Al cumplirse 11 años de un decreto que suspendió los ataques del ejército de México contra los zapatistas, el gobierno de Vicente Fox sentenció que ese grupo insurgente es ya cosa del pasado, juicio con el que pocos concuerdan y que las evidencias contradicen.
Fuentes legislativas y humanitarias dijeron a IPS que el mandatario se equivoca al medir la situación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Reconocen que la influencia del grupo en la política nacional está en niveles mínimos, pero advierten que sigue su activismo entre los indígenas y que las causas de su levantamiento se mantienen casi intactas.
Reportes del gobierno de Fox, corroborados por diversos investigadores, indican que el grupo controla administrativa y políticamente 15 por ciento del sudoriental estado de Chiapas, de 75.634 kilómetros cuadrados de extensión.
En esa zona, donde el ingreso de cualquier persona es controlado y los programas sociales del gobierno no operan, viven alrededor de 100.000 personas, la gran mayoría indígenas pobres y marginados, igual que el resto de las poblaciones originarias en México.
Fox proclamó este martes que hay un nuevo Chiapas, donde se levantó en armas el 1 de enero de 1994 el EZLN en demanda de democracia y justicia para los poco más de 10 millones de indígenas que habitan este país, de 102 millones de habitantes.
Aquí (en Chiapas) ese tema (la guerrilla) está quedando ya en el pasado, aquí todo el mundo está viendo hacia delante. Encontramos un nuevo Chiapas con un nuevo rostro, un Chiapas viendo al futuro, viendo hacia delante, declaró el mandatario en el marco de una visita a ese estado.
Pero el diputado Bernardino Ramos, presidente de turno de la Comisión de Concordia y Pacificación para Chiapas del Congreso legislativo (Cocopa), dijo a IPS que Fox mide mal la situación y se equivoca al minimizar la presencia de los zapatistas, que, aunque están silenciosos, siguen presentes y en actividad.
Ramos, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática, afirmó además que en Chiapas no hay paz ni progreso. Hay muchos problemas de violencia intercomunitaria, una presencia intimidante de cientos de militares, evidencia de grupos paramilitares y mucha, pero mucha pobreza.
Es cierto que ya no existe la situación de 1994, pero en Chiapas persiste una paz armada muy frágil y ausencia de los diálogos de paz, tema en el que Fox ahora cerró cualquier posibilidad de reactivación con sus desafortunadas declaraciones, apuntó el titular de la Cocopa, instancia que reúne a legisladores de todos los partidos con representación legislativa.
El 12 de enero de 1994, el entonces presidente Carlos Salinas (1988-1994), decretó el cese unilateral de ataques contra el EZLN y envió un representante suyo a Chiapas para negociar con los guerrilleros liderados por el llamado subcomandante Marcos.
Hasta entonces, los enfrentamientos habían dejado alrededor de 200 muertos y docenas de heridos, la mayoría guerrilleros que habían combatido con escasas armas y en algunos casos sólo con palos y machetes.
El diálogo de paz se interrumpió en 1996 y hasta la fecha no ha podido restablecerse pese a que en diciembre de 2000 asumió el presidente Fox y con ello se puso fin a siete décadas de gobiernos del Partido Revolucionario Institucional, a los que el EZLN consideraba ilegítimos.
Cuando Fox asumió la presidencia de México se ordenó el retiro del ejército de zonas cercanas a la presencia de guerrilleros, que así volvieron a ejercer el pleno control de las zonas de cañadas y selvas de Chiapas.
El último movimiento político de envergadura nacional que realizó el EZLN fue en 2001, cuando sus máximos jefes realizaron un viaje hasta la capital mexicana con la anuencia y protección del gobierno, para pedir a los parlamentarios la aprobación de una ley sobre derechos indígenas.
El Poder Legislativo votó entonces una ley en la materia, pero su contenido no satisfizo a los zapatistas, que desde entonces permanecen en el territorio que controlan para desarrollar, según dicen, la verdadera autonomía indígena.
Portavoces del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, con sede en Chiapas, señalaron que en ese estado sigue presente la violencia entre indígenas, que están divididos por filiaciones políticas o religiosas.
Desde el punto de vista de los derechos humanos no vemos casi ningún cambio con el actual gobierno (de Fox), ni en respeto a los indígenas ni el fin del acoso militar, señaló a IPS Michael Chamberlain, en nombre de esa organización no gubernamental.
En la zona zapatista hay 91 campamentos militares que no se han movido y nosotros reportamos desde 1995 a la fecha docenas de víctimas por violencia entre los indígenas, indicó.
El grupo humanitario sostiene que los niveles de pobreza se mantienen elevados en Chiapas, a pesar de los programas sociales del gobierno.
Sobre el EZLN, Chamberlain sostuvo que se sigue notando su presencia, pero no es de armas, sino entre los habitantes de muchas comunidades, que viven bajo la égida del grupo.
Según el documento, Diagnóstico del EZLN, elaborado por el Grupo de Coordinación Chiapas, de la Secretaría (ministerio) de Gobernación (interior), conocido en 2004, los servicios sociales del gobierno son hoy rechazados en la zona controlada por los zapatistas, hay violencia de diverso tipo y hasta casos de cultivo y tráfico de drogas ilegales.
El diagnóstico habla de que en las áreas con presencia del EZLN hay activismo de grupos extranjeros, agresiones, acoso a agrupaciones indígenas opuestos a la guerrilla y al tráfico de indocumentados, de armas y de drogas.
A fines de año, las bases sociales de la guerrilla celebraron en Chiapas el aniversario 11 de su levantamiento con una fiesta. Allí, sus portavoces indicaron que siguen en pie de lucha contra el gobierno, al que acusaron de acosarlos a través de la persecución militar.
Con el aniversario, el EZLN además anunció que ya está disponible en la red mundial de computadoras Internet un sitio para acceder a los programas que produce su Radio Insurgente, que también se hace llamar la escurridiza del cuadrante y que ofrece mensajes en alemán, español, francés, inglés e italiano.