GUINEA ECUATORIAL: Más represión

El dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, intensifica la represión contra opositores, mientras se agrava la situación social, afirmó el diputado Plácido Micó, presidente de la Convergencia Para la Democracia Social (CPDS), de visita en España.

Micó y Celestino Bakale, también de la CPDS, son los dos únicos diputados opositores en un total de 100 que integran el parlamento de ese pequeño país de Africa occidental.

El 25 de abril de 2003 se celebraron elecciones que los dos legisladores consideran fraudulentas, ”tal como lo señalaron los observadores internacionales que estuvieron presentes” en esos comicios, dijo Micó a IPS este miércoles, a su paso por Madrid.

El lunes, la policía guineana detuvo a un dirigente de la CPDS, el médico Wenceslao Mansogo Alo, liberado poco después. Más tarde le tocó el turno al concejal de Malabo, la capital guineana, Pío Miguel Obama Oyana, también integrante de la dirección de es partido.

Obama Oyana permanece detenido sin orden judicial y sin haber sido sorprendido en delito flagrante, ”hechos que prueban fehacientemente el carácter arbitrario del régimen y la situación de absoluta inseguridad jurídica que atenta contra los derechos y libertades de los ciudadanos guineanos”, señaló Micó.

Estas medidas represivas obedecen a que ”el régimen militar de Obiang está obsesionado con hacer desaparecer a la CPDS, la única fuerza de oposición en el país”, añadió.

Se ”intenta involucrar a compañeros nuestros en actividades golpistas, o acusarlos de ser amigos de mercenarios, sabiendo que nosotros no compartimos ni las actitudes del régimen ni la de conspiradores violentos”, sostuvo.

”Estamos a favor de la paz y desarrollando una lucha pacífica, para lograr que en nuestro país se respeten los derechos humanos y rija la democracia”, subrayó.

Obiang gobierna desde 1979, cuando derrocó a su tío, Francisco Macías Nguema, cuyo régimen se había sostenido con la represión violenta de opositores desde la independencia de Guinea Ecuatorial del poder colonial español, en 1968. Pronto, Obiang siguió los pasos autoritarios de Macías.

En 1996, la situación económica dio un vuelco espectacular con el hallazgo y explotación de petróleo. La estadounidense Mobil Oil fue la principal extractora. En 2001 se hallaron yacimientos de gas natural.

Actualmente están presentes en Guinea Ecuatorial las corporaciones estadounidenses Marathon Oil, Amerada Hess, ExxonMobil, ChevronTexaco, Vanco Energy, Devon Energy, la sudafricana Energy Africa (subsidiaria de la británica Tullow Oil) y la malasia Petronas.

Este año, un informe de un comité del Senado estadounidense aseguró que cientos de millones de dólares procedentes de la industria petrolera se depositaban en cuentas de Obiang y de sus allegados en el estadounidense Banco Riggs.

”El nuestro es un país inmensamente rico, con una población empobrecida y oprimida hasta extremos que pueden ser increíbles para quienes no lo comprueban directamente”, afirmó Micó.

Según la Organización de las Naciones Unidas, 80 por ciento de la riqueza está en manos de cinco por ciento de la población de Guinea Ecuatorial, que no supera el medio millón de personas.

”La educación está al nivel de los suelos, con niños que no tienen de escuelas a las que concurrir y que en la propia capital, Malabo, en muchas de ellas carecen de asientos y deben asistir a las clases sentados en el suelo”, describió.

”Tenemos grandes riquezas, como la del petróleo, actualmente explotado por compañías americanas (estadounidenses), pero que solamente alimentan la corrupción gubernamental, que está en una espiral de dirección ascendente”, añadió.

La corrupción determina que no se invierta en planes sociales, por ejemplo en la salud. ”En la misma Malabo, no hablemos ya del interior, si alguien debe acudir o ser llevado a un hospital a atenderse de una urgencia, los remedios deben ser comprados fuera del mismo, en una farmacia”, ejemplificó el disidente.

”Esto no solamente implica pérdida de tiempo, sino que además el paciente o su familia debe disponer del dinero necesario para comprar esos medicamentos, ya que el Estado no los proporciona, como se hace en otros países. Algo muy grave, además, porque sufrimos epidemias de sida y de malaria”, abundó.

A juicio del opositor, ”la puerta para emprender un desarrollo económico y social pasa por la democratización y el respeto a los derechos humanos”.

”Nosotros, diputados, estamos siendo duramente hostigados. Antes de salir de Malabo, fuimos conminados a explicar las razones por las que no asistimos a la sesión parlamentaria de homenaje a (Robert) Mugabe, presidente de Zimbabwe, amenazándonos con represalias”.

”Aparte de que no se nos convocó formalmente, no vemos por qué tenemos que ir a escuchar a quien tiene tan poco de demócrata”, dijo Micó en referencia al mandatario zimbabuense que se encuentra de visita en Guinea Ecuatorial.

Los opositores guineanos esperan que el gobierno socialista español de José Luis Rodríguez Zapatero ”sea mejor que el de (el derechista José María) Aznar. Esa fue la impresión que me dejó mi entrevista con el secretario de Relaciones Exteriores Bernardino León”, dijo Micó

El próximo fin de semana, los legisladores denunciarán en Johannesburgo, Sudáfrica, la situación de su país en la reunión del Consejo Directivo de la Internacional Socialista.

”Es necesario que todos los políticos tengan claro que deben comprometerse en el apoyo a la democratización y el respeto de los derechos humanos en nuestro país”, dijo.

El diputado marcó distancias con el autoproclamado gobierno guineano en el exilio, que preside en Madrid el refugiado Severo Moto, pues ”no aporta nada bueno a nuestra lucha por la democracia”.

”Es un gobierno formado por tres grupos políticos, cuando hay muchos más, y para constituirlo ni siquiera han sido consultados nuestros compatriotas exiliados”, sostuvo.

”La constitución de ese gobierno es un gesto democrático y le da pretextos a Obiang para desviar la atención sobre lo que realmente ocurre en el país”, alegó.

”El problema central reside en que el dictador no solamente no quiere aflojar las cadenas, sino que pretende apretar aún más, porque teme que un desarrollo democrático termine con su régimen y sus privilegios”, concluyó.

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