El tratado comercial que negocia Estados Unidos con América central y República Dominicana podría arruinar la producción de arroz en los seis países en desarrollo involucrados en ese pacto, advirtió la organización humanitaria Oxfam en un nuevo informe.
Se prevé que el Congreso legislativo de Estados Unidos aprobará en los próximos meses el Tratado de Libre Comercio de América Central y República Dominicana (DR-CAFTA, por sus siglas en inglés), que aparte de ese país caribeño abarcará a Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. República Dominicana se incorporó en agosto último.
El pacto propuesto eliminará los aranceles de importación de los seis países latinoamericanos pero permitirá a Estados Unidos mantener sus medidas de apoyo interno a sus productores y créditos de exportación, lo que inundará los mercados de aquéllos con arroz estadounidense generosamente subsidiado, previno Oxfam.
La organización humanitaria con sede en Gran Bretaña recordó en un informe de 60 páginas la experiencia de liberalización comercial de Honduras en la década de 1990, cuando ese país redujo en forma drástica las protecciones a sus productores de arroz, sólo para ser inundado por importaciones baratas de Estados Unidos que casi arruinaron la producción nacional.
En 10 años, la producción hondureña de arroz cayó 86 por ciento, y el número de productores, de 25.000 a menos de 2.000, dice Oxfam en su informe, titulado Un acuerdo crudo sobre arroz bajo el DR-CAFTA.
Oxfam estimó que la industria arrocera estadounidense recibe más de 1.000 millones de dólares en subsidios por año, un monto mayor que todo el presupuesto nacional de Nicaragua.
En 2003, los productores de arroz estadounidenses recibieron subsidios y otras formas de apoyo por 1.300 millones de dólares, mucho más que el valor total de su producción, que en 2002 se estimó en 844 millones de dólares.
Esto permite a las grandes compañías estadounidenses vender arroz por debajo de su costo de producción en mercados internacionales, dice el informe, y añade que bajo estas condiciones, la afirmación de que el DR-CAFTA establecerá normas justas y equitativas para todos los productores de arroz está muy alejada de la realidad.
Por otra parte, un documento publicado en el sitio web de la oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) subraya que el DR-CAFTA promete y exige más reformas económicas en América central, y sostiene que las reformas ya realizadas en América central han ayudado a aumentar los ingresos y combatir la pobreza.
Por ejemplo, señala, el ingreso por habitante en El Salvador aumentó 10 veces más rápido en los años 90 que en los 80 porque el país pudo controlar la inflación, reducir el gasto público, combatir la corrupción, privatizar empresas públicas y abrirse al comercio.
República Dominicana y los cinco países de América Central comprendidos en el tratado propuesto ya son importantes mercados de exportación para productos manufacturados de Estados Unidos, como productos de tecnología de la información, equipos agrícolas y de construcción, productos del papel, sustancias químicas y equipos médicos y científicos.
En virtud del DR-CAFTA, la mitad de las exportaciones agropecuarias de Estados Unidos a la región serán libres de aranceles, entre ellas la carne vacuna, el algodón, el trigo, los frijoles de soja, frutas y verduras, alimentos procesados y vino.
Los pequeños productores (centroamericanos y dominicanos) de frijoles, leche y carne enfrentan un futuro incierto a la luz de una inminente inundación de importaciones baratas, advirtió Oxfam.
La organización destaca que seis estados de Estados Unidos producen casi todo el arroz cultivado en ese país: Arkansas, California, Louisiana, Mississippi, Missouri y Texas.
El programa de subsidios estadounidense debe reformarse, y hasta que eso ocurra, continuará el dumping de exportaciones de Estados Unidos, advirtió Stephanie Weinberg, asesora de política comercial de Oxfam, en entrevista con IPS.
Mientras esta situación continúe, los países de América Central no podrán comerciar con Estados Unidos sobre un terreno parejo, previno Weinberg.