El presidente venezolano Hugo Chávez cerró este jueves la campaña oficialista para la elección de autoridades locales de este domingo, con la advertencia de que si la oposición se descuida un poquito, ganaremos todas las gobernaciones, en los 22 estados en que se renovarán (todos salvo el de Amazonas, en el extremo sur del país, donde se votará en 2005).
Además de los gobernadores, se elegirán parlamentos de estados y alcaldes de los 335 municipios del país, con un total de 609 cargos en juego, disputados por casi 8.000 aspirantes de decenas de partidos y grupos. En numerosas plazas tanto la oposición como el oficialismo compiten con varios candidatos.
El triunfo se respira en todas partes. Lo que va a ocurrir el 31 de octubre es la continuación del 15 de agosto, proclamó Chávez este jueves en el suroeste andino, en alusión a su victoria, con 59 por ciento de votos, en el referendo sobre su mandato hace dos meses y medio.
Analistas políticos y encuestas coinciden en que, con el envión aportado por el triunfo en el referendo, los seguidores de Chávez avanzarán sobre importantes plazas que desde 2000 están en manos de la oposición, que ha gobernado siete de los nueve principales estados, así como más de 200 alcaldías.
Chávez ha recorrido el país con hasta dos mitines diarios a favor de los suyos, animando a la población para que ayude con su voto a profundizar la revolución bolivariana que él impulsa.
Mientras tanto, la oposición ha permanecido trabada en el dilema de votar o no, y puede ser la primera víctima de una temida alta abstención en estos comicios.
En el referendo de agosto, con 14 millones de electores inscritos, hubo una votación sin precedentes de 10 millones. Pero históricamente en elecciones regionales se abstiene de 47 a 58 por ciento del electorado, y nos contentaría si esta vez vota más del 50 por ciento, dijo a corresponsales extranjeros Jorge Rodríguez, rector del Consejo Nacional Electoral.
Frente al entusiasmo de Chávez y los suyos, la oposición carga el fardo de que durante las semanas que siguieron al 15 de agosto sus portavoces se dedicaron a denunciar un presunto fraude electrónico que no pudieron probar, y se entregaron a un agrio debate sobre participar o no en los comicios del venidero domingo.
Sólo en los últimos días los candidatos opositores, especialmente los que ya son gobernadores o alcaldes y buscan la reelección, multiplicaron sus llamados a votar, pero analistas creen que el daño ya está hecho, al desanimar a muchos de sus seguidores.
La oposición, que estuvo unida durante dos años en su búsqueda de desalojar a Chávez de la presidencia, llega a estas elecciones con una mezcla perversa, porque no sólo está dividida en candidaturas, sino también en la postura acerca de votar o no, dijo a IPS el analista Luis León, de la firma de consultoría y encuestas Datanálisis.
Para León, la oposición carga los costos de esas dos posiciones y ninguno de sus beneficios, por lo que el domingo corre el riesgo recibir una especie de voto castigo por parte de sus seguidores, y es poco probable que mantenga las gobernaciones y alcaldías que tiene, aunque también es poco probable que las pierda todas.
El vicepresidente José Vicente Rangel, un veterano político de izquierdas, dijo este jueves: Si yo fuese un ciudadano opositor tendría el mismo dilema de muchos, porque no ha habido oposición que haya acumulado más errores que la actual dirigencia opositora venezolana.
La oposición fracasó en un golpe de Estado contra Chávez que sólo duró dos días en abril de 2002, en el intento de desalojarlo del poder mediante una huelga, de diciembre de 2002 a enero de 2003, y por último en el referendo de agosto, que reafirmó a Chávez y consolidó internacionalmente su legitimidad, que había sido puesta en duda durante más de dos años.
El analista Teodoro Petkoff, crítico de Chávez, preguntó: ¿Abstenerse para qué? Una abstención elevada vinculada a una decisión individual sólo mostrará a una oposición desconcertada y sin estrategia. Con ella pierde la oposición, no el gobierno.
Sin embargo, opositores como el alcalde de Caracas, Alfredo Peña, quien renunció a buscar la reelección, insistieron en que el régimen monta un fraude y quiere que se lo convalidemos
Pues no, no vamos a participar en esa farsa, alegó.
Algunos partidos pequeños, como los centristas Causa Radical y Un Solo Pueblo, y el nuevo grupo derechista Primero Justicia, retiraron a sus candidatos en algunas circunscripciones pero hacen campaña en otras, lo que aumenta aun más la confusión.
Sabemos que la trampa está a la vuelta de la esquina, pero a los tramposos los vamos a derrotar el próximo domingo, dijo este jueves en un mitín Enrique Mendoza, gobernador del importante estado de Miranda, al este de Caracas.
Mendoza fue el líder de la alianza opositora Coordinadora Democrática, que impulsó el referendo contra Chávez, y uno de los que afirmó que había existido un fraude colosal en esa consulta, pero se rehusó a retirar su candidatura a la reelección, como le pidieron opositores radicales, y compite con un cercano colaborador de Chávez, Diosdado Cabello.
Más coherentes han sido gobernadores de oposición como Manuel Rosales, del petrolero estado de Zulia, al oeste, y Henrique Salas Feo, del industrial estado de Carabobo, al centro, que siempre distinguieron entre referendo y elección regional, y tienen opción de reelegirse, según las encuestas.
Frente al cuadro disperso de sus opositores, Chávez presenta unidad de liderazgo, de mando y de propuesta, y simplemente pide a los suyos colocar una boina roja (emblema de su Movimiento V República) en cada gobernación y cada alcaldía, tras emplearse a fondo como portaaviones de cada campaña regional. (