DESARROLLO-BOLIVIA: Caripuyo, la cara de la miseria

Entre las faldas de una serranía y el lecho de un valle, al norte de la otrora Villa Imperial de Potosí, 10.000 habitantes de un municipio del sudoeste de Bolivia viven en el último peldaño de la extrema pobreza de este país.

Se trata de Caripuyo, con un clima muy frío por las noches y templado en el día, donde esforzadas familias siguen aferradas a los pocos frutos de la tierra y a la cría de animales para poder subsistir a duras penas, en un país que aún tiene en sus exportaciones agropecuarias la principal fuente de divisas.

El último estudio de población realizado por el Ministerio de Desarrollo Sostenible, sobre datos del censo de 2001 y con proyecciones para este año, identificó a este municipio como el de peor calidad de calidad de vida del país y una muestra de ello es que 170,4 de cada 1.000 nacidos vivos no llegan al primer año de vida.

Las estadísticas oficiales indican que la tasa de mortalidad infantil para todo Bolivia en 2001 fue de 16,11 por cada 1.000 nacidos vivos.

"Los niños de este municipio mueren rápido por la falta de atención oportuna. Las comunidades campesinas están dispersas y no cuentan con caminos para que lleguen hasta allá los médicos y auxiliares”, relató a IPS el presidente del concejo municipal de Caripuyo, Zacarías Colque Matías.

La pequeña población urbana y los campesinos de los alrededores son atendidos por dos médicos en un pequeño hospital y cuatro puestos de salud.

Además, las dos ambulancias existentes ya tienen vencido el tiempo de vida útil y por sus frecuentes fallas mecánicas la mayoría del tiempo permanecen para su reparación en la ciudad de Oruro, la cercana capital del sudoccidental departamento del mismo nombre.

Caripuyo es la tarea pendiente del gobierno de Carlos Mesa en el cumplimiento de las Metas del Milenio y un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Bolivia se aproxima al retrato más dramático de la pobreza de este país andino, que alcanza a 61 por ciento de sus 9,2 millones de habitantes, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas.

"Erradicar la pobreza y extrema pobreza hasta 2015 es poco probable. Las condiciones para el logro de la meta mejoran pero se requiere de más apoyo”, dice el documento, en referencia al compromiso de la comunidad internacional de que para esa fecha la proporción de pobres en la población mundial sea la mitad de la que se registraba en 1990.

Aunque queda implícito, la situación boliviana en materia económica es sumamente delicada. Cada año se requiere la ayuda financiera externa de unos 400 millones de dólares para cubrir el seis por ciento de déficit fiscal del sector público.

El producto interno bruto boliviano ronda los 7.800 millones de dólares y el principal sector exportador es el agroindustrial, seguido de cerca por los minerales, como el estaño y wolfram, además de contar con una importante producción de petróleo y la segunda mayor reserva de gas natural de América del Sur después de Venezuela.

Precisamente, el manejo de estas cuantiosas existencias de gas natural de Bolivia, que se estiman en 53 trillones de pies cúbicos y a un valor de 100.000 millones de dólares, fue el motor del levantamiento social y político que llevó en octubre de 2003 a la renuncia y fuga del país del presidente derechista Gonzalo Sánchez de Lozada, cuyo gobierno se había iniciado en 2002.

La llamada guerra del gas, en la que murieron a manos de la represión 67 personas y otras 300 resultaron heridas según organizaciones humanitarias, logró dejar sin efecto los contratos con empresas privadas para la exportación de gas natural a América del Norte a través de puertos chilenos.

Las organizaciones de campesinos, de trabajadores y partidos de izquierda que lideraron el levantamiento popular no sólo se oponían al trayecto dado al gasoducto para vender el gas al exterior, sino a toda la política energética, en particular a las concesiones otorgadas a las firmas transnacionales para explotar hidrocarburos.

En atención a esos reclamo, el presidente Mesa, designado por el Congreso para reemplazar a Sánchez de Lozada, convocó el 18 de julio a un plebiscito sobre la política energética, en el que la mayoría de los ciudadanos aprobaron cambios al respecto y la recuperación de los hidrocarburos para el Estado.

