ESPAÑA: ETA al borde de la paz

El grupo terrorista ETA, fuertemente golpeado en los últimos tiempos, parece estar a punto de proponer al gobierno de España una negociación sin condiciones para abandonar el uso de la violencia y continuar reivindicando pacíficamente la independencia y unificación del País Vasco.

Fuentes allegadas a su brazo político, la ilegalizada coalición electoral Herri Batasuna, dejaron trascender que el 14 de este mes esta agrupación divulgará un texto con propuestas para el futuro del País Vasco, que incluiría su respaldo a una negociación de ETA (Esukadi ta Askatasuna, Patria Vasca y Libertad en vascuence) con el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

Esta iniciativa se sumaría a la carta enviada a ETA por seis de sus dirigentes presos, en la que plantean el abandono de la violencia. Uno de los firmantes es Francisco Mugica Garmendia, ”Pakito”, quien fuera el máximo dirigente del grupo ilegal de 1989 a 1992, cuando fue apresado y luego condenado a 4.645 años de cárcel como inductor de 23 asesinados.

También figuran entre los que suscriben la misiva Carlos Almorza, en el pasado responsable financiero, e Ignacio Arakama, ”Makario”, quien, entre otras cosas, fue el interlocutor en 1992 del gobierno español de entonces encabezado por el socialista Felipe González en las negociaciones llevadas a cabo en Argel y que terminaron sin acuerdo.

”Esta lucha armada que desarrollamos hoy en día no sirve. Esto es morir a fuego lento. (à) no se puede desarrollar una lucha armada cuando se es tan vulnerable a la represión”, afirman los seis presos en el texto divulgado el martes por El Diario de Noticias, de Navarra.

Las dos actitudes, tanto la de los presos de ETA como la que prepara Herri Batasuna, no lograron conmover a los partidos mayoritarios, el gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el opositor centroderechista Partido Popular (PP).

Ambos partidos insisten en que ese grupo armado ”debe desistir ya”, como señaló este miércoles el portavoz parlamentario del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.

El parlamentario socialista hizo esas declaraciones al concluir una reunión del llamado Pacto Antiterrorista, a la que asistieron dirigentes del PSOE, del PP, de la Asociación Víctimas del Terrorismo y de la Asociación Víctimas del 11-M (por los atentados cometidos en ferrocarriles de Madrid el 11 de marzo).

El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, quien presidió la reunión, señaló que ”hay determinación, firmeza y claridad de objetivos en la lucha contra el terrorismo en todas sus manifestaciones y en el sostenimiento de una lealtad esencial (entre los partidos firmantes del pacto)”.

En cambio, la portavoz del gobierno vasco del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Miren Azcarate, interpretó positivamente la carta de los presos, pues la misma ”viene a demostrar que también en el mundo de ETA el cese de la violencia empieza a ser una opinión con fuerza”. ”Al fin de cuentas, viene a confirmar que es la hora de hacer política con mayúsculas”, añadió.

A su vez, Iñaki Anasagasti, portavoz en el Senado de España del PNV, opinó que, ”si Batasuna de una vez por todas dice lo que ha dicho esta gente encarcelada, el tema (de la violencia) estará solucionado”.

Un dato importante a tener en cuenta es que la carta de los seis presos, que se filtró este martes, fue enviada en agosto, antes de que fuera detenida toda la cúpula etarra en Francia, donde además se les secuestraron cientos de kilogramos de explosivos, armas, dinero, computadoras e información de todo tipo, lo que llevó a nuevos y sucesivos allanamientos y detenciones, algunas de las cuales se produjeron esta semana.

Quizás por eso un etarra, Arnaldo Otegui, quien fue condenado y al salir de la cárcel resultó elegido diputado en el parlamento vasco por Herri Batasuna, afirmó que ETA ”dice muchas cosas, pide nuevas fórmulas, expresa deseos de paz y aparece dispuesta a escuchar las peticiones que se le hacen (de que abandone la violencia)”.

Desde las filas del independentismo de izquierda también llega el reclamo de que ETA baje los brazos.

El diputado Patxi Zabaleta, quien fue miembro de ETA bajo la dictadura de Francisco Franco (1939-1975) y escindido de ésta dirige ahora Aralar, un partido de izquierda que busca la independencia del País Vasco, sostiene que si el grupo de verdad quiere explorar nuevas vías ”debe dar un paso audaz y disponer una tregua”.

Para Zabaleta, ”ese sería el punto de partida, junto con la aceptación de todos los proyectos políticos, todas las ideas y todas las personas, para un proceso de diálogo”.

La debilidad etarra y su creciente aislamiento político podría impulsar a su dirección a dar ese paso, porque es ”totalmente vulnerable a la represión y sin capacidad de reacción”, como señalan los presos firmantes de la carta.

ETA surgió en los años 60 y desde que comenzó la redemocratización de España, tras la muerte del dictador, una parte de sus integrantes renunciaron al uso de las armas.

Uno de esos etarras que dejaron la violencia de lado fue Mario Onaindía, fallecido hace dos años, quien fue condenado a muerte, luego indultado para salir de la cárcel en 1976 y llegar con el correr de los años a ocupar una banca en el Senado por el hoy gobernante PSOE y presidente de este partido en la provincia vasca de Alava.

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