EEUU-AMERICA LATINA: Resignarse a Bush

Frustrado el deseo de millones en América Latina de que George W. Bush no fuera reelecto presidente de Estados Unidos, los gobiernos que velada o abiertamente compartían esa esperanza ponen buena cara ante el ganador.

Mientras organizaciones sociales lamentan el triunfo de Bush sobre su oponente del Partido Demócrata, John Kerry, los gobiernos que enfrentaron algunas políticas del mandatario, saludaron este miércoles su reelección y hasta encontraron en ella algunas ventajas.

Es "una desgracia” para el mundo y para América Latina que Bush siga de presidente, pues pone en riesgo la estabilidad "de todo el globo terráqueo”, dijo a IPS Moisés Labraña, presidente de la Confederación Minera de Chile, uno de los principales líderes sindicales de ese país.

Opinión similar expresó el mexicano Héctor de la Cueva, dirigente de Alianza Social Continental, que reúne a activistas de América Latina y el Caribe.

"Es una verdadera calamidad y creo que vienen tiempos difíciles y de mucha polarización para nuestra región, donde ya hay un franco y creciente rechazo a Bush”, dijo De la Cueva a IPS.

Según encuestas de la consultora Latinobarómetro, con sede en Chile, durante la gestión de Bush, en el poder desde 2001, las opiniones latinoamericanas favorables a Estados Unidos cayeron de 71 por ciento a 64 por ciento de los entrevistados, con notables bajas especialmente en México, Brasil, Bolivia y Uruguay.

En otro sondeo, la firma Toronto Globe Scan y la estadounidense Universidad de Maryland consignaron a propósito de las elecciones que 42,5 por ciento de los consultados en nueve países latinoamericanos se inclinaban por Kerry y sólo 19 por ciento por la reelección de Bush.

Con la victoria del republicano "se está imponiendo la política de la guerra y al mismo tiempo se impone al mundo un modelo económico que afecta brutalmente los intereses de los trabajadores, lo cual afecta también en particular a nuestro país”, expresó Labraña.

Uno de los primeros mandatarios latinoamericanos en saludar la reelección de Bush fue el presidente de México, Vicente Fox, a través de una carta en la que llamó a su par a retomar la agenda bilateral a la brevedad posible.

En otros países la reacción oficial fue algo más tardía, pues el resultado de la elección apenas pudo confirmarse este miércoles.

El canciller brasileño Celso Amorim declaró que las "buenas relaciones” se mantendrán sin importar el resultado electoral del martes, pese a las profundas diferencias de su país con Washington en el terreno comercial y el rechazo de Brasilia a la invasión estadounidense de Iraq.

Las relaciones con el gobierno de Bush son muy buenas, observó el funcionario.

Con todo, señaló la experta brasileña en relaciones interamericanas del Centro Universitario Iberoamericano Cristina Pecequilo, la ampliación de la mayoría republicana en el Congreso legislativo y la gran votación en favor de Bush legitiman las políticas de Washington que "preocupan al mundo”.

Esas políticas podrían endurecerse ya que el mandatario estadounidense estará "más libre y menos sujeto a presiones”, dijo Pecequilo a IPS.

En América Latina y el Caribe hay un creciente rechazo al Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), impulsada por Washington y que debía ponerse en marcha en 2005, pero cuyas negociaciones están virtualmente congeladas.

Pero mientras el ALCA quedaba en suspenso, la región, en especial América del Sur, ha avanzado en acuerdos de integración propios, como la asociación entre el Mercado Común del Sur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y la Comunidad Andina de Naciones (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela).

Ese acuerdo es la antesala de la Unión Sudamericana, el proyecto estratégico de integración regional liderado por Brasil para afrontar de mejor manera negociaciones con potencias como Estados Unidos o la Unión Europea.

Además, la región está abrumadoramente en contra de la invasión y la ocupación de Iraq.

En ninguno de los 19 países en los que el Latinobarómetro efectuó este año 19.605 encuestas, esa guerra recibió apoyo mayoritario.

Los más favorables a Washington en esas encuestas fueron Panamá y Honduras, con apenas 29 y 26 por ciento de respuestas favorables mientras en Argentina, México y Uruguay, la guerra no recogió ni cinco por ciento de opiniones positivas de los entrevistados.

”Con el nuevo gobierno de Bush vamos a ver una polarización muy grande en América Latina y el Caribe y seguro aumentarán los niveles de rechazo a Estados Unidos”, vaticinó el líder de Alianza Social Continental.

En los próximos cuatro años de mandato de Bush, Estados Unidos encontrará mayores resistencias a su política exterior, especialmente en el bloque de países sudamericanos identificados con la izquierda.

Sin embargo, Brasil y Argentina indicaron que sus relaciones con Estados Unidos son en general buenas.

El cónsul argentino en Nueva York, Héctor Timerman, declaró que las políticas de apertura de mercados de Bush "le convienen” más a Argentina, que el potencial "proteccionismo” de Kerry.

El canciller argentino Rafael Bielsa había coincidido con Amorim en destacar las ”buenas relaciones” y los ”avances comerciales” de América Latina con Estados Unidos bajo el mandato de Bush.

Antes de las elecciones del martes, en Argentina se percibió una preferencia gubernamental, cuando la senadora Cristina Fernández, esposa del presidente Néstor Kirchner, asistió a la convención del Partido Demócrata que proclamó la postulación de Kerry.

La permanencia de Bush en el gobierno ”no va a producir cambios en el comportamiento de Washington hacia la región, pues América Latina no existe en el debate político estadounidense”, dijo a IPS el senador uruguayo Reinaldo Gargano, mencionado como probable futuro canciller del gobierno del Encuentro Progresista-Frente Amplio.

”De hecho no vi que haya ocupado un lugar en la campaña” de ninguno de los dos candidatos, agregó.

”Con Bush no vamos a alcanzar una verdadera apertura comercial. Sus acuerdos incluyen siempre protecciones a los productos más sensibles para Estados Unidos”, agregó.

En Venezuela, el presidente Hugo Chávez ha tenido constantes enfrentamientos verbales con el gobierno de Bush, a quien incluso calificó de "pendejo”.

Pero este miércoles, el vicepresidente José Vicente Rangel declaró que su país desea una relación "normal” con Estados Unidos.

"No vemos a Estados Unidos como enemigo o adversario, pero mantendremos nuestra postura contra la guerra en Iraq”, dijo Rangel.

Caracas y Washington cuidan sobre todo el vínculo comercial. Venezuela exporta 1,5 millones de barriles diarios de petróleo a Estados Unidos.

El canciller venezolano Jesús Pérez manifestó que ôdeseamos y estamos dispuestos a hacer todo lo posible para mejorar nuestras relaciones con Estados Unidos, pero siempre basadas en el respeto mutuo y la no injerencia” en asuntos internos.

Chávez había expresado abiertamente su deseo de que Kerry derrotara en la elección a la ”extrema derecha republicana”.

Bush, por su parte, reconoció la legitimación democrática de Chávez, en el referendo del 15 de agosto sobre su mandato, pero suele reclamar a especial atención regional a lo que considera propensión de Caracas a romper las reglas de la democracia.

* Con aportes de Mario Osava (Brasil), Gustavo González (Chile), Humberto Márquez (Venezuela) y Raúl Pierri (Uruguay)

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