En la consulta, los votantes también se pronunciaron a favor del cobro de más impuestos, de garantizar la existencia de una empresa estatal fortalecida y de vender el gas como materia prima e industrializada.

Ese mandato debe ser traducido en leyes concretas por el parlamento que, supuestamente, le darán al Estado más recursos para atender en particular la situación social.

Pero mientras se procesa ese cambio, el dinero generado por impuestos y regalías sólo cubre el funcionamiento del aparato gubernamental y la atención de emergencias. En este escenario, los planes de largo plazo quedan sin dinero.

Las agendas largas terminan siendo vanas, apuntó con desazón a IPS Miriam Gamboa, la directora del Centro de Estudios de Investigación Acción que realiza tareas de asistencia en la empobrecida El Alto, la ciudad contigua a La Paz y donde buena parte de su población vive con menos de un dólar por día.

"Estamos lejos de cumplir con las metas del milenio, porque la pobreza ha aumentado por una mayor brecha entre la población rica y la población pobre”, explicó.

A esa preocupación, se agrega el crecimiento de los casos de corrupción que derivan en el enriquecimiento ilícito de personajes vinculados a la política a costa de recursos destinados a los más pobres.

La analista hace referencia a la investigación que lleva adelante el Congreso legislativo sobre la compra de un avión Becchcraft por tres millones de dólares durante el gobierno de Hugo Banzer, el ex dictador de los años 70 que luego gobernó por mandato de las urnas de 1997 hasta su muerte en 2001.

El dinero empleado para esa compra debía haber sido utilizado para adquirir medicamentos y alimentos con destino a los damnificados del sismo de mayo de 1998 en el valle de Totora, Mizque y Aiquile, en el central departamento de Cochabamba.

Entre los posibles implicados en esta maniobra y hoy en la mira de la investigación del Congreso se encuentra el ex ministro de la defensa Fernando Kieffer Guzman.

Para tener una idea más acaba de lo que ocurre en Caripuyo, el concejal Colque Matías explica que una familia podría obtener, en el mejor de los casos, un ingreso de 62 dólares al mes si consigue vender su pequeña producción de papas, maíz, manzanas, duraznos y carne de camélidos.

Ese informe sobre los avances de las metas del milenio de la ONU, expresa que América Latina estaría en condiciones de cumplir con ellas en cuanto a pobreza extrema y hambre.

Desde 1994, el gobierno de Bolivia cuenta con la cuenta denominada Participación Popular, por la cual se distribuye a cada uno de los 314 municipios, en función del número de sus habitantes, los recursos captados por el Estado nacional impuestos y regalías.

Caripuyo recibió este año un monto de dinero que, distribuido entre sus 10.000 vecinos, alcanza sólo a 16 dólares por persona.

El dinero es insuficiente para atender las demandas de servicios de educación en una región donde la tasa de analfabetismo llega a 35,1 por ciento, según el estudio gubernamental titulado "La educación en Bolivia, estadísticas municipales”.

Ese informe coloca a La Paz, donde está la sede de gobierno, en primer lugar, con 83.8 por ciento de personas con ocho años o más de escolaridad, a diferencia de Caripuyo que registra 17,1 por ciento de personas con ocho años de escolaridad.

La tasa de analfabetismo para la población mayor a 15 años en todo el país es de 12,93 por ciento, mientras que los bolivianos mayores de 19 años asistieron en promedio 7,57 años a los centros educativos, según estadísticas oficiales.

"Alcanzar la educación primaria universal es altamente probable hasta 2015. Pero se requiere mucho más apoyo” para lograr ese objetivo, señala el informe de la ONU para Bolivia.

"Las agendas quedan en el papel y cuando tenemos países pobres y dependientes, la situación de crisis es sumamente alarmante”, concluye Gamboa. ***** + Gobierno de Bolivia (http://www.bolivia.gov.bo/) + Objetivos de desarrollo de la ONU para el milenio (http://www.un.org/spanish/millenniumgoals/)

(FIN/IPS/fc/dm/dv if pr md/04)

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe