Los fantasmas del pasado volvieron a atrapar este martes en las redes de la justicia al ex dictador chileno Augusto Pinochet, cuya defensa fracasó en el intento de abstraerlo de un proceso por crímenes del Plan Cóndor aduciendo su supuesta demencia senil.
En un fallo aprobado sólo por tres votos contra dos, una sala de la Corte Suprema de Justicia rechazó el recurso de amparo presentado el abogado de quien gobernó de facto a Chile entre 1973 y 1990 y ratificó así su procesamiento y detención domiciliaria, según lo resuelto el 13 de diciembre por el juez Juan Guzmán.
Pinochet deberá responder así a la acusación de autor intelectual de nueve secuestros y un homicidio calificado de chilenos que en la década del 70 cayeron en manos de cuerpos represivos de Argentina, Paraguay y de Brasil.
El dictamen de los jueces Milton Juica, Alberto Chaigneau y Jaime Rodríguez desechó los argumentos de la defensa de Pinochet en el sentido de que el ex dictador no estaría en condiciones de enfrentar un juicio por padecer de una demencia senil en grado moderado.
El abogado de Pinochet, Pablo Rodríguez, había presentado el recurso de amparo el mismo 13 de diciembre, argumentado que no se estaban cumpliendo las normas del debido proceso, debido al estado de salud del ex gobernante de facto de 89 años de edad.
En julio de 2002, la misma segunda sala de la Corte Suprema había ordenado el sobreseimiento (cierre) del proceso que en ese entonces el propio juez Guzmán instruía contra Pinochet por 57 secuestros y 18 homicidios de la llamada caravana de la muerte, una misión militar especial que actuó en octubre de 1973.
En esa instancia judicial, el fallo se basó en informes médicos sobre la demencia senil en grado leve del ex dictador, pero ahora se estableció que su estado de salud no constituye un elemento invalidante de la decisión del juez Guzmán, quien por tanto no ha violado las normas del debido proceso.
La Corte Suprema tuvo hoy una actitud digna en relación a lo que tiene que ser la acción de la justicia. Si hubiese adoptado una resolución favorable al amparo (de Pinochet) habría caído en lo que cayó durante muchos años: las presiones y las complicidades, dijo Mireya García, vicepresidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos-Desparecidos (AFDD).
Activistas de la AFDD que se dieron cita en el Palacio de los Tribunales en Santiago irrumpieron en aplausos y gritos de alegría cuando se dio a conocer el dictamen, resistido apenas por dos mujeres que gritaron consignas a favor de Pinochet antes de ser desalojadas del lugar.
Es una gran alegría, dijo Viviana Díaz, secretaría general de la AFDD, al comentar el fallo, que ratificó una anterior resolución de la Corte de Apelaciones a favor del procesamiento dispuesto por el juez Guzmán.
Pinochet debe ser procesado por los crímenes de la Operación Cóndor, subrayó Díaz, hija de un alto dirigente del Partido Comunista de Chile secuestrado y asesinado por las fuerzas dictatoriales.
El Plan Cóndor nació en Santiago en 1975 en una reunión de jefes de servicios represivos de las dictaduras de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay y coordinó acciones de persecución, detención, secuestro, desapariciones y asesinatos de opositores a los regímenes militares.
Esa reunión fue convocada por el entonces coronel Manuel Contreras, jefe de la hoy desaparecida Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), quien tenía como único superior a Pinochet, con quien se reunía a diario para darle cuenta de sus actividades.
Contreras, enviado por segunda vez a prisión a fines de 2004 por un caso de desaparición forzada juzgado como secuestro, se ha quejado en varias entrevistas de que Pinochet ha eludido sus responsabilidades como comandante del Ejército, cargo que ejerció desde agosto de 1973 hasta marzo de 1998.
El ex dictador ha sido desleal con sus hombres, según los recurrentes reclamos de Contreras, en tanto Pinochet ha insistido en que desconocía la existencia del Plan Cóndor.
El fallo emitido este martes por la Corte Suprema de Justicia es histórico, sostuvo el abogado Eduardo Contreras, uno de los acusadores de Pinochet. Agregó que con este dictamen se abre un camino nuevo en el juzgamiento de crímenes contra los derechos humanos.
Este fallo confirma absolutamente que Pinochet está en condiciones de ser procesado y detenido, subrayó el abogado Contreras.
Hiram Villagra, otro de los juristas de la acusación, señaló que aún la defensa del ex dictador puede intentar el camino de la apelación ante los tribunales, pero que no podrá invocar para esos efectos los mismos argumentos del estado de salud y la falta de un debido proceso con que fundamentó su fracasado recurso de amparo.
Pablo Rodríguez sostuvo que el dictamen de los magistrados fue desconcertante y que implica un retroceso respecto del fallo de 2002, que absolvió a Pinochet en el juicio por la caravana de la muerte cuando su salud era mejor que en la actualidad.
Esta última resolución es un retroceso desde el punto de vista de los derechos humanos, de la interpretación del derecho y de las disposiciones constitucionales que rigen esta materia, sostuvo Rodríguez.
El jefe del equipo de defensores de Pinochet se hizo conocido bajo la administración de Salvador Allende (1970-1973) como líder del Movimiento Nacionalista Patria y Libertad, un grupo filofascista que organizó numerosos atentados que ayudaron a desestabilizar el gobierno de izquierda derrocado el 11 de septiembre de 1973.
El general retirado Luis Cortés Villa, secretario ejecutivo de la Fundación Pinochet, reprobó el dictamen de la Corte Suprema de Justicia. Creo que ahora estamos marchando directamente a apurarle el deceso a quien fuera presidente de Chile, sostuvo.
Pinochet fue hospitalizado en los últimos días de 2004, afectado por una baja de presión según sus médicos, pero para sus acusadores se trató de una maniobra que pretendía influir sobre los jueces.
Se trata de un enfermo muy curioso, al cual se le otorga la extremaunción el domingo y el miércoles se le da de alta, comentó durante los alegatos por el recurso de amparo el abogado Héctor Salazar, integrante también de la parte acusadora.
Pinochet está siendo investigado también judicialmente por el asesinato del general Carlos Prats, su antecesor en la dirección del Ejército, cometido por la DINA en septiembre de 1974 en Buenos Aires.
También otra investigación judicial en curso apunta a establecer el origen de una fortuna estimada en 12 millones de dólares, que el ex dictador y sus familiares mantenían en cuentas secretas en el banco estadounidense Riggs. (