DESARME: Países árabes y China eluden control de ONU

Grandes compradores de armas, como los países de Medio Oriente, y grandes vendedores, como China, continúan esquivando el registro anual de compras de equipo bélico creado por la ONU en 1992 para asegurar la transparencia en la materia.

De los 191 países de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), apenas 60 han emitido periódicamente sus informes al registro, que contiene reportes voluntarios de los gobiernos sobre sus importaciones y exportaciones de armas.

En total, 167 gobiernos remitieron sus informes al menos una vez, y 108, por lo menos seis. El informe global publicado este mes contiene datos procedentes de 106 gobiernos.

Entre los ausentes figuran Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Arabes Unidos y Kuwait, cuatro de los mayores importadores de armas de Medio Oriente.

Pero también los exportadores —incluidos Alemania, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia— muestran reticencia a revelar sus ventas a Medio Oriente, en particular si existen ”cláusulas de reserva” en sus contratos militares. Como consecuencia, esas operaciones no llegan al registro.

Según las últimas cifras publicadas por la Oficina de Contabilidad Gubernamental del Congreso legislativo estadounidense (GAO), Washington suministró 74.000 millones de dólares en armas y en entrenamiento militar a países de Medio Oriente en el periodo 1991-2000.

La cifra actualizada a 2004 se elevaría a 80.000 millones de dólares, según analistas militares expertos en Medio Oriente.

El principal comprador fue Arabia Saudita, con 33.500 millones de dólares, seguido por Israel (18.800 millones), Egipto (12.700 millones), Kuwait (5.500 millones) y Emiratos Arabes Unidos (1.400 millones).

Entre las armas estadounidenses exportadas figuran aviones de combate de tecnología avanzada, helicópteros, buques, sistemas de misiles, carros artillados y tanques.

Aunque Israel es el único gran comprador de armas de Medio Oriente que remite con regularidad sus informes al registro de la ONU, su afán armamentista es la razón principal esgrimida por los países árabes para resistirse a revelar sus importaciones bélicas.

”No tenemos intención de participar en el registro mientras Israel mantenga sus programas de armas nucleares, biológicas y químicas”, dijo a IPS un diplomático árabe.

El registro incluye importaciones y exportaciones en siete categorías específicas de armas convencionales: tanques de batalla, carros artillados de combate, sistemas de artillería de gran calibre, aviones caza, helicópteros de ataque, buques de guerra, misiles y lanzaderas de misiles.

Pero excluye las armas de destrucción masiva y las de pequeño porte, que son las preferidas en los actuales conflictos étnicos y guerras civiles, en especial en Africa subsahariana.

Egipto remitió su único informe el primer año del registro, 1992. Jordania, Líbano, Libia y Qatar realizaron declaraciones ocasionales, y Omán y Túnez, solo una.

Como consecuencia, Medio Oriente, considerado el principal mercado mundial para las armas convencionales, no figuran en los ítems regulares del informe anual del registro.

”La transparencia en la posesión de armas es un objetivo ya establecido en materia de limitación de armamento, aunque no constituye, por sí misma, una medida de desarme”, dijo a IPS el ex subsecretario general de la ONU para asuntos de desarme, Jayantha Dhanapala.

”Las naciones son menos suspicaces si conocen al detalle los arsenales de las otras. Esperamos que esta medida de consolidación de la confianza conduzca a un estado de seguridad con compras mucho menores de armamentos que las actuales, cuando ascienden a 956.000 millones de dólares anuales”, agregó.

También se destaca la ausencia en el registro de China, uno de los cinco mayores exportadores mundiales de armas, así como la de la mayoría de los países africanos.

China declaró sus compras y ventas de armas en el periodo 1992-1996. Luego, boicoteó el registro en el entendido de que Estados Unidos le daba legitimidad a su ”provincia renegada” Taiwan al incluirla en su lista oficial de clientes de equipo militar.

A menos que Washington retire a Taipei de esa lista, Beijing se mantendrá fuera del registro.

”Este registro tiene hoy muchas de las mismas fortalezas y debilidades que tenía cuando se implementó hace más de un decenio”, dijo a IPS la directora ejecutiva del Programa de Estudios en Seguridad de la estadounidense Universidad de Georgetown, Natalie Goldring.

Su mayor virtud es la de constituir el único documento mundial sobre comercio de armas, aunque incluya solo datos oficiales, explicó. Además, la participación es fuerte, con más de 100 países y otros cuyos informes se esperan para las próximas semanas, agregó Goldring.

”Por desgracia, el registro aún no cubre las necesidades de los países donde las armas pequeñas suponen una gran tragedia”, advirtió la experta.

Hay pocos incentivos para la participación de los países africanos, pues las armas livianas y de pequeño porte que causan la mayoría de las muertes violentas en esos países no están incluidas en el registro.

Un grupo de expertos en desarme de la ONU han recomendado la ampliación del registro a sistemas de artillería de 100 a 75 milímetros, incluidas los sistemas de defensa aérea portátiles, como subcategoría de los misiles y lanzaderas.

”Si Estados Unidos mostrara contención en sus transferencias de armas, estaría en una posición mucho mejor para alentar a otros países en la misma dirección”, según Goldring

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe