Anwar Ibrahim, el ex viceprimer ministro de Malasia destituido y encarcelado hace seis años bajo el régimen de Mahathir Mohammad, no será el único beneficiario de la decisión de la Corte Federal de liberarlo.
El veredicto será interpretado probablemente como una prueba de las credenciales reformistas del nuevo primer ministro Abdulá Badawi, además de recuperar la confianza del público en el Poder Judicial, criticado por su apego a la línea del gobierno de Mahathir (1981-2003).
Anwar fue destituido por Mahathir el 2 de septiembre de 1998 y luego condenado a prisión por corrupción y sodomía. Sus partidarios consideran que los cargos fueron fraguados y que Mahathir lo destituyó en represalia por haberlo desafiado políticamente.
El veredicto pronunciado este jueves por dos votos contra uno, exactamente seis años después de la destitución de Anwar, anuló la condena por sodomía y una serie de decisiones judiciales posteriores desfavorables para el condenado. La Corte Federal era la última esperanza para el ex viceprimer ministro, que de otro modo hubiera permanecido en la cárcel hasta 2009.
La liberación de Anwar constituye el más importante acontecimiento político de Malasia desde que Mahathir anunció hace dos años su decisión de abandonar el gobierno, lo que finalmente hizo en octubre de 2003.
Los jueces que revisaron la condena de Anwar y lo liberaron serán recordados por su valor al corregir una injusticia que marcó nuestra vida política, celebró P. Ramakrishnan, presidente del grupo de derechos humanos Aliran, en declaraciones a IPS.
El activista también reconoció el mérito de los abogados defensores de Anwar por su perseverancia en el caso pese a todos los obstáculos.
La destitución y posterior humillación pública de Anwar en 1998 desató el movimiento reformasi, un reclamo popular de reformas políticas, sociales y económicas, y dividió a la sociedad malasia, en especial a la mayoría étnica malaya.
La esposa de Anwar, Wan Azizah Wan Ismail, dijo a IPS que el ex viceprimer ministro sufre dolores en su espalda y tiene dificultades para caminar, pero dice que está bien porque será libre, y elogió a la justicia por su decisión.
Lo llevaremos a Munich, Alemania, para una intervención quirúrgica de columna en una clínica especializada, que es lo que siempre quiso, declaró Wan Azizah.
Las lesiones de columna de Anwar se deben a una caída accidental de un caballo y a la golpiza que recibió del jefe de policía la noche de su arresto, en 1998. Las protestas populares tras la aparición pública de Anwar con un ojo negro obligaron al gobierno a acelerar la formación de una comisión nacional de derechos humanos.
Ese y otros casos de brutalidad policial dañaron la imagen de la policía y decidieron al nuevo gobierno de Abdulá Badawi a establecer una comisión investigadora.
Actualmente estoy desempleado. ¿Conocen a alguien que precise un director de campaña?, bromeó Raja Petra Kamaruddin, director de la Campaña Anwar Libre, en declaraciones a IPS.
Raja Petra tuvo un papel fundamental en la movilización de apoyo de grupos malasios y extranjeros mediante el sitio web Anwar Libre.
En primer lugar, Anwar debe tratar sus problemas de salud, dijo a IPS. Si la operación tiene éxito, probablemente regrese a la política para encabezar el partido, aventuró, en referencia al opositor Partido Popular de la Justicia o Keadilan, que Wan Azizah preside desde su formación en 1999.
Anwar nunca abandonó la política, afirmó Wan Azizah.
La decisión de la Corte Federal contribuirá a mejorar la imagen del Poder Judicial, que durante el gobierno de Mahathir fue duramente criticado por organizaciones nacionales y extranjeras de derechos humanos.
Una vez aplacada la euforia inicial, el foco puede apuntar a los jueces de la Alta Corte y la Corte de Apelaciones que se pronunciaron en contra de Anwar, en decisiones que los críticos consideraron motivadas políticamente. Asimismo, el ex primer ministro Mahathir Mohamad podría ser objeto del escrutinio público.
Paradójicamente, la liberación de Anwar beneficia al sucesor de Mahathir, el primer ministro Badawi, que hasta ahora no había dado pruebas de sus credenciales reformistas, según los críticos.
Esta decisión aumentará la estatura de Abdulá como líder a los ojos de los malasios, y en especial de los malayos, comentó el analista Mustafá Anuar, experto en comunicación masiva.
Sin embargo, aclaró, aunque celebramos su liberación, no debemos olvidar que Anwar fue víctima de una injusticia y perdió seis años de su vida en la cárcel, donde su estado de salud empeoró. (