MEXICO: El linchamiento del Estado

En este país hay que cuidarse de la policía, pues muchos son delincuentes, advierten mexicanos a los extranjeros. Pero otros lugareños optan por pasar a la ofensiva y atacar por su cuenta y sin mayores preguntas a los agentes sólo ante la sospecha de que están involucrados con criminales.

El resultado de esto es que en una semana en México fueron linchados tres policías federales, dos de ellos quemados vivos, en una zona semirural de la capital del país, mientras otros tres colegas del septentrional estado de Guerrero se salvaron apenas de correr el mismo destino.

En los dos casos de linchamiento seguido de incineración, los pobladores que actuaron en turba sostienen que confundieron a los policías con secuestradores de niños. Es que en este país no es raro enterarse que algunos policías son también delincuentes.

De todos estos hechos en que fueron agredidos policías nadie se hizo responsable. Los pobladores no se arrepintieron de nada y las autoridades que no actuaron a tiempo para salvar a los agredidos se lavaron las manos o se justificaron diciendo que esos actos delictivos forman parte ”de los usos y costumbres” de las comunidades.

Está claro que para una parte de la población mexicana el Estado es símbolo de injusticia y que los policías son corruptos, percepciones abonados por la inseguridad reinante y la torpeza de ”las autoridades de seguridad”, dijo a IPS Jorge Chabat, investigador del Centro de Investigación y Docencias Económicas.

Una encuesta realizada en septiembre por la firma Mitofsky, que llegó hasta 1.000 viviendas de todo el país para medir la confianza ciudadana frente a 13 instituciones, indicó que la policía y los diputados son vistos con recelo.

En un rango de uno a 10 en ascenso según se calificara mejor, los funcionarios policiales y los miembros de la cámara baja recibieron calificaciones de cinco o menos, mientras los mejor ubicados fueron la Iglesia Católica y el Ejército, que puntearon con cerca de ocho.

Otras investigaciones concluyen que la mayoría de la población, además, se siente insegura por los altos niveles de delincuencia.

Es que apenas 25 de cada 100 delitos que se cometen en México se reflejan en denuncias policiales, tanto por desconfianza como por los complicados trámites exigidos. De esos 25 ilícitos, cinco o menos son investigados y sólo dos terminan con el arresto del culpable, según datos de la Secretaría (ministerio) de Seguridad Pública.

En los últimos 10 años se registraron 15.000 secuestros en este país, pero sólo 5.300 fueron denunciados, debido a la desconfianza que despiertan las autoridades y por la impunidad, según organizaciones empresariales locales.

Los datos oficiales indican que entre 2000 y 2003 se registraron 2.165 secuestros y que sólo en lo que va de este año 50 personas fueron asesinadas por sus captores.

En algunos de los casos de secuestro se descubrió que entre los responsables de esos delitos había miembros de la policía, un cuerpo de seguridad que congrega a unos 310.000 funcionarios para cuidar a más de 102 millones de mexicanos.

Tres policiales vestidos de civil fueron detenidos por una turba el martes por la noche en San Juan Ixtayopan, una zona periférica y semirural de la ciudad de México, cuando realizaban supuestas investigaciones encubiertas sobre venta de drogas en una escuela.

Tras golpearlos salvajemente, dos de ellos fueron quemados vivos frente a las cámaras de algunos medios de comunicación, y el tercero estuvo a punto de sufrir la misma suerte, pero fue salvado por colegas.

Según diversas versiones, los policías fueron confundidos con secuestradores de niños y, aunque se identificaron como agentes, la turba igual los linchó.

”Dijeron que eran policías, pero eso no significa que no eran delincuentes”, señaló uno de los testigos del linchamiento a un canal de la televisión local.

Aunque habían recibido reportes de la agresión e incluso podían ver el linchamiento en vivo por televisión, ni la policía de la capital, que depende de la alcaldía, ni la federal, subordinada al gobierno nacional de Vicente Fox, enviaron a tiempo al personal que hubiera podido salvar la vida de los policías.

Fue difícil llegar a la zona, argumentó Marcelo Ebrad, secretario (ministro) de Seguridad de la capital mexicana, mientras su par en el gabinete, Alejandro Encinas, secretario de Gobierno (Interior), declaró que los linchamientos son parte de los ”usos y costumbres” de ciertas comunidades. Ambos funcionarios dependen de la alcaldía de la capital del país.

En tanto, Ramón Huerta, secretario (ministro) de Seguridad Pública de México, criticó que las autoridades policíacas de la capital no les hayan informado con oportunidad del incidente que se suscitaba en Ixtayopan, para actuar en consecuencia.

Un día después del linchamiento, cientos de policías llegaron al lugar de los hechos y detuvieron a 35 pobladores, 29 de los cuales ya fueron acusados de asesinato.

Si el Estado incumple su responsabilidad de brindar seguridad, el vacío lo tratan de llenar los pobladores con resultados como los linchamientos y el imperio de la ley de la selva, sostuvo Sergio Sarmiento, columnista del diario Reforma.

Para Chabat, la ineficacia del Estado en garantizar la seguridad debe empezar a cambiar con urgencia, creando instituciones policiales eficientes.

En los últimos tres años hubo unos 24 linchamientos en la capital. En todos, la población identificó a los detenidos como delincuentes, pero en ninguno de los casos previos a los de esta semana las víctimas resultaron ser policías.

Dos días después del linchamiento en la periferia de la capital mexicana, en las que se vieron involucradas unas 2.000 personas, en la comunidad rural de Juliantla, en el estado de Guerrero, tres policías estuvieron a punto de sufrir la misma suerte a manos de unas 200 personas.

Los policías, que estaban apostados cerca de una escuela en un carro con vidrios oscuros, fueron salvados por sus compañeros, y luego de que lograron identificarse de forma creíble. Al igual que en Ixtayopan, los pobladores declararon que los policías parecían secuestradores. (

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