su mandatario (Alejandro) Toledo y a su canciller Manuel Rodríguez.
Perú, desde la presidencia de la Comunidad Andina de Naciones, que comparte con Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, realizó una muy eficiente e inteligente tarea facilitadora y mediadora, apuntó.
Además de Lima, ofrecieron sus buenos oficios los gobiernos de Argentina, Brasil, Chile, Guatemala, México y República Dominicana, y la capital peruana fue el escenario el jueves de un encuentro entre los cancilleres Carolina Barco, de Colombia, y Alí Rodríguez, de Venezuela, en el que se avanzó, aunque allí no hubo humo blanco.
Pero según el diario El Tiempo, de Bogotá, en realidad fue Castro quien, a pedido de Uribe, gestionó con una velocidad y eficacia sorprendentes un entendimiento con el presidente venezolano, Hugo Chávez, luego que éste ordenara represalias diplomáticas, políticas, comerciales y en los demás acuerdos de cooperación e intercambio bilaterales con Colombia.
En secreto, el canciller de Cuba, Felipe Pérez Roque, se habría reunido con Chávez y su vicecanciller, Abelardo Moreno, y con Uribe entre el 21 y 22 de este mes, para un cruce de cartas con La Habana como estafeta en la que los gobiernos enfrentados habrían convenido los términos gruesos de una solución.
El conflicto había estallado a raíz del secuestro en diciembre en Caracas del guerrillero Rodrigo Granda, quien luego fue llevado a la frontera colombiana donde la policía alega haberlo encontrado.
Granda se señala como responsable de asuntos exteriores de las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Venezuela acusó a Colombia de violar su soberanía, lo cual negó el gobierno de Uribe, tras lo cual Chávez ordenó congelar las relaciones hasta tanto Bogotá presentase excusas y diese seguridades de que no reincidiría.
Según Caracas, la policía colombiana sobornó a varios militares venezolanos para que raptasen a Granda y lo llevasen a Colombia, en tanto Bogotá asegura que sólo pagó a informantes para que le indicasen en cual lugar de la frontera estaba el insurgente..
Chávez también acusó a Estados Unidos de estar detrás de toda la operación para enemistar a los dos gobiernos y buscar un enfrentamiento que desestabilice su mandato y perjudicase la integración pactada por los países de América del Sur durante la cumbre regional de Cuzco (Perú) del pasado diciembre.
El gobierno estadounidense de George W. Bush fue el único de América que abiertamente tomó partido por Colombia y su embajador en Bogotá, William Wood, fue el primero en respaldar en un ciento por ciento las posiciones de Uribe.
Luego, el Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos envió mensajes a las capitales sudamericanas pidiendo presionar a Chávez para que aceptase las tesis colombianas y colaborase con Uribe en la lucha contra las guerrillas izquierdistas.
Pero, además, al comparecer ante el Senado en Washington para defender su nominación como Secretaria de Estado, Condoleezza Rice, hoy ya confirmada en el cargo, criticó a Chávez en dos oportunidades como una fuerza negativa en la región y por no colaborar con sus vecinos en la lucha global contra el terrorismo.
El analista venezolano Carlos Romero dijo a IPS que lo que busca Washington es el apoyo de Chávez al Plan Colombia, financiado por Estados Unidos, ahora que en su fase abiertamente militar con el nombre de Plan Patriota llevará la ofensiva antiguerrillera hasta las regiones fronterizas.
El mandatario venezolano no sólo rehusa apoyar ese plan, sino que insiste en ser neutral respecto del conflicto interno colombiano y sostiene que sólo apoyará iniciativas de paz y no las de guerra.
Aunque enfrentados, Chávez y Uribe nunca dejaron de lamentar el incidente e hicieron constantes votos por encontrar una solución, por la que presionaron empresarios colombianos, los más afectados con la interrupción a un comercio bilateral que el año pasado alcanzó a 2.500 millones de dólares.
También en la zona colombiana de frontera se agudizaron los problemas cotidianos por la escasez del combustible que llega de Venezuela y las restricciones al paso de personas y camiones que necesitaban ir el occidente venezolano.
La manera positiva como se resolvió diferendo entre ambas naciones demuestra que tenemos la capacidad de solucionar situaciones difíciles de la mejor manera, dijo Rangel. Ese resultado deja muy mal parado a Estados Unidos, que con sus reiteradas intromisiones quedó como un metiche.
Para solucionar la controversia, la Casa de Nariño (presidencia de Colombia) produjo un comunicado la noche del viernes en el que, sin pedir excusas, expresa su mayor disposición a revisar los hechos relacionados con la detención de Granda, para que, si han resultado inconvenientes ante el examen de Venezuela, no se repitan.
Recibimos con agrado el comunicado. Abre caminos para relaciones muy positivas. El gobierno venezolano dará una respuesta en la misma tónica, dijo el canciller Rodríguez en Caracas.
Sin embargo, el trajín de la cancillería en Caracas por la visita del vicepresidente chino, Zeng Qinghong, demoró la respuesta venezolana.
Ambos gobiernos pactaron que Uribe visitará Venezuela el 3 de febrero con el ánimo de escuchar al presidente Chávez y, una vez que lo escuche, expresarle unas reflexiones, según dijo el mandatario colombiano.
Yo celebro la posibilidad de que todos los días haya mejor coordinación con la hermana República Bolivariana de Venezuela, con el gobierno y con el presidente Hugo Chávez para que conjuntamente, con trabajo armónico, de acuerdo con la Constitución y las leyes de nuestras patrias, le cerremos el camino al terrorismo, agregó Uribe en Arauca.
Las FARC, que con una denuncia en su página de Internet sobre el secuestro de Granda dispararon el conflicto diplomático, se ufanaron en un nuevo texto de haber desenmascarado el talante cínico y falsario del presidente colombiano. (