– Colombia decidió la captura en la capital venezolana del dirigente guerrillero Rodrigo Granda, hace un mes, para mostrar a Estados Unidos que le acompaña en su cruzada contra el terrorismo, quebrando un estado de relaciones que posibilitaba la presencia del insurgente en Venezuela.
El incidente afecta la relación bilateral al punto de que el presidente venezolano Hugo Chávez ordenó este viernes congelar la cooperación con Colombia, anunció que tratará el caso con otros gobiernos, retiró al embajador de Venezuela en Colombia y dijo que las medidas sólo se revertirán cuando Bogotá se disculpe y rectifique públicamente.
El gobierno colombiano sabía de la presencia de Granda desde hace tiempo en Venezuela, y del modo de vida que llevaba. No fue que lo encontró aquí por casualidad al cabo de una pesquisa. Lo tenía ubicado y en determinado momento lo mandó a buscar, argumentó a IPS el estudioso de la relación bilateral Carlos Romero.
Granda, número dos en la estructura internacional de las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), fue secuestrado el 13 de diciembre en el centro de Caracas por un grupo que, con apoyo de militares y policías de Venezuela, lo llevó hasta la frontera y lo entregó a la policía colombiana.
Colombia pagó a los informantes y secuestradores, admitieron su vicepresidente Francisco Santos y su ministro de Defensa, Jorge Uribe. La suma fue un millón y medio de dólares, según pesquisas venezolanas.
Ocho militares de Venezuela, entre ellos varios oficiales, están detenidos en relación con el caso. Se investiga la participación de policías y ex policías venezolanos y si un jefe policial colombiano dirigió la operación en Caracas.
El año pasado fue capturado en Ecuador, y extraditado a Estados Unidos a fines de diciembre, el responsable de finanzas de las FARC, Simón Trinidad, y la segunda guerrilla colombiana, el también izquierdista Ejército de Liberación Nacional (ELN), denunció que uno de sus dirigentes fue raptado en la ciudad de Maracaibo, al oeste de Venezuela.
Granda vivía desde hace dos años con su esposa Yamileth Restrepo en una casa de dos plantas, con jardín y piscina, en una zona residencial a 1.500 metros sobre el nivel del mar en El Consejo, a hora y media en auto al oeste de Caracas.
En esas condiciones es muy difícil pensar que su presencia no fuese conocida por las autoridades de Colombia y Venezuela, sostuvo Romero. Más aun, con lo que se ha informado de Granda, en el sentido de que se reunía con dirigentes de distintos países de la región e incluso que una vez llevó hasta la zona (de Colombia) controlada por la guerrilla nada menos que al director de la Bolsa de Nueva York, agregó.
Para Alberto Müller, general retirado del Ejército venezolano, la operación que llevó a Granda hasta una prisión colombiana pudo ser ejecutada por el Ejército colombiano o su policía atendiendo directamente lineamientos de Estados Unidos.
Estados Unidos aplica su estrategia de 'balance de ultramar', que consiste en explotar las diferencias internas o externas de otros Estados para logra sus objetivos. A Washington le interesa debilitar al gobierno venezolano, dijo Müller a IPS.
No creo que el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, haya estado al tanto de esta operación, que ha violado flagrantemente la soberanía venezolana, y le invito a que su gobierno rectifique públicamente, dijo Chávez este viernes en su mensaje anual al país, en una sesión solemne del parlamento.
El presidente retiró al embajador en Colombia, Carlos Santiago, y anunció que éset no regresará a sus funciones hasta que Bogotá se disculpe públicamente por lo que considera violación de la soberanía y por haber sobornado a militares venezolanos.
Los proyectos de cooperación, como la construcción de un gasoducto binacional, serán suspendidos, dijo Chávez, y agregó que trata el tema con otros gobiernos porque es muy grave que Colombia instigue al delito, sobornando a militares venezolanos.
Romero se preguntó por qué Colombia decidió romper el statu quo por el que alguien como Granda participaba de esa especie de ambigüedad dulzona propia del conflicto en ese país, con choques armados pero también con guerrilleros que dialogaban con políticos en el extranjero.
Una hipótesis, sostiene el especialista, profesor de posgrado en varias universidades venezolanas, es que ha entrado en acción el Plan Patriota, una fase del Plan Colombia que lleva a una lucha frontal contra la guerrilla, partiendo de la base de que toda guerrilla es terrorista y de que estamos en una guerra global al terrorismo.
El ministro colombiano Uribe dijo al admitir el pago de recompensas que Colombia hará lo que tiene que hacer, sin violentar los acuerdos internacionales y la ley internacional, para poner a buen recaudo a los jefes de esos grupos.
Santos dijo que en Colombia serán bien recibidos los cazarrecompensas. Ojalá vengan todos para ayudar a capturar a esos bandidos. La plata es bastante y está para ellos, pues el método es legítimo y se usa por ejemplo en Estados Unidos, que ofrece una jugosa suma por Osama bin Laden, el jefe de la red Al Qaeda acusado de los atentados de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.
Según Romero, Uribe y otros políticos colombianos están en la línea de los halcones del gobierno estadounidense, como el secretario de Defensa (Donald) Rumsfeld, y actúan como si Washington les hubiese dicho 'Me pescan a la dirección política de la guerrilla y me la mandan para acá'.
El semanario comunista colombiano Voz editorializó para criticar que la doctrina del gobierno colombiano, tan peligrosa como inaceptable, es que a la guerrilla hay que perseguirla con todos los métodos posibles, aun ilegales, una especie de combinación de todas las formas de lucha contra la insurgencia.
Hubo una violación de la soberanía venezolana. El ministro colombiano de Defensa asume la responsabilidad de un soborno y participa por tanto del secuestro de un ciudadano en otro país, lo que sería reeditar la ley de la selva en el ámbito andino, alegó el vicepresidente venezolano José Vicente Rangel.
Con este hecho, se está llevando el Plan Colombia a toda la región andina, dijo Rangel, y agregó que la objeción que hago al secuestro de Granda es la misma que se le ha hecho en el Cono Sur a la operación Cóndor, el dispositivo transnacional de represión que practicaron dictaduras sudamericanas en los años 70.
Romero explicó la reacción del mandatario venezolano porque la acción de Colombia no sólo clava una espina en la relación bilateral, sino que afecta a la institución armada, de donde proviene Chávez, y puede mostrar que el presidente no controla sus cuerpos de seguridad y defensa.
El general Jorge García Carneiro, ministro de Defensa, leyó este viernes una declaración en la que deploró la actitud de los uniformados venezolanos y Chávez anunció que sobre ellos caerá todo el peso de la ley, porque han deshonrado el uniforme del ejército de Simón Bolívar. (