Las elecciones municipales del domingo en Chile dieron el triunfo a la gobernante Concertación por la Democracia, mientras la izquierda extraparlamentaria alcanzó una votación sorprendentemente alta que la sitúa como probable árbitro de las próximas presidenciales.
El ministro de la Secretaría General de Gobierno, Francisco Vidal, destacó este lunes que la coalición gobernante aseguró la elección de 199 alcaldes, duplicando así a los 98 que alcanzaría la derecha. Los comunistas y sus aliados, en tanto, conquistaron entre tres y cuatro alcaldías.
El triunfalismo previo de la derechista Alianza por Chile se transformó en decepción con el veredicto de las urnas, según admitió Joaquín Lavín, líder y único precandidato presidencial de este bloque, que apostaba a un empate técnico con la gobernante coalición de centroizquierda.
La Concertación por la Democracia, que reúne a los partidos Demócrata Cristiano (PDC), Socialista (PS), Por la Democracia (PPD) y Radical Socialdemócrata, obtuvo 44,78 por ciento de los votos para alcaldes y 47,95 por ciento de los sufragios para concejales, de acuerdo al cómputo oficial entregado en la madrugada de este lunes.
La Alianza por Chile, de la Unión Demócrata Independiente (UDI) y el Partido Renovación Nacional (PRN), acumulaba a su vez 38,68 por ciento de los votos para alcaldes y 37,69 por ciento en concejales, muy lejos de sus aspiraciones de alcanzar entre 45 y 47 por ciento de la votación.
Juntos Podemos, el frente creado para estas elecciones por los partidos Comunista (PC) y Humanista (PH) junto a otras fuerzas menores de izquierda sin existencia legal, alcanzó un sorprendente 9,10 por ciento en los cómputos para concejales y 5,91 por ciento en alcaldes.
Este penúltimo escrutinio, entregado por el viceministro del Interior, Jorge Correa Sutil, representa 94,44 por ciento del total de la votación. De los 8,12 millones de chilenos inscritos en el Registro Electoral votaron 6,86 millones, con una abstención en torno a 14,3 por ciento, inferior a la de 15,8 por ciento de las municipales de octubre de 2000.
Este triunfo garantiza que aquí debe haber un hombre o una mujer de la Concertación después de marzo de 2006, dijo en la noche del domingo un entusiasta presidente Ricardo Lagos tras agradecer al pueblo de Chile por el apoyo extraordinario que le dio en estos comicios municipales al conglomerado que gobierna este país desde 1990.
Lagos, un socialista moderado que derrotó a Lavín en la segunda vuelta de las presidenciales en enero de 2000, finaliza su mandato el 11 de marzo de 2006, fecha en que debe hacer entrega de la banda presidencial a quien resulte triunfador en los comicios de diciembre de 2005 que podrían dirimirse igualmente en un balotaje.
Vidal admitió que el respaldo que dio el electorado a la Concertación de Partidos por la Democracia superó las expectativas del gobierno y de los líderes de esta coalición que derrotó al entonces dictador Augusto Pinochet (1973-1990) en el plebiscito presidencial del 5 de octubre de 1988.
El desenlace de estas municipales abre sólidas posibilidades de que el conglomerado oficialista conquiste un cuarto período presidencial, luego de las administraciones de los democristianos Patricio Aylwin (1990-94) y Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000), antecesores de Lagos.
Pero así como estos últimos comicios elevan las esperanzas oficialistas, también pueden tornar más complejo el proceso de definiciones al interior de la coalición para designar la candidata o el candidato único que opondrá a Lavín en las presidenciales de 2005.
Las votaciones para concejales, que indican con mayor rigor que las de alcaldes la convocatoria de los partidos, volvieron a situar al PDC como la colectividad más fuerte de la alianza gobernante, con el respaldo de 20,31 por ciento de los votantes.
En este caso sí se produjo un empate técnico con el ala izquierdista de la coalición que llegó a 20,87 por ciento de la votación de este domingo, con un apoyo de 10,93 por ciento para el PS y de 9,94 por ciento para el PPD.
