Con la oposición sin más estrategia que denunciar un megafraude electoral, y el gobierno de Venezuela fortalecido por el respaldo de los observadores internacionales, las posibilidades de diálogo tras el referendo sobre el mandato presidencial aparecen prácticamente nulas.
El vicepresidente José Vicente Rangel anunció este martes que fue encargado por el presidente Hugo Chávez de tender puentes a los líderes opositores para iniciar un proceso de reconciliación nacional, tras conseguir 58 por ciento de los votos en el referendo sobre su continuidad en el cargo.
El clima político se encuentra enrarecido no sólo por las denuncias de fraude —hasta ahora categóricamente rechazadas por la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Centro Carter por la Paz— sino por hechos de violencia entre manifestantes.
En un confuso incidente el lunes en la Plaza Altamira, un bastión opositor al este de Caracas, una mujer fue muerta de un tiro y otras ocho personas heridas, entre ellas un diputado de la oposición.
Esta no es la primera vez que Rangel —veterano operador político de la izquierda venezolana— recibe la misión de abrir contactos, y probablemente no será la última. Como en ocasiones anteriores, según él mismo dijo, su problema es encontrar interlocutores.
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Rangel afirmó que los dirigentes opositores están en realidad atemorizados ante el chantaje de una base social radicalizada, que vive en el este de Caracas, y que es constantemente azuzada por los medios de comunicación privados.
Pero tales intentos de Rangel son falsos, dijo a IPS un dirigente empresarial que pidió anonimato, apenas una postura destinada a la prensa internacional, para después volver a lo mismo: la imposición y el atropello.
Hasta ahora el único dirigente de oposición que ha reconocido, aunque a regañadientes, el resultado del referendo que ratificó el mandato de Chávez, fue el gobernador Manuel Rosales, del estado petrolero del Zulia, en el extremo occidental del país.
Rosales dijo que en el referendo del domingo hubo una injusticia muy grande, pero no podemos alentar un enfrentamiento de pueblo contra pueblo y que se deben buscar estar caminos de paz y entendimiento.
En lugar de procurar la repetición de la consulta, anunció, buscaría ganar la reelección en los comicios de gobernadores y alcaldes, previstos para fines de septiembre, lo que fue bienvenido por Rangel y por Chávez.
En Zulia, considerado una carta segura del Sí opositor en el referendo, Chávez obtuvo 52 por ciento de los sufragios. Aun antes de su declaración, Rosales se perfilaba como uno de los líderes mejor ubicados para erigirse en rival del mandatario.
Pero la Coordinadora Democrática (CD), que agrupa a los partidos opositores, insiste en tratar de repetir el referendo en vez de aprovechar las pocas semanas que restan de campaña electoral.
En una rueda de prensa el lunes, Chávez recomendó al ex parlamentario y candidato presidencial socialcristiano Eduardo Fernández que se postule como líder de la oposición.
También mencionó como posible adversario, aunque en tono burlón, al ex candidato presidencial socialista Teodoro Petkoff.
En un editorial del diario Tal Cual, que dirige, Petkoff no comentó la oferta de Chávez, pero tomó distancia del reclamo opositor al exigir que si hubo fraude, preséntense rápidamente las evidencias por parte de quienes las alegan, porque de otro modo ni la OEA ni el Centro Carter moverían un dedo.
El ex dirigente socialista recordó que la oposición condicionó su aceptación de la decisión ciudadana a que la OEA y el Centro Carter la convalidasen, y que ahora no puede ignorar que ambos organismos avalaron la victoria de Chávez.
Fernández, por su parte, reaccionó con cautela. Yo sólo soy presidente de un partido muy respetable (el socialcristiano Copei), pero no soy vocero autorizado de la oposición para un diálogo, que además no puede darse si no están las bases necesarias, dijo.
El gobierno debería moderar su lenguaje, agregó, demanda idéntica a la de Rangel, quien advirtió sobre la imposibilidad de dialogar si los interlocutores se acusan de ladrones y asesinos.
En un mensaje indirecto a los múltiples candidatos a líder único de la oposición, Fernández dijo que Venezuela necesita voces frescas que expresen el anhelo nacional del deseo que tenemos los venezolanos de construir un país moderno y progresista.
Rangel puso en la lista de los que atentan contra el diálogo al cardenal católico Rosalio Castillo Lara, quien afirmó en el Vaticano que el gobierno había pagado 50 y 60 dólares a los votantes de los sectores marginales para que sufragaran por el No.
El cardenal se suma así a quienes llaman a la violencia, dijo Rangel. Los empresarios y los curas no pueden seguir haciendo política sin correr los riesgos de la política, advirtió.
El vicepresidente asegura que el gobierno está dispuesto a tolerar todas las auditorías del mundo sobre el resultado electoral, siempre y cuando se hagan en el marco del Consejo Nacional Electoral (CNE), que goza de autonomía como poder público.
Un connotado editor opositor dijo a IPS que la verdaderamente revocada el domingo fue la CD, incapaz de desplegar una campaña electoral convincente, y luego incapaz de defender el voto del Sí.
Cuando faltan poco más de cinco semanas para las elecciones de alcaldes y gobernadores en los 23 estados del país, la oposición tiene ante sí una encrucijada de vida o muerte. Si se concentra exclusivamente en la improbable repetición del referendo, arriesga una nueva avalancha de chavismo victorioso.
Pero la posibilidad de construir una opción electoral creíble pasa por aceptar primero que Chávez ganó, y que ese propósito podría ser una apuesta de largo plazo, en la que los actuales líderes mediáticos tendrán que medir su peso político en votos. Muchos pueden quedar por el camino.