Cada vez son detenidos y amenazados más periodistas por el gobierno interino de Iraq. Los medios de comunicación debieron restringir su cobertura sobre el asalto a la central ciudad de Faluya.
Entre los 100 decretos emitidos por el ex jefe de la hoy disuelta Autoridad Provisional de la Coalición encabezada por Estados Unidos, L. Paul Bremer, el número 65 del 20 de marzo establece la Comisión Iraquí de Comunicaciones y Medios.
Este cuerpo controla a los medios de comunicación a través de las licencias y la regulación de las telecomunicaciones, las emisiones de radio y de televisión, los servicios informativos y la prensa.
Washington entregó el 28 de junio el poder a un gobierno interino iraquí soberano encabezado por Ayad Allawi, vinculado con el servicio de inteligencia británico MI6 y con la estadounidense Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Uno de los medios que más ha sufrido la represión es el canal de televisión satelital Al Jazeera, que transmite para todo el mundo árabe desde Qatar.
Pocos días de la entrega de la soberanía, la oficina de Al Jazeera en Bagdad fue registrada y clausurada por las fuerzas de seguridad. La cadena fue acusada de informar de forma inadecuada y se le prohibió, en principio por un mes, transmitir sus reportes fuera de Iraq.
La prohibición fue luego ampliada a por tiempo indefinido. El martes, el gobierno interno anunció que cualquier periodista de Al Jazeera que fuera encontrado trabajando sería detenido.
La oficina de Al Jazeera en la capital iraquí había sido bombardeada desde un avión en marzo del año pasado, pocos días después de iniciada la invasión encabezada por Estados Unidos y Gran Bretaña. Un periodista resultó muerto.
Sin embargo, las autoridades de la cadena habían informado al Departamento (ministerio) de Defensa estadounidense la ubicación exacta del edificio para evitar por anticipado que eso sucediera.
Ahora, Al Jazeera transmite todos los días una disculpa a su público por no poder cubrir las noticias desde Iraq pues las oficinas fueron cerradas hace más de tres meses por órdenes del gobierno interino.
La Comisión de Comunicaciones ordenó recientemente a los medios apegarse a la línea del gobierno respecto de la ofensiva dirigida por Estados Unidos en Faluya o, de lo contrario, afrontarán acciones legales. La advertencia fue comunicada en una hoja membretada de Iyad Allawi.
La carta también solicitaba a los medios: Reserven espacio en su cobertura noticiosa para la posición del gobierno iraquí, que expresa claramente las aspiraciones de la mayoría de los iraquíes.
La semana pasada, un periodista de la cadena televisiva Al Arabiya fue detenido por fuerzas estadounidenses en las afueras de Faluya cuando intentaba ingresar en la ciudad.
El Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) informó que Al Arabiya había perdido contacto el 11 de este mes con el reportero y fotógrafo Abdel Kader Saadi, que vive y trabaja en Faluya.
El fotógrafo independiente francés Corentin Fleury y su traductor, Bahktiyar Abdulla Hadad, fue detenido por militares estadounidenses cuando abandonaban Faluya, poco antes del inicio del ataque.
Fleury y Hadad habían estado trabajando en la ciudad durante nueve días, y fueron luego mantenidos en detención militar durante cinco días en una instalación en las afueras de este bastión sunita.
Estaban muy nerviosos y nos preguntaban qué habíamos visto. Miraron todas mis fotos y me hicieron preguntas sobre ellas. Me preguntaron dónde estaban las armas, cosas como ésa, dijo Fleury a IPS.
El fotógrafo francés había registrado imágenes de viviendas destruidas por bombardeo aéreo estadounidense y de la vida en la ciudad antes del sitio.
Mi traductor aún está detenido. Debe ser porque le tomé una fotografía tonta con un rifle. Hace cinco días que busco información sobre él, y también hace gestiones la embajada francesa. Periodistas que trabajan con él envían cartas, pero hasta ahora no tuvimos suerte. (