El cuarto socio de la coalición, el PRSD, que formó parte de un subpacto con los partidos anteriores, alcanzó 4,67 por ciento de apoyo.
Otro de los grandes triunfadores de estas municipales fue el senador Adolfo Zaldívar, presidente del PDC, quien logró que su partido recuperara la condición de primera fuerza política de Chile, que le había sido arrebatada por la UDI en las parlamentarias de diciembre de 2001.
Siempre de acuerdo al penúltimo cómputo para concejales, la UDI, el partido de Lavín, alcanzó este domingo 18,81 por ciento de la votación, mientras sus aliados del PRN llegaron a 15,11 por ciento.
Ha perdido la UDI, así de claro, y como consecuencia de ello se desvanece la opción presidencial de Joaquín Lavín, dijo Zaldívar este lunes. Agregó que la gente entendió el proceso de rectificación de su partido.
El líder del PDC se consolidó como otra de las cartas presidenciales de su partido, que tiene ya como posibles aspirantes a suceder a Lagos a la ex canciller Soledad Alvear y al ex mandatario Frei Ruiz-Tagle.
El bloque PS-PPD mantiene a su vez como presidenciable a la ex ministra de Defensa Michelle Bachelet, socialista, quien ratificó en la noche del domingo que está dispuesta a competir en el proceso de designación de la candidata o candidato del bloque gobernante.
Se espera que antes de marzo de 2005 los dirigentes de los cuatro partidos adopten por consenso el mecanismo de designación de su abanderada o abanderado presidencial, que debería hacerse a través de elecciones primarias.
Uno de los puntos en debate es si esta elección primaria debe restringirse a los militantes de los partidos, lo cual favoreció en 1994 a Frei Ruiz-Tagle sobre Lagos, o en votación abierta también a los simpatizantes, mecanismo por el cual el actual mandatario derrotó ampliamente en 2000 a Andrés Zaldívar, hermano de Adolfo.
Aunque el bloque PS-PPD perdió posiciones relativas ante el PDC, las posibilidades de Bachelet se ven fortalecidas en los análisis por el inesperado crecimiento de los comunistas y sus aliados, a quienes los sondeos previos a estos comicios municipales asignaban menos de cinco por ciento de la votación.
Las fuerzas agrupadas en Juntos Podemos, excluidas del Parlamento legislativo, vuelven a ser el factor dirimente para una segunda vuelta presidencial, tal como ocurrió en enero de 2000, cuando con menos influencia electoral que la alcanzada ahora dieron la victoria a Lagos sobre Lavín en la segunda vuelta.
Sin duda, dentro del 'karma' de la izquierda chilena de tener que apoyar el mal menor, se nos hará menos difícil votar por Michelle Bachelet en una segunda vuelta contra Lavín, que hacerlo en ese mismo escenario por Soledad Alvear, Frei o Adolfo Zaldívar, dijo este lunes a IPS Hortensia López, una antigua simpatizante del PC.
Al contrario de otros comicios, en que todos son triunfadores, la derecha enfrenta el día después de las municipales sin argumentos sólidos para proclamarse triunfadora, salvo la conquista de alcaldías en municipios emblemáticos, como Santiago-Centro y Viña del Mar.
Pero aún en Santiago-Centro, donde Lavín ganó en las anteriores municipales con 60 por ciento de los votos, su delfín, Raúl Alcaíno, derrotó ahora apenas por tres puntos a Jorge Schaulsohn, del PPD, candidato de la coalición gobernante.
El ministro Vidal comentó que la derecha tuvo que recurrir a una operación mediática para aminorar su derrota, resaltando en exceso el resultado en Santiago-Centro, elección que Lavín denominó la madre de todas las batallas.
Una analogía muy desafortunada para la derecha, ya que esa fue la expresión que el depuesto dictador de Iraq, Saddam Hussein, acuñó en 1991 a propósito del conflicto con Estados Unidos y sus aliados luego de la invasión de Kuwait, una guerra que terminó mal para el iraquí, recordó Alejandro Guillier, presidente del Colegio de Periodistas de Chile. (
