ELECCIONES-AUSTRALIA: El terrorismo como arma de campaña

La ciudadanía de Australia quedó muy sensible tras el atentado contra la embajada en Indonesia. El primer ministro John Howard procura sacar dividendos electorales de esa situación al hacer gala de su mano dura en la lucha contra el terrorismo.

Tras reunirse el fin de semana con el Comité de Seguridad Nacional del gabinete, cuatro semanas antes de las elecciones parlamentarias del 9 de octubre, Howard anunció un aporte de 3,45 millones de dólares para ayudar al gobierno de Indonesia a investigar el ataque.

En medio de un nuevo debate sobre la situación de seguridad, Howard insiste en que la ayuda que brindó su gobierno a Estados Unidos y Gran Bretaña para invadir Iraq no es la principal razón por la cual Australia es uno de los principales objetivos de los terroristas.

”Subrayo una vez más que el día en que permitamos a los terroristas determinar nuestras decisiones sobre seguridad y sobre asuntos exteriores será el día en que cederemos el control de nuestro futuro”, afirmó el primer ministro la semana pasada.

El jueves, un atacante suicida hizo estallar su coche bomba frente a la puerta de la embajada australiana en Yakarta, matando al menos a nueve personas e hiriendo a unas 180, todas indonesias.

Según investigadores indonesios y australianos, el atentado sería obra de Jemaah Islamiyah, organización terrorista que procura instaurar un Estado islámico en Asia sudoriental y que estaría vinculada con la red Al Qaeda, del líder saudita Osama bin Laden.

El viernes, un sitio web árabe publicó un supuesto mensaje en que Jemaah Islamiyah se adjudicaba el atentado, describía a Australia como ”uno de los peores enemigos de Dios” y señalaba que el ataque fue una ”operación de martirio” para ”ajustar cuentas”.

Australia fue el primer país que anunció su apoyo a Estados Unidos y a Gran Bretaña para invadir el año pasado a Iraq, donde tiene actualmente 850 soldados.

El atentado abrió un intenso debate en Australia, donde la ciudadanía se prepara los comicios de octubre, en los que se elegirán los miembros del Parlamento.

El partido o la alianza de partidos con mayoría conformará el próximo gobierno, que tiene un mandato de tres años a partir de la primera sesión del órgano legislativo.

Howard, del gobernante y derechista Partido Liberal, participó el domingo de un debate televisivo con su principal rival para los comicios, el candidato del centroizquierdista Partido Laborista, Mark Latham.

Howard, de 65 años, está virtualmente empatado en las encuestas con Latham, de 43 años.

”Nos hemos vuelto menos seguros en la lucha contra el terrorismo a causa del conflicto en Iraq. ¿Por qué? Porque esa lucha desvió muchos recursos de nuestra verdadera responsabilidad, que es proteger nuestra parte del mundo en Asia”, sostuvo Latham en el debate.

Un estudio presentado la semana pasada por el gubernamental Instituto Australiano de Políticas sobre Seguridad (ASPI) señala que si las organizaciones terroristas apuntan contra Australia declarando que lo hacen por su participación en la invasión a Iraq ”no hay razón para no creerles”.

”Un mito popular propagado por los gobiernos de todo el mundo, y no sólo por el nuestro, es que los terroristas nos tienen como objetivos debido a nuestra cultura y por lo que representamos y no por nuestra política exterior. La verdad es que es por las dos cosas”, dijo el director de ASPI, Aldo Borgu.

Mientras, Latham anunció que, de llegar al gobierno, ayudará militarmente a los países de Asia sudoriental para combatir los grupos terroristas que operan en la región. El anuncio parece un claro intento de evitar que su partido sea acusado de ser blando con el terrorismo.

”Esta elección, señoras y señores, será sobre confianza. ”¿En quién confiarán ustedes para que lidere a Australia en la lucha internacional contra el terrorismo?”, dijo Howard al iniciar su campaña en agosto.

El primer ministro procura que el debate electoral esté centrado en la lucha contra el terrorismo y el manejo de la economía, mientras que Latham prefiere hablar de temas como la salud pública y la educación.

El Partido Liberal también está decidido a contrarrestar el creciente respaldo electoral del Partido Verde, que según las últimas estimaciones podría quedarse con al menos 10 por ciento de los votos en octubre.

La semana pasada, el viceprimer ministro John Anderson invocó el fantasma del comunismo para afectar la imagen de los verdes.

”La idea de que los verdes son moderados, a mitad de camino entre el gobierno y el Partido Laborista, ignora el hecho de que muchos de ellos se unieron al Partido Comunista en los años 50”, afirmó.

El candidato del Partido Verde es Andrew Wilkie, quien trabajó como experto en inteligencia para Howard en la Oficina Nacional de Análisis, y renunció al cargo el año pasado en protesta por la política australiana en torno a Iraq.

”El gobierno de John Howard no puede escapar al simple hecho de que los intereses de Australia fueron atacados en Yakarta como consecuencia de su política exterior, tanto en la región como en otras partes”, dijo Wilkie en un acto del Partido Verde realizado el domingo en la sudoriental ciudad de Melbourne.

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