DARFUR: Gobierno de Sudán a la defensiva

El gobierno de Sudán niega estar trasladando forzosamente a los desplazados internos en la occidental región de Darfur, como afirma la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

”Es responsabilidad de un país reubicar a sus desplazados internos. No hemos violado ninguna ley internacional”, dijo el ministro de Asuntos Humanitarios de Sudán, Ibrahim Mahmoud Hamid, quien compareció ante la prensa en la capital de Kenia, Nairobi.

”Es derecho de nuestras autoridades afrontar esta cuestión, no de la comunidad internacional”, agregó.

Jartum sufre un intenso conflicto originado por la postergación de la mayoría negra de la región por parte del gobierno de Sudán, de hegemonía árabe. Las milicias árabes Janjaweed son acusadas de llevar a cabo una limpieza étnica con la ayuda del gobierno.

La comunidad internacional considera que se trata de la peor crisis humanitaria de la actualidad.

Hamid afirmó que los desplazados habían construido viviendas informales en el poblado de Nyala, que carecían de saneamiento. Como consecuencia, el gobierno resolvió trasladarlos a campamentos fuera del área, donde se les podría suministrar saneamiento adecuado.

”Solo estamos transfiriendo a las personas a un lugar mejor. ¿Acaso eso es un problema? Hemos tenido 20 reuniones con la ONU para discutir el establecimiento de nuevos campamentos para desplazados internos”, sostuvo el ministro sudanés.

”Representantes de la ONU vieron el sitio y concordaron en que era mejor que el anterior. Sólo quieren estar informados con anterioridad, y ya les hemos dicho que se trata de un pequeño problema que trataremos de resolver”, añadió.

La conferencia de prensa en Nairobi fue convocada luego de que el enviado especial de la ONU a Sudán, Jan Pronk, dijo a la cadena de radio y televisión británica BBC tener evidencia de que las fuerzas armadas de Sudán habían reasentado forzosamente a desplazados desde Nyala la semana pasada.

Más de 30.000 desplazados han sido supuestamente trasladados. Diversas versiones indican que mujeres reticentes a la reubicación fueron amenazadas de violación.

También la Unión Africana (UA), de la que es parte Sudán al igual que todos los países del continente, contradijo las afirmaciones de Pronk.

La UA desplegó soldados y observadores en Darfur para supervisar el cese del fuego firmado en abril entre el gobierno y organizaciones insurgentes que operan en la región.

”No hay reasentamiento forzado. No hay nada de eso. El gobierno está hablando con los desplazados y luego los reubica pacíficamente”, dijo a IPS por teléfono desde la ciudad de El Fasher, en Darfur, el general Okonkwo Festus, presidente de la Comisión de Cese de Fuego de la UA.

La región se sumió en una crisis política y humanitaria a comienzos del año pasado, cuando rebeldes del Ejército para la Liberación de Sudán (SLA) y del Movimiento Justicia y Equidad (JEM) se levantaron en armas contra Jartum para protestar contra la postergación de Darfur.

La ONU calculó que unos 70.000 negros de Darfur fueron asesinados y 1,5 millones obligados a abandonar sus hogares por las milicias árabes Janjaweed. Doscientos mil debieron refugiarse en el vecino Chad.

El gobierno sudanés fue acusado no solo de crear esas milicias, sino también de haber ignorado las continuas matanzas.

Los problemas de Darfur, reino independiente anexado por Sudán en 1917, comenzaron en los años 70 como una disputa por las tierras de pastoreo entre nómadas árabes y agricultores indígenas negros. Ambas comunidades étnicas comparten la fe islámica.

Pero la tensión se transformó en una guerra civil en febrero de 2003, cuando guerrilleros negros respondieron con violencia al hostigamiento de las milicias Janjaweed.

Los Janjaweed son acusados de llevar adelante una campaña de limpieza étnica, que incluye matanzas, secuestros y violación de mujeres y niñas, contra tres tribus negras que respaldan al SLA y al JEM.

Se presume que las milicias árabes tienen apoyo de Jartum, o que éste hace la vista gorda ante sus crímenes.

Las Janjaweed son acusadas de incendiar viviendas, robar ganado y destruir cosechas pertenecientes a las comunidades negras fur, masalit y zaghawa.

El líder del Partido Republicano en el Senado estadounidense, William Frist, calificó los acontecimientos en Darfur de genocidio. Frist visitó la región en agosto. Lo mismo dijo el secretario de Estado (canciller), Colin Powell, quien estuvo allí en julio.

Una misión de la ONU visita Darfur desde este miércoles para investigar las acusaciones de genocidio, antes de una sesión especial del Consejo de Seguridad prevista para considerar el asunto.

Están en curso negociaciones entre el gobierno sudanés, el SLA y el JEM en Abuja, la capital de Nigeria. (

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe